EL AMOR

 

En esta Sección vamos a reunir frases de los diferentes Discípulos de la Gran Logia, relacionadas con el Tema del Amor, el «motor» del Universo, la «Fuerza de las fuerzas», que impulsa todo el Cosmos hacia Dios:

 

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Entrevista en Luces en la Oscuridad 1ª Parte (27/01/2017):

 

Entrevista en Luces en la Oscuridad, 2ª Parte (03/02/2017):

 

Conferencia El Amor, la Fuerza que mueve el Universo (centro Tanit, 30/01/2017)):

 

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HELENA PETROVNA BLAVATSKY

 

Isis sin Velo:

  «El amor es uno de los sentimientos que ofrecen tan diversos aspectos como el amor maternal y el del artista por su arte. Tanto el amor como la amistad son manifestaciones de simpatía entre naturalezas congeniantes. Para Kircher, el magnetismo de amor puro es la causa eficiente de todas las cosas creadas. El amor sexual es de naturaleza eléctrica y lo llama amor febris species, la fiebre de la especie.»

 

    «Uno de los más poderosos estímulos de los difuntos, es el intenso amor a sus deudos en la tierra, que irresistiblemente los empuja hacia la corriente de luz astral, cuyas vibraciones enlazan el alma del ser amado con el alma universal. Otro requisito importantísimo es la armonía y pureza mental de los circunstantes.»

 

   Frase de Giordano Bruno: «Además, creo que todos los atributos de Dios son uno solo y el mismo. De acuerdo con los más eminentes teólogos y filósofos concibo tres atributos principales: poder, sabiduría y bondad, ó, mejor dicho, voluntad, conocimiento y amor. La voluntad engendra todas las cosas; el conocimiento las ordena; y el amor las concierta y armoniza. Así comprendo la existencia de todas las cosas, pues nada hay que no participe de la existencia ni ésta es posible sin esencia, de la propia manera que nada es bello sin belleza, y por lo tanto nada puede escapar a la divina presencia. Así es que por raciocinio y no por verdad substancial entiendo distinción en Dios.»

 

   Frase de  Cornelio Agripa: «El que anhele adquirir facultades sobrenaturales debe tener fe, esperanza y amor… En todas las cosas hay un oculto y secreto poder de que dependen las maravillosas facultades mágicas»

 

   «El que se deja dominar por el egoísmo y el amor al mundo y sus placeres, sin amar a Dios ni al prójimo, se precipita de la vida en la muerte y desecha de sí los principios superiores de su naturaleza, de modo que aunque físicamente exista, está espiritualmente tan muerto para la vida superior como ha de estarlo su cuerpo para la terrena cuando deje de alentar.»

 

   Dice sobre esto Wilder: «Enseñaba Plotino que el amor impele al alma hacia la intimidad de su origen y centro, el eterno Bien. Los ignorantes no aciertan a descubrir la belleza que por sí misma atesora el alma, y la buscan en el mundo exterior; pero el sabio siente la belleza en lo íntimo de su ser, concentra la atención en sí mismo, y desenvolviendo la idea de belleza de dentro a fuera, se eleva hasta la divina fuente de su interno raudal. Lo infinito no puede comprenderse por la razón, sino por otra facultad superior cuyo ejercicio nos transporta a un estado en que dejando de ser hombres finitos, participamos directamente de la esencia divina. Tal es el estado de éxtasis (Wilder: Doctrinas de la escuela de Alejandría y sus principales maestros).»

 

Estudios Ocultistas:

   «Así, Pues, ¿cómo le fuera posible al hombre entrar por la angosta puerta “del Ocultismo”, estando sus cotidianos pensamientos ligados a todas horas con las cosas terrenas, con deseo de poderío, concupiscencias, ambiciones y deberes que, si bien honrosos, no dejan de ser terrenos? Aun el amor a la familia, el más puro o inegoísta de los afectos humanos, es un obstáculo para el verdadero ocultismo. Porque si ponemos por ejemplo el santo amor maternal o el conyugal, aun en estos mismos sentimientos, analizados en su fondo y enteramente cernidos, encontraremos egoísmo personal en la madre y egoísmo dual en los cónyuges. ¿Qué madre no sacrificaría sin vacilar cien y mil vidas que tuviera por el hijo de sus entrañas? ¿Y qué amante marido no satisfaría los deseos de su amada esposa aun a costa de la dicha ajena? Se nos dirá que esto es lo natural; pero aunque lo sea según el código de los humanos afectos, no lo es tanto según el código del divino amor universal. Porque mientras el corazón palpite de amor tan sólo por unos cuantos seres, los más queridos e inmediatos ¿cómo podrá el resto de la humanidad estar en nuestras almas? ¿Qué tanto de amor y solicitud quedará en nosotros para concederlo a la “gran huérfana”? ¿Y cómo se hará oír “la tenue y callada voz” en un alma enteramente ocupada en sus predilectos deudos? ¿Qué lugar se deja allí para las necesidades de la humanidad en conjunto, de modo que el corazón las sienta y a ellas responda fácilmente? Con todo, quien aspire a aprovecharse por la sabiduría de la mente universal, ha de lograrlo mediante la humanidad entera sin distinción de raza, temperamento, creencia, ni condición social. Sólo el altruismo y no el egoísmo, ni aun en su más noble y legítimo concepto, puede conducir al hombre a identificar su individual Yo con el Yo universal. El verdadero discípulo del verdadero ocultismo ha de consagrarse a la obra de satisfacer las necesidades de la humanidad si quiere adquirir la Theo-Sophy o Sabiduría divina y Conocimiento.

   »El aspirante ha de escoger absolutamente entre la vida del mundo y la vida del ocultismo. Inútil y vano intento es conciliarlas, porque nadie puede servir a dos señores y complacer a ambos. Nadie puede servir a su cuerpo y a su Yo superior, ni cumplir los deberes de familia al propio tiempo que los de la humanidad entera, sin privar a una o a otra de sus derechos; porque si presta oído a la “tenue y callada voz”, no podrá escuchar el clamor de sus pequeñuelos; o si atiende a las necesidades de éstos, quedará sordo a la voz de la humanidad. El casado que intentara seguir el verdadero ocultismo práctico en vez de la filosofía teórica, habría de sostener una incesante y desatentada lucha, porque continuamente vacilaría entre la voz del impersonal y divino amor a la humanidad y la del amor personal y terreno, lo cual sólo podría conducirlo al fracaso en uno u otro o tal vez en ambos deberes.

   »No seria esto lo peor, pues quien quiera que después de haberse comprometido en el ocultismo, ceda al halago de un amor experimentará por casi inmediata consecuencia el verse irresistiblemente atraído del divino estado impersonal al inferior plano de materia. El deleite sensual, aun sólo de pensamiento, entraña la inmediata pérdida del discernimiento espiritual. La voz del Maestro no podrá distinguirse entre la de las pasiones, como tampoco se distinguirá la de un dugpa, porque en semejantes circunstancias no es posible distinguir lo justo de lo injusto y la sana moralidad del estéril nominalismo. El fruto del Mar muerto es la más apropiada alegoría mística, porque se vuelve ceniza en los labios y acíbar en el corazón, resultando en ‹cada vez más profundas tinieblas, loco por sabiduría, culpable por inocencia, ansioso de éxtasis y desesperado por esperanza›.»

 

La Doctrina Secreta:

   «Fohat, en su calidad de Amor Divino (Eros), el poder eléctrico de afinidad y de simpatía, se representa alegóricamente como tratando de unir el Espíritu puro, el Rayo inseparable del Uno Absoluto, con el Alma, Constituyendo los dos la Mónada en el Hombre, y en la Naturaleza el primer eslabón entre lo siempre incondicionado y lo manifestado. ‹El Primero es ahora el Segundo [Mundo]› –de los Lipikas– se refiere a lo mismo.»

 

   «Por tanto, Cupido o el Amor, en su primitivo sentido es Eros, la Voluntad Divina, o el Deseo de manifestarse por medio de la creación visible. De aquí que Fohat, el prototipo de Eros, se convierta en la Tierra en el Gran Poder de la ‹Electricidad Vital› o el Espíritu ‹Dador de Vida›. Recordemos la Teogonía Griega, y penetremos en el espíritu de su filosofía. Los griegos nos enseñan que todas las cosas, incluso los Dioses, deben su ser al Océano y a su esposa Tethys, siendo esta última Gæa, la Tierra o Naturaleza. ¿Pero quién es el Océano? El Océano es el Espacio inconmensurable –el Espíritu en el Caos– que es la Deidad; y Tethys no es la Tierra, sino la Materia Primordial en su proceso de formación. En nuestro caso no es ya Aditi-Gæa quien engendra a Urano o Varuna, el Âditya principal entre los siete Dioses Planetarios, sino Prakriti, materializado y localizado. La Luna, masculina en su carácter teogónico, es, en su aspecto cósmico solamente, el principio generador femenino, así como el Sol es el emblema masculino del mismo. El Agua es la Progenie de la Luna, una deidad andrógina en todas las naciones. La Evolución procede con arreglo a las leyes de analogía, lo mismo en el Kosmos que en la formación del Globo más pequeño. Así, lo de arriba, que se aplica al modus operandi en el tiempo cuando el Universo aparecía, se aplica también al caso de la formación de nuestra Tierra.»

 

   «El mismo autor presenta (como también los ocultistas) una muy razonable objeción contra la moderna etimología de la palabra ‹filosofía› que se interpreta en el sentido de ‹amor al saber›, y no es nada de esto. Los filósofos eran científicos, y la filosofía una verdadera ciencia, no simple especulación verbalista, como hoy día es. La palabra filosofía se compone de otras dos griegas de significado conveniente a su oculto sentido, y que debe interpretarse como ‹sabiduría del amor›. Esta última palabra ‹amor› encubre su significado esotérico; porque ‹amor› no es aquí nombre substantivo, ni quiere decir ‹afecto› o ‹inclinación›, sino es el término con que se designa a Eros, el primordial principio de la creación divina […] o el abstracto anhelo de la Naturaleza para procreación, resultante en continua serie de fenómenos. Significa ‹amor divino› el universal elemento de la divina omnipresencia difundida por todos los senos de la Naturaleza, y que a un tiempo mismo es la principal causa y efecto. La ‹sabiduría del amor›, o ‹filosofía›, significa atracción y amor y cuanto está oculto bajo los fenómenos objetivos y el conocimiento de todo ello. Filosofía significa el adeptado supremo, el amor a la Divinidad y la asimilación a ella. Por modestia repugnaba Pitágoras llamarse filósofo (o sea el que conoce las cosas ocultas en las cosas visibles; es decir, la causa y el efecto, la verdad absoluta), y se llamaba simplemente sabio, esto es, aspirante a la filosofía. Sabiduría amorosa, o Sabiduría del Amor. En su sentido exotérico, el amor estaba entonces tan degradado por los hombres como lo está ahora en su aplicación puramente terrena.»

 

   «Así, veinte años después de Su muerte física, movido Tathâgata de su inmenso amor y ‹piadosa gracia› a los hombres, renunció al paranirvâna con propósito de auxiliar a la ignorante humanidad extraviada.»

 

La Doctrina Secreta, Tomo VI:

   «EL AMOR MATERNAL: El amor maternal es un instinto tan propio del ser humano como de los animales, y a menudo más vigoroso en éstos. La continuidad del amor maternal en los seres humanos, tiene por causa el espíritu de asociación, el magnetismo o ‹voz› de la sangre, y la afinidad psíquica. Las familias están constituidas a veces por seres que convivieron en anteriores existencias, aunque con frecuencia no ocurre esta circunstancia. Las causas operantes son muy complejas y han de equilibrarse. A veces, cuando ha de nacer un niño con muy mal karma, se escogen padres de embotados sentimientos, quienes también pueden morir antes de que se manifiesten los efectos kármicos. O bien el sufrimiento por medio del niño, puede ser el karma propio de los padres. El amor maternal como instinto, tiene su estado entre Rasâtala y Talâtala. Los Lipikas son los archiveros del karma humano, cuyos anales imprimen en la luz astral.

   »Las gentes vacilantes y tornadizas pasan de uno a otro estado de conciencia. El pensamiento precede al deseo. El pensamiento actúa en el cerebro, el cerebro en el órgano, y entonces el deseo se despierta. No es el estímulo externo el que despierta al órgano. Por lo tanto, para extinguir los deseos es preciso desechar los pensamientos; un solo pensamiento puede desbaratar en cinco minutos una obra de cinco años; y aunque al rehacer esta obra por segunda vez requiera menos de cinco años, no por ello deja de perderse el tiempo.»

 

La Teosofía y el Budismo:

   «Los tres objetos del programa teosófico pueden resumirse en tres palabras: Amor, Ciencia, Virtud, cada una de las cuales es inseparable de las otras dos. Revestida con ésta triple armadura.»

 

   «Es por la unión estrecha y fraternal de los Síes (o Seres) superiores de los hombres, por el crecimiento de la solidaridad del alma, por el desarrollo de ese sentimiento que nos hace sufrir al pensar en el sufrimiento del prójimo, que podrá ser inaugurado el reino de la igualdad y de la justicia para todos, y que se establecerá el culto del Amor, de la Ciencia y de la Virtud, ¡definido en este admirable axioma!: ‹No hay religión más elevada que la verdad›.»

 

Filósofos Antiguos y Críticos Modernos:

   «Esa facultad de contemplar la realidad de un modo directo e inmediato, sólo a Dios pertenece; la aspiración a este conocimiento constituye lo que se entiende verdaderamente por Filosofía: el amor a la Sabiduría. El amor a la Verdad es inherentemente el amor al Bien, que dominando a todos los deseos del alma, purificándola, y asimilándola a lo divino, gobernando así todos los actos del individuo, eleva al hombre hasta la participación y comunión con la Divinidad y le restaura en su semejanza a Dios.»

 

Insinuaciones practicas para la vida diaria:

   «El genuino motivo de anhelar el conocimiento de sí mismo pertenece al conocimiento y no al Yo. El conocimiento de sí mismo merece que lo anhelemos a causa de que es conocimiento, y no porque pertenezca al Yo. El principal requisito para adquirir el conocimiento de sí es el amor puro. Anhela el conocimiento por puro amor y el conocimiento coronará eventualmente el esfuerzo. Cuando un estudiante se impacienta, es prueba segura de que obra por la recompensa, no por amor, lo cual demuestra también que no merece la gran victoria reservada a quienes verdaderamente obran por puro amor.

   »El Dios en nosotros, esto es, el Espíritu de amor y verdad, de justicia y sabiduría, de bondad y poder, ha de ser nuestro verdadero y constante amor; nuestra única confianza; nuestra única fe, que firme como una roca nos apoyemos en ella; nuestra sola esperanza, que nunca nos engañará aunque todo perezca; y el único logro a que aspiremos con nuestra paciencia, esperando gozosamente hasta agotar nuestro mal karma y que la presencia del divino Redentor se revele en nuestra alma.»

 

La Caída de los Ideales:

   «Se llama AMOR POR LA HUMANIDAD, una ardiente aspiración por un reino universal de Justicia, de aquí el deseo latente de Luz, Armonía y Bondad.»

 

Narraciones Ocultistas y Cuentos Macabros:

   «Dos planos únicos de visión tiene el hombre: el augusto plano del amor trascendente y las aspiraciones espirituales hacia una eterna Luz, y el tempestuoso mar de las pasiones humanas, en cuya luz inferior se bañan los descarriados dai-djins

 

   «El magnetismo de amor puro es la causa original de todas las cosas creadas… Para ejercitar el poder mágico en pro del bien, se precisa: nobleza de alma; voluntad poderosa e intensa; facultad imaginativa. Un hombre libre de las tentaciones mundanas y de la sensualidad, puede curar de este modo las enfermedades más incurables…»

 

   «¡Extraña aberración del espíritu humano! Durante su cautividad en la vida terrestre, no tiene él otra conciencia que la de su intelecto, que nosotros hemos denominado ‹el alma humana›, mientras que el ‹alma espiritual› es el vehículo del Espíritu. El alma humana o pasional se compone, en su naturaleza superior, de aspiraciones, de voliciones espirituales y de amor divino. Su naturaleza inferior está formada de deseos terrestres, de pasiones animales, resultantes de su unión con el vehículo asiento de estas pasiones. El alma es entonces la intermediaria entre la naturaleza animal del hombre, que ella trata de subyugar por su razón, y su naturaleza espiritual o divina, a la cual va a reunirse cuando queda domado el animal interior. Este último es el ‹alma animal›, instintiva, en que viven las pasiones que imprudentes y entusiastas encierran en su pecho, tratando de adormecerlas en lugar de destruirlas. ¿Esperan ellos que las aguas cenagosas del sumidero animal podrán transformarse en las ondas cristalinas de la vida? ¿Sobre qué terreno neutro pueden ellas tener aprisionadas las pasiones para que el hombre no pueda ser afectado por ellas? El amor y la lujuria, bestias fogosas, quedan vivientes en el lugar en que han nacido, en el alma animal, porque ni la porción superior ni la inferior del alma humana les permite entrar, no obstante que ellas no pueden evitar las manchas de su contacto. En cuanto al Alma trascendente –el YO, el Espíritu– es tan incapaz de asimilarse tales sentimientos, como le es al agua mezclarse con el aceite o el sebo líquidos.»

 

   «Hay además un punto importante que debe conocer el estudiante. La enorme responsabilidad que asume el Instructor por amor al discípulo. Desde los Gurus de Oriente, que enseñan abierta o secretamente, hasta un corto número de cabalistas que, en los países occidentales, tratan etc. enseñar los rudimentos de la ciencia sagrada a sus discípulos (los hierofantes occidentales ignoran frecuentemente el peligro a que se exponen), todos los Instructores están sometidos a la misma ley inviolable. Desde el momento en que realmente comienzan a enseñar, desde que confieren un poder cualquiera (psíquico, mental o físico) a sus discípulos, toman sobre sí todas las faltas que éstos puedan cometer relativas a las ciencias ocultas, ya por acción, ya por omisión, hasta el momento en que, por la iniciación, convertido el discípulo en maestro, sea el solo responsable.»

 

Por las Grutas y Selvas del Indostán:

   «Según lo que hemos podido averiguar, los toddes tienen las más extrañas ideas acerca de la vida de ultratumba. A la siguiente pregunta: ¿en qué se transforma el todde cuando su cuerpo se convierte en cenizas en la pira?, uno de los terallis contestó:

   »–Su cuerpo se convertirá en pasto en las montañas y alimentará a los búfalos. Pero el amor por los niños y los hermanos se transformará en fuego, subirá al sol y allí arderá eternamente con una llama que dará calor a los búfalos y a los otros toddes.

   »Invitado a explicarse con más claridad, el terallí agregó:

   »–El fuego del sol –y señaló este astro–, está compuesto de los fuegos del amor.

   »–¿Entonces sólo el amor de los toddes arde allí? –observó su interlocutor.

   »–Sí –respondió el teralli–. Sólo el amor de los toddes… porque cada hombre bueno, blanco o negro, es un todde. Los hombres malvados no aman; por eso, no pueden subir al sol.»

 

   «No cuesta nada invocar el testimonio de seres conocidos en la historia y en la literatura desde Pitágoras y Platón hasta Paracelso y Eliphas Lévi que, al consagrarse exclusivamente al estudio de esta antigua ciencia enseñan que la magia blanca o divina no puede ser accesible a quienes se entregan al pecado o experimentan simplemente inclinación por él, sea cual fuere la forma en que se manifieste ese pecado. La rectitud, la pureza de costumbres, la ausencia de egoísmo, el amor al prójimo, tales son las primeras virtudes necesarias al mago. Sólo los hombres cuya alma es pura ‹ven a Dios›, proclama el axioma de los Rosacruces. Además, la magia nunca fue un acto sobrenatural.»

 

En Gemas de Asia recoge la frase del Bhuda:

   «El odio nunca se sacia con el odio; el odio se acaba con el amor; es una antigua regla».

 

La Clave de la Teosofía:

   «Por cada flor de amor y caridad que plante en el jardín de su vecino, desaparecerá una mala hierba del suyo, y de tal modo la Humanidad, este jardín de los dioses, podrá florecer. En todas las Biblias, en todas las religiones, encontramos este concepto claramente expuesto; pero los hombres de mala fe lo han desnaturalizado primero y corrompido y materializado después. No se requiere una nueva revelación. Que cada hombre sea para sí mismo una revelación; que el espíritu inmortal del hombre tome posesión del templo de su cuerpo; que expulse del mismo a los mercaderes y demás impurezas, y su propia  humanidad divina lo redimirá, porque cuando esté unido consigo mismo, entonces conocerá al ‹Arquitecto del Templo›.»

 

   «Porque el puro amor divino no es sólo la flor de un corazón humano, sino que tiene sus raíces en la eternidad. El santo amor espiritual es eterno, y tarde o temprano hace Karma que todos los que se amaron con ese afecto espiritual encarnen una vez más en el mismo grupo de familia. Repetimos que el amor de ultratumba, por más que lo tachéis de ilusorio, tiene un poder mágico y divino, que reacciona sobre los vivos. El amor que el Ego de una madre siente por los hijos imaginarios que ve cerca de sí (al vivir en una felicidad que es tan real para él como cuando se encontraba en la tierra), este amor siempre lo sentirán sus hijos durante su vida. Se manifestará en sueños, y a menudo en diversos acontecimientos, como en protecciones providenciales, porque el amor es un escudo poderoso y no está limitado por el espacio ni el tiempo. Lo que acabamos de decir respecto de esa ‹madre› devachánica puede aplicarse a las demás relaciones y afectos, excepto los puramente egoístas o materiales. La analogía os sugerirá lo demás.»

 

   «TEÓS.: ¿Cuál es el verdadero objeto de la educación moderna? ¿Es acaso cultivar y desarrollar la mente en el buen sentido; enseñar a los pobres y desheredados a soportar con valor el peso de la vida que Karma les ha asignado; fortalecer su voluntad; inculcar en ellos el amor al prójimo y el sentimiento de mutua hermandad, educando y formando el carácter para la vida práctica? Nada de esto. Y, sin embargo, ésos son innegablemente los objetos de toda educación verdadera […] Debiera, ante todo, enseñarse a los niños la propia confianza, el amor a todos los hombres, el altruismo, la caridad mutua, y más que nada, a pensar y razonar por sí mismos.»

 

La Voz del Silencio:

   «Esta tierra, discípulo, es la Mansión de dolor, en donde hay colocados, a lo largo del Sendero, de tremendas pruebas, diferentes lazos para recoger a tu YO, engañado con la ilusión llamada «Gran Herejía».(Attavada, la herejía de la creencia en el Alma, o mejor dicho, en la separatividad del Alma o Yo, del Yo único, universal e infinito) […] Haz que tu alma preste oído a todo grito de dolor, de igual modo que descubre su corazón el loto para absorber los rayos del sol matutino. No permitas que el sol ardiente seque una sola lágrima de dolor, antes que tú mismo la hayas enjugado en el ojo del afligido. Pero deja que las ardientes lágrimas humanas caigan una por una en tu corazón, y que en él permanezcan sin enjugarlas, hasta que se haya desvanecido el dolor que las causara.»

 

   «Mata el amor a la vida, pero si matas a Tanhâ, procura que no sea por la sed de vida eterna, sino para substituir lo pasajero por lo perdurable (Tanha es ‹la voluntad de vivir›, el temor a la muerte y el amor a la vida, la fuerza o energía que es causa de los renacimientos) […] Cada Portal tiene una llave de oro que abre su puerta; esas llaves son: 1. DÂNA, la llave de la caridad y el amor inmortal […] ¿Has armonizado tu ser con el gran dolor de la Humanidad, oh candidato a la Luz? ¿Sí?... Entonces puedes entrar. Pero, antes de poner el pie en el triste Sendero de Dolor, es bueno que conozcas primero las asechanzas dispuestas en tu camino […] Armado con la llave de la Caridad, del amor y de la tierna compasión, estás seguro ante la puerta de Dhâna, la puerta que hay a la entrada del SENDERO […] Allí Klesha (Klesha es el amor al placer o a los goces mundanos malos o buenos.) queda destruido para siempre y las raíces de Tanha arrancadas. Pero espera, Discípulo… Una palabra todavía. ¿Puedes tú aniquilar la COMPASIÓN divina? La compasión no es un atributo. Es la LEY de LEYES –la Armonía eterna, el YO de Âlaya; una esencia universal e infinita, la luz de la eterna Justicia y el concierto de todas las cosas, la ley del Amor eterno […] Cuanto más te identifiques con ella, fundiendo tu ser en su SER, cuanto más se una tu Alma con aquello que ES, tanto más te convertirás en COMPASIÓN ABSOLUTA (Esta ‹compasión› no debe ser considerada bajo la misma luz que ‹Dios, el amor divino› de los teístas. La compasión figura aquí como una ley abstracta e impersonal, cuya naturaleza, siendo la armonía absoluta, es puesta en confusión por la discordia, el sufrimiento y el pecado) […] Ese es el Sendero Ârya, el Sendero de los Buddhas de perfección.»

 

Glosario Teosófico:

   «Bhakti-mârga (Sánsc.) – Sendero de devoción o amor; sendero de devoción amorosa.»

 

   «Dâna (Sánsc.) – Literalmente, ‹caridad›. El acto de dar limosna a los mendicantes. Es la primera de las seis perfecciones (Paramitâs) del budismo. [La llave de caridad, de amor y tierna compasión; la llave de la primera puerta, la que hay a la entrada del Sendero (Voz del Silencio, III). – Dâna significa también don, dádiva, limosna; liberalidad, generosidad, etc.].»

 

   «Fohat – En su calidad de Amor divino (Eros), el poder eléctrico de afinidad y simpatía, Fohat es presentado alegóricamente tratando de unir el Espíritu puro, el Rayo inseparable de lo Absoluto, con el Alma, constituyendo ambos la Mónada en el hombre, y en la Naturaleza el primer eslabón entre lo siempre incondicionado y lo manifestado. Cada mundo tiene su respectivo Fohat, así es que hay tantos Fohats como mundos, variando cada uno de ellos en poder y grado de manifestación. Los Fohats individuales forman un Fohat colectivo, universal, aspecto–entidad de la única absoluta No-Entidad, que es Seidad absoluta, Sat].»

 

   «Fraternidad universal – Este es el primero de los objetos de la Sociedad Teosófica: ‹Formar un núcleo de Fraternidad universal de la Humanidad, sin distinción de raza, creencia, sexo, casta o color›. Para hacer resaltar la importancia de este objeto, traducimos las siguientes palabras de Lactancio (Instit., I, y, cap. 6): ‹La verdadera religión es la única que sepa hacer amar un hombre a otro hombre, puesto que enseña que todos los hombres están unidos por vínculos de fraternidad, por la razón de que Dios es el padre común de todos›. En efecto, nuestro verdadero Yo, el Espíritu individual que reside en el interior de cada hombre, es una chispa o partícula, por decirlo así, del Espíritu universal (Dios), siendo ambos idénticos en esencia, y debido a esta unidad de origen y esencia, todos los seres humanos son esencialmente idénticos entre sí, a pesar de la gran diversidad que ofrecen en su condición exterior. De ahí deriva la necesidad del altruismo, del amor, de la tolerancia y concordia que han de reinar entre todos los miembros de la familia humana, formando así una verdadera Fraternidad universal.»

 

   «Kâm-deva (Sánsc.) – Según las ideas populares, es el dios del amor; un Vizvadeva, en el panteón indo. Como el Eros de Hesíodo, degradado hasta el nivel de Cupido por la ley exotérica, y más degradado aún por el sentido popular que posteriormente se atribuyó a dicho término; así es Kâma un punto sumamente misterioso y metafísico. La más primitiva descripción védica de Kâma sólo da la nota fundamental de lo que simboliza. Kâma es el primer deseo universal consciente de bien y amor en general, y para todo cuanto vive y siente, requiere protección y benevolencia; el primer sentimiento de infinita y tierna compasión y piedad que nació en la conciencia de la creadora FUERZA ÚNICA, luego que vino a la vida y ser como un rayo de lo ABSOLUTO. Dice el Rig-veda: ‹El deseo apareció primero en ELLO, que fué el primitivo germen de la mente, y que los Sabios, investigando con su intelecto, han descubierto en su propio corazón ser el lazo que une la Entidad con la no-Entida›, o , sea el Manas con el puro Âtmâ-Buddhi. No hay idea alguna de amor sexual en el concepto. Kâma es por excelencia el divino deseo de crear felicidad y amor; y sólo siglos después, a medida que la humanidad empezó a materializar, por medio de la antropomorfización, sus más grandes ideales en escuetos y áridos dogmas, Kâma vino a convertirse en la potencia que satisface el deseo en el plano animal. Esto se halla demostrado por lo que dicen todos los Vedas y algunos Brâhmanas. En el Atharva-Veda, Kâma está representado como el Creador y la Divinidad suprema. En el Taittirîya Brâhamana, es el hijo que Dharma, dios de la Ley, de la Justicia, tuvo de Zraddhâ, diosa de la Fe. En otro relato, surge del corazón de Brahmâ. Otros le presentan nacido del agua, esto es, del caos primordial, o ‹Abismo›. De ahí uno de sus muchos nombres, Irâ-ja, ‹nacido del agua›, y A-ja, ‹innato›, y Âtmâ-bhû, o ‹Existente por sí mismo›. Por razón de llevar en su bandera el signo de Makara (Capricornio), se le llama también ‹Makara-ketu›.»

 

   «La voluntad, el amor y la imaginación son poderes mágicos que todos poseen, y aquel que sabe la manera de desarrollarlos y servirse de ellos de un modo consciente y eficaz, es un mago. El que los emplea para fines buenos, practica la magia blanca; el que los usa para fines egoístas o malos, es un mago negro.»

 

   «Manía (Gr.) – Entusiasmo, furor divino, transporte religioso, inspiración de los dioses. Platón enumera cuatro clases de manía: 1º musical; 2º teléstica o mística; 3º profética, y 4º la perteneciente al amor. El entusiasmo, en la verdadera acepción de la palabra, aparece. ¿Será esto un error tipográfico y deberá leerse ‹paganos›? Una de estas manías (especialmente la amorosa) puede ser suficiente para hacer remontar el alma a su divinidad y bienaventuranza primitivas; pero existe una íntima unión entre todas ellas, y la progresión ordinaria por la cual se encumbra el alma es, en primer lugar, por el entusiasmo musical, después por el teléstico o místico; 3º por el profético, y finalmente por el entusiasmo del Amor. (Véase: Zanoni. Introducción).»

 

    «Mâra (Sánsc.) – El Dios de la Tentación, el Seductor que trataba de apartar a Buddha de su SENDERO. Es denominado ‹Destructor› y ‹Muerte› (del Alma). Es uno de los nombres de Kâma, dios del amor. [El gran Engañador, el Tentador o Destructor. En las religiones exotéricas, Mâra es un demonio, un asura; pero, en la filosofía esotérica, es la Tentación personificada por los vicios humanos, y traducida esta palabra literalmente, significa ‹lo que mata› el Alma. Es representado como un Rey (Rey de los Mâras), con una corona en la cual brilla una joya con un resplandor tal que ciega a cuantos la miran, figurando este brillo la fascinación producida por el vicio sobre ciertas naturalezas. (Voz del Silencio, I). – Es el Diablo de los budistas.»

 

   «Metis (Gr.) – Sabiduría. La teología griega asociaba Metis (Sabiduría divina) con Eros (amor divino). Dicha palabra –como se dice también– formaba parte de la divinidad de los templarios, o sea el ídolo Baphomet, que algunos autores de nota derivan de Baphe, bautismo, y Metis, sabiduría; mientras que otros dicen que el ídolo en cuestión representaba los dos maestros a quienes los templarios negaban por igual, a saber: el Papa y Mahoma. (W.W.W).»

 

   «Pâramitâs (Sánsc.) – Perfecciones o virtudes trascendentales ‹nobles puertas de virtud que conducen al Bodhi y Prajñâ, el séptimo escalón de la sabiduría›. Hay seis de ellas para los laicos y diez para los sacerdotes. En la Voz del Silencio se enumeran las siete siguientes, que son otras tantas ‹llaves de oro› de los siete Portales que conducen a la ‹otra orilla› (Nirvâna): Dâna (caridad, amor); Zîla (pureza, armonía en la palabra y en la acción); Kchânti (paciencia); Viraga (indiferencia al placer y al dolor); Vîrya (energía); Dhyâna (contemplación, meditación) y Prajñâ (conocimiento, sabiduría). Practicar el sendero Pâramitâ es convertirse en un yoguî, con la intención de llegar a ser asceta (Voz del Silencio, II y III).»

 

   «Râga (Sánsc.) – Uno de los cinco klezas (aflicciones u obstáculos) en la filosofía yoga de Patañjali. En el Sânkhya-Kârikâ, es el «‹obstáculo› llamado amor y deseo en el sentido físico o terreno. Los cinco klezas son: avidyâ (ignorancia), asmitâ (egoísmo o egotismo), râga (amor, deseo), dvecha (aversión) y abhiniveza (temor de sufrir, [apego o inclinación]). – [Râga significa además: pasión, afecto, amor, apego, inclinación, atracción, deseo, gusto, y, en general, es aquella manifestación de la mente que tiende a retener los objetos que ocasionan una sensación de placer (Râma Prasâd).»

 

 

PETER DEUNOV

 

La Fuerza Mágica del Amor:

   «¿Cómo puedes decir que amas a alguien, si no sabes a quién amas? Tú amas a alguien en un hombre, pero no sabes quien es ese alguien. Tú amas a aquel que lo ha visitado. Y si aquel no es conocido, ya no puedes amarlo. Por eso, cuando crees amar a alguien, no digas que amas a Juan o a Pedro porque, en realidad, amas a ese luminoso Ser que lo ha visitado y está dentro de el.»

 

   «Frecuentemente se habla de almas similares, de almas colectivas. Sobre el concepto ‹similares› o ‹colectivas› debemos comprender aquellas almas que han salido al mismo tiempo del primer manantial de la vida. Por doquier que se encuentren, ellas se sienten cercanas, semejantes entre sí. Y cuando se encuentran, se comprenden y se aman, aun sin hablar. Si una de estas almas se permite decir de su alma cercana que la ama, introduce limitación en su corazón.»

 

   «Cuando alcances la ley del amor, sabrás que no existe otra ley más alta. El amor es la única fuerza en el mundo que es inconmensurable. Sólo se estudia y se determina a nivel de la super-consciencia. Una vez allí, el hombre ve las cosas en su absoluta realidad. Ha sido dicho que Dios es amor. El se manifiesta en la totalidad de la vida, por lo cual si buscas el amor, lo encontrarás también en la totalidad de la vida. Si estudias la vida manifestada en las piedras, las plantas, los animales y los hombres hallarás el amor de Dios.»

 

   «El amor contiene fuerza mágica. Si alguien no está conforme consigo mismo, si dice que es torpe, incapaz, inconstante y descortés con la gente, podrá cambiar cuando el amor lo visite. Una vez conectado con el amor será delicado, capaz bien dispuesto y sabrá cómo relacionarse con la gente. Y no sólo se relacionará bien con la gente, sino con las flores las hierbas y los animales. ¿Por qué es así? Porque este hombre sabrá que el amor también se ocupa de ellos. Las hierbas y las flores que aquí vemos también gozan del cuidado y la protección de seres amorosos e inteligentes.»

 

   «Amar a alguien significa trabajar por él, liberarlo de la incomodidad y las dificultades. Si esto no se puede hacer, entonces no se ama como se debe.»

 

   «En los seres humanos el amor se manifiesta mediante grados distintos. En unos se manifiesta más y en otros, menos. El conocimiento y el amor tienen sus grados. Quien trabaja más tiene más amor y mayor conocimiento. Los hay quienes tienen posibilidad de manifestar un gran amor y un gran conocimiento, pero han trabajado poco. Todos los seres han sido dotados de igual manera, pero no se manifiestan de igual forma.»

 

   «Entonces tenemos posibilidades manifestadas y no manifestadas. Esto es lo que crea la diferencia entre los hombres y entre todos los seres vivos. Para que el hombre manifieste sus posibilidades necesita amor. Cuando el amor lo visita, su conciencia despierta, o sea, se ilumina. Entonces, el amor alumbra la conciencia de los diferentes seres de acuerdo con el grado de su desarrollo.»

 

   «Los peces, las aves, los mamíferos, así como las personas, han tenido diferentes conceptos sobre el amor. Ni siquiera la gente de las diferentes razas tiene el mismo concepto sobre el amor. Las cinco razas tienen cinco conceptos distintos sobre el amor; mas la sexta raza, que aparecerá en el futuro, tendrá un concepto totalmente diferente acerca de 1a nueva comprensión del amor.»

 

   «Si quieres comprender el amor, observa a los niños. Sólo ellos podrán decirte qué cosa es el amor. Yo tengo en cuenta esos niños a los que nadie les ha predicado el amor. Con otras palabras, si quieres comprender el amor, vive en la pureza. Ya se ha dicho en las escrituras: ‹Sólo los puros de corazón verán a Dios›. Sólo los puros de corazón conocerán el amor. Quien comprende y conoce el amor, vive en el paraíso; quien no lo comprende, vive en el infierno. Entonces, el amor produce las cosas más bellas, pero también las más feas. Cuando el amor desciende entre los hombres, la tierra se convierte en un paraíso: y cuando el amor se pierde, la tierra se convierte en un infierno.»

 

   «Donde se manifiesta el amor, allí está Dios.»

 

   «Hay que saber distinguir las manifestaciones del amor. Este puede ser físico, espiritual o divino. A través de estos tres estados se transforman las energías. El discípulo debe vivir en el amor espiritual y divino. El amor físico cambia y se altera; el espiritual cambia sin alterarse, el divino no cambia ni se altera; solamente crece.»

 

 

ALICE A. BAILEY

 

Obras Completas:

   «Cuando tratemos de la evolución de la conciencia consideraremos más ampliamente este punto; pero ahora me limito a demostrar que las formas del reino vegetal construidas por átomos, no sólo denotan discernidora inteligencia y elasticidad, sino también capacidad de sensación, o de lo que en el reino vegetal corresponde a la emoción o sentimiento, pues la emoción es amor rudimentario.»

 

   «Sabemos que el hombre está hecho a imagen de Dios, y por eso debemos verlo reflejarse en la triple naturaleza del Logos. Debe demostrar inteligencia, expresar amor y manifestar voluntad.»

 

   «Por lo tanto, en el hombre tenemos realmente y en verdad, lo que el cristiano llama ‹imagen de Dios›. Para todos los pensadores debe ser evidente que la única manera de conocer a Dios es por el estudio de Su naturaleza o Su cualidad síquica. Sabemos que Dios es inteligencia, que es amor, o la gran fuerza atractiva del sistema solar y la enorme voluntad o propósito detrás de todo lo manifestado. Las Escrituras del mundo representan a la Deidad bajo estos tres aspectos y Se manifiesta triplemente en la naturaleza.»

 

   «Otro de los propósitos de la evolución tiene triple finalidad: coordinar el propósito o voluntad, el amor y la energía. Esto aún no se ha hecho. Ahora desplegamos mucha energía inteligente, pero es rara la persona cuya vida está animada por un propósito central que cumple indesviablemente, animada e instigada por el amor que actúa mediante la actividad inteligente. Sin embargo, llegará el momento en que habremos expandido nuestra conciencia en tal medida y estaremos tan activos internamente que seremos radiactivos. Entonces llevaremos a cabo un definido propósito, resultado del amor, y lograremos nuestro objetivo a través de la inteligencia. ¿No es esto lo que hace Dios? En nuestra actual etapa de desenvolvimiento somos, sin duda alguna, inteligentes, pero aún amamos muy poco. Algo de amor sentimos por nuestros amigos, conocidos y algo más por nuestra familia, pero prácticamente nada sabemos sobre amor grupal. No obstante, es verdad que hemos llegado a una etapa en la que podemos responder parcialmente cuando los grandes idealistas de la raza hablan del amor grupal y sentimos que es algo que quisiéramos ver realizado. Es bueno recordar que cuanto más reflexionamos sobre tales líneas definidamente altruistas, tanto más construiremos cosas de mayor valor y desarrollaremos lenta y laboriosamente los rudimentos de una verdadera conciencia grupal, muy lejos aún de la mayoría de nosotros.»

 

   «También el aspecto sabiduría o amor, impulsando al hombre hacia la perfección, mediante la comprensión de su unicidad con todo cuanto alienta, que da por resultado el servicio amoroso por medio del amor activo.»

 

    «El sexto Rayo de Devoción es, preeminentemente, el del sacrificio. Cuando es el rayo egoico, el método de acercamiento a través de la meditación toma la forma de dedicación concentrada por medio del amor, hacia algún individuo o ideal. El hombre aprende a ser incluyente por el amor a una persona o ideal; concentra todas sus facultades y esfuerzos en la contemplación de lo que se requiere, y sacrificándose por esa persona o ideal, entrega su cuerpo causal a las llamas del altar. Es el método del fanatismo divino que considera perdido todo lo que está fuera de su visión y, oportunamente, sacrifica gozosamente la entera personalidad. El cuerpo causal es destruido por el fuego, y así la vida liberada asciende al Espíritu en divina beatificación.»

 

   «A las mónadas que pertenecen al sexto Rayo de Devoción les es más difícil adaptarse, hasta acercarse al punto de síntesis. Las mónadas de primero y segundo rayos, hallan en aquel rayo un campo de expresión. Las mónadas de primer rayo tienen un vínculo directo con este rayo y tratan de aplicar la ley mediante el poder; mientras que las de segundo rayo, siendo de tipo sintético, guían y rigen por medio del amor.»

 

   «En el esfuerzo por hallar la nota de este sistema solar, la de amor y sabiduría, el estudiante establecerá la comunicación necesaria entre el plano emocional o de deseos, y el intuitivo, y descubrirá el secreto del plano emocional.»

 

   «Ante todo diré que debo abstenerme de dar cierta información que parece ser la natural consecuencia y el corolario de lo que voy a impartir. Los peligros que encierra el desarrollo irreflexivo de los centros es demasiado grande para aventurarnos a dar instrucciones plenas y detalladas. Tratamos de desarrollar Maestros de Compasión, dispensadores del amor en el Universo. No tratamos de desarrollar Maestros en las Artes Negras ni especialistas en la autoexpresión despiadada, a expensas de los no iniciados.»

 

   «Más tarde, el átomo emocional permanente cede su lugar al intuitivo, y la intuición pura y la comprensión perfecta, por medio del amor, constituyen el poder motivador, además de la facultad de razonar. Entonces el plexo solar se caracteriza por la preponderancia del color verde de la actividad, porque el cuerpo emocional es el agente activo de lo superior, y engendra muy poco el color rosa del deseo humano.»

 

   «Luego sirve por medio del amor convirtiéndose, en el transcurso del tiempo, en uno de los salvadores de los hombres, dedicando su vida y entregándose totalmente con perfecto amor a sus hermanos. Entonces llega una vida de supremo sacrificio y muere por amor para que otros puedan vivir.»

 

   «El estudiante construye diariamente, con cuidado, amor y atención, una forma de su Maestro, que encarna para él la ideal conciencia superior. Traza el delineamiento de esta forma durante la meditación y construye la trama en su vida y pensamientos diarios. Dota a esa forma de todas las virtudes, la ilumina con todos los colores y la vivifica, ante todo, por el amor del hombre a su Maestro; más adelante (una vez que ha llegado a ser adecuada para el propósito) es vitalizada por el Maestro mismo. En cierta etapa de desenvolvimiento esta forma proporcionará el campo para la experiencia oculta de entrar en la conciencia superior. El aspirante se reconoce como parte de la conciencia del Maestro, y en virtud de esta omniabarcante conciencia, penetra conscientemente en el grupo egoico a que pertenece el alma. Dicha forma provee el medio para tal experiencia, hasta que se puede prescindir de ella y el aspirante, a voluntad, se transfiere a su grupo, y más tarde mora allí permanentemente. Éste es el método empleado más extensamente, constituyendo el sendero de amor y devoción.»

 

   «Los primeros empezarán con la del ser amado, y desde él ascenderán hasta el Maestro a través de otros individuos. Los segundos comenzarán meditando sobre la virtud más deseada, agregarán una virtud tras otra durante la construcción de la forma del yo ideal, hasta practicar todas las virtudes, y súbitamente se pondrán en contacto con el Ego.»

 

   «Comenzaré exponiendo una verdad. El místico no es necesariamente un ocultista, pero el ocultista abarca al místico. El misticismo es sólo un paso en el sendero del ocultismo. En este sistema solar, sistema del amor en actividad, el sendero de menor resistencia para la mayoría es el del místico, el sendero de amor y devoción. En el próximo sistema solar, el sendero de menor resistencia será el que hoy conocemos como sendero ocultista. Entonces ya habrá sido recorrido el sendero del místico. ¿Qué diferencia existe entre ambos tipos? El místico tiene que ver con la vida evolutiva; el ocultista se ocupa de la forma. El místico se ocupa del Dios interno; el ocultista del Dios en la manifestación externa.»

 

   «El místico trabaja por medio de los Rayos de Amor, Armonía y Devoción o por el sendero de segundo, cuarto y sexto rayos. El ocultista trabaja por medio de los Rayos de Poder, Actividad y Ley Ceremonial o primero, tercero y séptimo rayos. Ambos se unen y fusionan mediante el desarrollo de la mente, quinto Rayo de Conocimiento Concreto (fragmento de la Inteligencia cósmica), y en este rayo el místico se convierte en ocultista y entonces trabaja con todos los rayos. Al descubrir dentro de sí mismo el reino de Dios y estudiar las leyes de su propio ser, el místico se hace experto en las leyes que rigen al universo, del cual es parte. El ocultista reconoce el reino de Dios en la naturaleza o en el sistema y se considera a sí mismo como ínfima parte del gran Todo y regido por las mismas leyes.»

 

   «El místico, por regla general, trabaja en el sector del Instructor del Mundo, el Cristo, y el ocultista actúa más frecuentemente bajo el Manu o Regente; pero cuando ambos han pasado por los cuatro rayos menores en el sector del Señor de la Civilización, se completa su desenvolvimiento, el místico se convierte en ocultista y este incluye las características del místico. Expresándome más sencillamente, a fin de que todos me entiendan, diré: después de la iniciación el místico se fusiona con el ocultista, porque se ha convertido en estudiante de la ley oculta; debe trabajar con la materia en su manipulación y empleo; debe dominar y controlar todas las formas inferiores de la manifestación y aprender las reglas de acuerdo a las cuales trabajan los devas constructores. El sendero místico previamente a la iniciación, puede ser denominado sendero de probación. Antes de que el ocultista pueda manejar inteligentemente la materia del sistema solar debe haber dominado las leyes que rigen el microcosmos y. aunque se halla naturalmente en el sendero ocultista, deberá aún descubrir el Dios dentro de su propio ser, antes de poder aventurarse, sin peligro, a entrar en el sendero de la ley oculta».

 

  «El místico trata de trabajar desde el plano emocional al intuicional, y de éste a la Mónada o Espíritu. El ocultista trabaja de lo físico a lo mental, de allí a Atma o Espíritu. Uno trabaja en la línea del Amor, el otro en la línea de la Voluntad. El místico no logra la finalidad de su ser -el amor demostrado en acción- a no ser que coordine el todo mediante el empleo de la voluntad inteligente; en consecuencia, se ha de convertir en ocultista. El ocultista también fracasa y se convierte en un exponente egoísta del poder, actuando por medio de la inteligencia, a no ser que encuentre, mediante un amor impulsor, un propósito para esa voluntad y conocimiento que le proporcione un móvil adecuado para todo lo que trata de realizar. He tratado de darles una idea clara de la diferencia que existe entre estos dos grupos, porque es de gran importancia cuando se estudia el tema de la meditación. Las fórmulas empleadas por ambos en cada caso son totalmente distintas y muy interesantes cuando se las ve clarividentemente.»

 

   «La fórmula mística. La expresión ‹fórmula mística› es casi una paradoja, porque el místico, librado a sí mismo, elimina completamente las fórmulas. Se concentra en el Dios interno, deteniéndose en este centro de conciencia; trata de vincularlo con otros centros, tales como el Maestro o algún santo y hasta con el Mismo Logos supremo, y de ascender por la línea de vida, sin prestar atención a las envolturas circundantes. Actúa en el sendero de fuego, la frase.»

 

   «‹Nuestro Dios es un fuego consumidor› constituye para él la afirmación literal de un hecho y una verdad captada. Asciende de un fuego a otro, y por realizaciones graduales del Fuego Interno llega al fuego del universo. Se puede decir que lo único que el místico emplea es una escala de fuego o una cruz de fuego, por medio de la cual eleva su conciencia al punto deseado. Se concentra sobre abstracciones y atributos más que sobre aspectos, y en la vida más que en lo concreto. El místico aspira, arde, armoniza, ama y trabaja por medio de la devoción. Medita tratando de eliminar la mente concreta en su totalidad y aspira a pasar del plano de la emoción al de la intuición. Adolece de los defectos de su tipo -soñador, visionario, falto de sentido práctico, emotivo, y carece de la cualidad mental llamada discernimiento. Es intuitivo, propenso a ser mártir y a autosacrificarse. Antes de poder alcanzar y pasar la iniciación debe realizar tres cosas: Primero, a través de la meditación, someter su naturaleza a una disciplina, aprender a construir formas y a conocer su valor. Segundo, llegar a conocer el valor de lo concreto y aprender bien el lugar que, en el esquema de las cosas, ocupan las diversas envolturas, mediante las cuales la vida que él tanto ama ha de manifestarse. Tiene que trabajar en la construcción de su cuerpo mental y convertirlo en un depósito de hechos, antes de que pueda seguir adelante.»

 

   «Tercero, aprender, por medio del inteligente estudio del microcosmos -su pequeño sistema espíritu-materia-, el doble valor del macrocosmos. En vez de conocer únicamente el Juego que consume ha de comprender y trabajar por medio del fuego que construye, fusiona y desarrolla la forma. Por medio de la meditación ha de aprender el triple empleo del Fuego. Esta última frase es de gran importancia y hago hincapié sobre ella.»

 

   «Formas místicas y ocultistas, vistas clarividentemente. Cuando el místico medita construye ante sí y a su alrededor contornos nebulosos, ambiguos y brumosos; de tal manera que él mismo constituye el centro de la forma. En muchos casos, según la inclinación de su mente, el núcleo de la forma será algún símbolo favorito, tal como una cruz, un altar y hasta la idea por él imaginada, de uno de los Grandes Seres. Esta forma aparece envuelta en nubes de devoción, vibrando en aleadas de color que denotarán aspiración, amor y anhelo ardiente. Tales colores son de pureza y trasparencia singulares y se remontan a grandes alturas. Según la aspiración y el amor del individuo así será la densidad y la belleza de las nubes ascendentes, y de acuerdo a la estabilidad de su temperamento será la precisión del símbolo o cuadro interno, alrededor del cual circulan las nubes de colores.»

 

   «Lo que he de comunicar hoy es de gran interés, pues me referiré a las fórmulas empleadas en los sectores del Manu, del Instructor del Mundo y del Mahachohan, el Señor de la Civilización. Estos tres sectores representan, en la Jerarquía, los tres aspectos del Logos, tal como se manifiestan en el sistema solar –el aspecto Voluntad o Poder, el aspecto Amor-Sabiduría (aspecto básico de este sistema) y el aspecto Actividad o Inteligencia–. Ya conocen ustedes, por el estudio anterior, el trabajo que corresponde a cada uno de estos tres sectores. El Manu manipula la materia y se ocupa de la evolución de la forma, ya sea la física densa del animal, vegetal, mineral, ser humano, planeta, o la forma de las razas, naciones, devas y otras evoluciones. El Instructor del Mundo o Bodhisatva, trabaja con la vida que evoluciona dentro de la forma, en la implantación de ideas religiosas y en el desenvolvimiento de los conceptos filosóficos, tanto en los individuos como en las razas.»

 

   «Lo que deseo explicar aquí son las tres líneas bien definidas por las cuales el hombre puede ascender hasta el Logos y llegar a la unión con el yo del sistema solar, ascender por la línea del Manu, realizar por la línea del Bodhisatva o llegar a la meta por el sendero del Mahachohan. Pero tengan especialmente en cuenta que en este planeta el Señor de Amor y Poder, el primer Kumara, es el punto focal de los tres sectores. Él es el Iniciador, ya sea que el hombre trabaje en la línea de poder, en la de amor o en la línea de la inteligencia, y finalmente llegará a su meta en el rayo sintético de amor y sabiduría. Él debe ser amor y tiene que manifestarlo, pero puede ser un amor que actúa por medio del poder, amor armonioso o amor que actúa a través del conocimiento, el ceremonial o la devoción; o puede ser simplemente amor puro y sabiduría, que fusiona a los demás. Amor fue la fuente y amor es la meta y el método para lograr la realización.»

 

   «La línea del Bodhisatva. Ésta es la línea de la religión y de la filosofía, como también del desenvolvimiento de la vida inmanente. Se ocupa de la conciencia en la forma, más que de la forma en sí siendo eso la línea de menor resistencia para la mayoría. Personifica el aspecto sabiduría del Logos, y es la línea por la cual se manifiesta Su amor de manera predominante, siendo en sí el sistema solar una expresión directa del Logos y de Su aspecto amor; toda la manifestación se basa en el amor –regir con amor, amar con plenitud, actuar con amor–, pero en la segunda línea la anterior manifestación es suprema, y con el tiempo absorberá a las demás.»

 

   «Quien medita sobre esta línea trata siempre de penetrar en la conciencia de todo cuanto alienta, a fin de llegar, con el tiempo, y a través de graduadas expansiones de conciencia, hasta la Omniconciencia, y penetrar en la vida del Ser supremo. Penetra así en la vida de todo lo que existe en la Conciencia logoica. No reflexiona tanto sobre la Ley, como sobre la vida regida por esa Ley. Por el amor comprende y por el amor se fusiona primeramente con su Ego, luego con su Maestro, después con su grupo egoico, más tarde con todos los grupos, hasta que finalmente penetra en la conciencia de la Deidad misma.»

 

   «Al trabajar con los devas, se emplea el aspecto sabiduría o amor, el segundo aspecto del Logos o aspecto constructor. Por medio del amor y el anhelo ustedes pueden llegar hasta ellos y, el primer paso a dar (pues están en el sendero de evolución como ellos), es ponerse en contacto con ellos, porque en lo futuro tendrán que trabajar juntos para guiar a las fuerzas elementales y ayudar a la humanidad. Es peligroso para los seres humanos, pobres necios ignorantes, entrometerse con las fuerzas de la involución, mientras no estén vinculados con los devas mediante la pureza de carácter y la nobleza de alma.»

 

   «Existe una interacción muy interesante entre: El Rayo de Amor-Sabiduría y el Rayo de Armonía, como ocurre entre los planos monádico y búdico […] el Rayo sintético de Amor y Sabiduría es la síntesis de todas las fuerzas de la vida.»

 

   «Arriba existe Voluntad, Amor y Actividad, o Poder, Sabiduría e Inteligencia, términos que aplicamos a los tres aspectos de la manifestación divina. Abajo hallaremos los tres en proceso de manifestación. a. La Personalidad expresa inteligencia activa. b. El Ego expresa amor o sabiduría. c. La Mónada expresa poder o voluntad. En los tres mundos de la personalidad tenemos: a. El físico, que expresa un reflejo del aspecto actividad. b. El astral, que expresa un reflejo del aspecto amor o sabiduría. c. El mental, que expresa un reflejo del aspecto voluntad o poder […]  ¿Cuáles son los colores de estos tres cuerpos, descritos exotéricamente? […]  a. El violeta del físico, según se manifiesta en el etérico. b. El rosa o rojo del astral. c. El anaranjado del mental. ¿Qué tenemos en la Tríada o mundo del triple Ego? a. Manas superior, expresando el aspecto actividad o inteligencia. b. Budi, expresando el aspecto amor o sabiduría. c. Atma, expresando el aspecto poder o voluntad. ¿Cuáles son los colores de estos cuerpos, exotéricamente descritos?: a. El azul de los niveles manásicos superiores. b. El amarillo del nivel búdico. c. El verde del nivel átmico. Ellos están en proceso de transmutación. Deben realizar el correspondiente cambio de colores de lo inferior a lo superior. Relacionen esta información con la dada en una carta anterior sobre la trasferencia de la polarización. Existe una correspondencia directa entre: a. El violeta del nivel etérico y el azul del mental superior. b. El rosa del astral y el amarillo del búdico. c. El anaranjado del mental y el verde del átmico.»

 

   «Empleo del color en la meditación. Todos los colores emanan de una fuente o de un color primario –en este sistema solar el rayo índigo cósmico vela el de amor o sabiduría cósmico– que luego se separa en tres colores principales, después en cuatro menores, formando los siete colores del espectro. Verán el mismo efecto en la vida del individuo, pues siempre el macrocosmos afecta al microcosmos. El color primario del individuo será su rayo monádico, manifestándose a continuación los tres colores de la Tríada y los cuatro colores del Cuaternario. En el sendero de retorno estos siete colores se trasforman en tres y nuevamente en uno.»

 

   «Recuerden la primera parte de las observaciones hechas por ese Iniciado, donde indica el medio por el cual se disipa la oscuridad y se alcanza el conocimiento de los Grandes Seres. Hace hincapié en que sólo por el amor se recorre el sendero de luz y conocimiento. ¿Por qué hace hincapié en el amor? Porque la meta para todos es el amor y allí subyace la fusión. Para explicar científicamente, lo que con frecuencia es un sentimiento ambiguo, podemos expresarlo de la manera siguiente: Cuando se logra esa vibración, análoga a la del Rayo de Amor-Sabiduría (el rayo divino), se hace contacto con los Señores de Amor, se conoce a los Maestros de Compasión, y la posibilidad de penetrar en la conciencia de los Grandes Seres y de todos nuestros hermanos, cualquiera sea su rango, se convierte en una realidad de la manifestación.»

 

   «Métodos de acercamiento a los Maestros y resultados obtenidos. Los métodos de acercamiento son tres. Podemos indicar además cinco resultados del empleo de los métodos. Los tres métodos son: 1. Servicio santificado. 2. Amor, demostrándose a través de la sabiduría. 3. Aplicación intelectual. Estos tres sólo son distintos modos de expresar una misma cosa: actividad en un sólo sentido, que se expresa en servicio a la raza por medio del amor y la sabiduría. Algunos individuos lo expresan de una manera y otros de otra; unos tienen la apariencia externa de la intelectualidad y otros la del amor; sin embargo, antes de lograr la meta, la intelectualidad ha de estar basada en el amor, mientras que el amor sin desarrollo mental y sin la discriminación que otorga la mente, es propenso al desequilibrio y a la imprudencia. Tanto el amor como la mente han de expresarse en términos de servicio antes de que puedan florecer plenamente.»

 

   «¿Ven, por lo tanto, la síntesis de esto? Ante todo, la tenaz centralización, signo del ocultista, fusionado por la sabiduría y el amor, reflejo de lo superior en el espejo del cuerpo emocional; luego, el intelecto forzado a actuar como servidor del Yo o Ego centralizado, animado por el amor y la sabiduría, dando por resultado el verdadero yogui.»

 

   «Amor y Sabiduría. Este método constituye la línea de menor resistencia para los hijos de los hombres. Es el subrayo del rayo sintético de una vibración análoga, de la cual nuestro sistema solar es la manifestación objetiva. Pero quisiera señalar que el amor adquirido por quien practica la meditación y sigue esta línea, no constituye el concepto sentimental que tan frecuentemente se pone en discusión. Tampoco es el amor que no discrimina, ve limitaciones ni reconoce defectos. No es ese amor que evita la corrección y se expresa en una actitud irracional hacia todo ser viviente. Tampoco es el amor que impele a todos a prestar servicio, adecuado o inadecuado, y no reconoce diferencias en los grados de evolución. Gran parte de lo que se denomina amor -si se lo dejara actuar con lógica- prescindiría aparentemente de la escala de evolución y le daría a todo igual valor. Potencialmente es así, pero en los actuales términos de servicio no lo es.»

 

  «El verdadero amor o sabiduría ve con perfecta claridad las deficiencias inherentes a toda forma, y dirige sus esfuerzos a prestar ayuda a la vida que en ella mora, para liberarla de sus trabas. Sabe a quienes debe ayudar y quienes no necesitan ayuda. Oye con claridad, percibe el pensamiento del corazón y trata de fusionar en uno a todos los que actúan en el campo mundial. Esto no se obtiene obrando ciegamente, sino por el discernimiento y la sabiduría, separando las vibraciones antagónicas y ubicándolas en distinta posición. Se ha hecho demasiado hincapié en lo que se llama amor (interpretado por el hombre de acuerdo a su actual grado de evolución) y no en la sabiduría, que es amor expresándose en servicio- ese servicio que reconoce la ley oculta, el significado del tiempo y la etapa de evolución alcanzada.»

 

   «La presente ronda marca la culminación del segundo método, el de Amor-Sabiduría. En la cuarta ronda el emocional obtiene un elevado grado de vibración, y existe una conexión directa entre el cuarto plano de armonía, el cuerpo emocional o cuarto principio, el cuaternario, la cuarta raza raíz o Atlante, que coordinó el astral. En estas correspondencias o analogías tenemos mucho tema para pensar.»

 

   «El siguiente paso es constante cuidado y control del cuerpo emocional. Como es bien sabido, éste es el vehículo más difícil de manejar. No se deben permitir los excesos emotivos, pero sí que el cuerpo emocional sea atravesado por fuertes corrientes de amor dirigidas hacia todo cuanto alienta. Por ser el amor la ley del sistema, es constructivo y estabilizador y hace que todo progrese de acuerdo con la ley. Ningún temor, ansiedad o preocupación debe agitar el cuerpo emocional del aspirante a servidor. Tiene que cultivar la serenidad, la estabilidad y el sentimiento de que puede confiar y depender de la Ley de Dios. Su actitud habitual debe tener por característica la confianza gozosa. No siente envidia ni depresión ensombrecedora, codicia ni autoconmiseración sino que, convencido de que todos los hombres somos hermanos y que todo cuanto existe es para todos, sigue su camino imperturbable.»

 

   «El Rayo Sintético que fusiona a todos es el gran Rayo de Amor-Sabiduría, pues en verdad ‹Dios es Amor›. Éste es el rayo índigo, el rayo fusionador, que al final del gran ciclo absorberá a todos los demás, cuando se obtenga la perfección sintética. También es la manifestación del segundo aspecto de la vida logoica. Este aspecto, el de constructor de la forma, hace de nuestro sistema solar el más concreto de los tres sistemas mayores. El aspecto Amor-Sabiduría se manifiesta mediante la construcción de la forma, y como ‹Dios es Amor›, en el Dios de Amor ‹vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser› y así será hasta el fin de la manifestación de los eones.»

 

   «Cada iniciado lógicamente posee uno de los tres rayos mayores como rayo primario o espiritual, y en el rayo de su mónada es donde finalmente adquiere poder. El rayo de amor o rayo sintético del sistema, es el último que se adquiere.»

 

   «En el quinto reino la conciencia a desarrollar es la de grupo, y se manifiesta en el pleno florecimiento de la facultad amor-sabiduría. El hombre no hace más que repetir, en una vuelta más alta de la espiral, la tarea de los tres reinos inferiores, pues en el reino humano manifiesta el tercer aspecto de inteligencia activa. En el quinto reino, en el cual se ingresa en la primera iniciación, que abarca todo el período de tiempo durante el cual recibe el hombre las cinco primeras iniciaciones y actúa como Maestro y parte de la Jerarquía, llega a su consumación el aspecto amor-sabiduría o segundo aspecto. En la sexta y séptima iniciaciones fulgura el primer aspecto o voluntad, y después de ser Maestro de Compasión y Señor de Amor, el adepto se trasforma en algo más. Penetra en una conciencia superior a la grupal, la Conciencia de Dios, y se hace consciente de Dios. Entonces entra en posesión de la gran voluntad o propósito del Logos.»

 

   «Estos Hermanos Mayores de la Raza han sufrido la crucifixión del yo personal y saben de la total renuncia del aspirante. No existe ninguna fase de agonía, ningún sacrificio consumado, ninguna Vía Dolorosa por la que no hayan pasado, y en esto radica Su derecho a servir y el poder de Su demanda. Conocedores de la quintaesencia del dolor, de la profundidad del pecado y del sufrimiento, Sus métodos pueden ser exactamente adecuados a las necesidades individuales; pero al mismo tiempo su compresión de que la liberación se obtendrá por medio del dolor, el castigo y el sufrimiento, y su captación de que la liberación se obtiene mediante el sacrificio de la forma, a través de los fuegos purificadores, basta para proporcionarles un firme apoyo y la capacidad de persistir, aun cuando la forma aparente haber sufrido suficientemente, y el amor que triunfa sobre todos los obstáculos, esté fundado en la paciencia y la experiencia. Estos Hermanos Mayores de la humanidad se caracterizan por un perdurable amor, que actúa siempre en bien del grupo; por un conocimiento adquirido en el transcurso de millares de vidas, durante las cuales se abrieron camino desde el fondo de la vida y de la evolución, hasta llegar casi a la cima; por una experiencia basada en el tiempo mismo y en una multiplicidad de reacciones e interacciones de la personalidad; por una valentía, resultado de esa experiencia, que habiendo sido producto de épocas de esfuerzos fracasos y renovados esfuerzos que condujeron finalmente al triunfo, pueden ponerse ahora al servicio de la raza; por un propósito iluminado, inteligente y cooperador, ajustado al grupo y al Plan jerárquico y adaptado a la finalidad del Logos planetario; finalmente, se caracterizan por su conocimiento del poder del sonido.»

 

   «Como ya se ha afirmado, a la cabeza de todas las actividades, controlando cada unidad y dirigiendo toda evolución, se halla el REY, el Señor del Mundo, Sanat Kumara, el Joven de los Eternos Veranos, y el Manantial de la Voluntad (demostrándose como Amor) del Logos planetario. Colaborando con Él y como Sus consejeros, hay tres Personajes llamadas Pratyeka Budas, o Budas de Actividad. Estos cuatro Seres encarnan la voluntad activa, amorosa e inteligente. Son el pleno florecimiento de la inteligencia, habiendo logrado en un sistema solar anterior lo que el hombre está ahora tratando de perfeccionar. En anteriores ciclos de este sistema, Ellos comenzaron a demostrar amor inteligente y, desde el punto de vista del hombre, el ser humano común, son el amor e inteligencia perfectos, aunque desde el punto de vista de esa Existencia que en Su cuerpo de manifestación abarca también nuestro sistema planetario, ese aspecto amor se halla aún en proceso de desarrollo y la voluntad es sólo embrionaria. Será otro el sistema solar que verá fructificar el aspecto voluntad, así como el amor madurará en el nuestro.»

 

   «El Trabajo del Instructor del Mundo, el Cristo. El segundo grupo está presidido el Instructor del Mundo. Es ese gran Ser que los cristianos denominan Cristo. En Oriente es conocido como el Bodhisattva y el Señor Maitreya, y por los devotos mahometanos, como el Iman Madhi. Ha presidido los destinos de la vida desde el año 600 a.C.; es Quien apareció entre los hombres y a Quien se espera nuevamente. Es el gran Señor de Amor y Compasión, así como su predecesor, Buda, fue el Señor de Sabiduría. A través de Él fluye la energía del segundo aspecto que Le llega directamente desde el centro cardíaco del Logos planetario, a través del corazón de Sanat Kurnara. Actúa por la meditación centrada en el corazón. Es el Instructor del Mundo, el Maestro de Maestros y el Instructor de Ángeles, y se Le ha confiado la guía de los destinos espirituales de los hombres y el despertar del reconocimiento de que cada ser humano es una criatura de Dios y un hijo del Altísimo.»

 

   «Así tenemos Voluntad, Amor e Inteligencia, representados en estos tres Grandes Señores; tenemos el yo y el no-yo, y su relación sintetizada en la unidad de la manifestación; tenemos gobierno racial, religión y civilización, constituyendo un todo coherente, y la manifestación física, el aspecto amor o deseo, y la mente del Logos planetario, exteriorizándose en objetividad. Entre estas tres Personalidades existe la más íntima colaboración y unidad, y todo movimiento, plan y acontecimiento, tienen su existencia en Su previo conocimiento unido. Están en continuo contacto con el Señor del Mundo en Shamballa, y la dirección de todos los asuntos descansa en sus manos y en las del Manu de la cuarta raza raíz. El Instructor del Mundo ocupa Su lugar, en conexión con las razas raíces cuarta y quinta.»

 

   «El Maestro Koot Humi, muy conocido en Occidente, tiene muchos discípulos en todas partes, es oriundo de Cachemira y Su familia originalmente procedió de la India. Es también un Iniciado de alto grado y pertenece al segundo rayo de Amor-Sabiduría. Es de noble presencia y alta estatura, aunque algo menos corpulento que el Maestro M.; de tez blanca, cabello y barba color castaño dorado, y ojos de un maravilloso azul profundo, a través de ellos parece fluir el amor y la sabiduría le las edades. Tiene una gran experiencia y una vasta cultura; fue originalmente educado en una de las Universidades británicas y habla correctamente el inglés. Lee mucho, y los libros de todas las literaturas en diversos idiomas, llegan a Su estudio en el Himalaya. Se ocupa principalmente de la vitalización de ciertas grandes tendencias filosóficas y Se interesa por algunas organizaciones filantrópicas. Le corresponde, en gran parte, el trabajo de estimular la manifestación del amor, latente en el corazón de todos los hombres, y despertar en la conciencia de la raza la percepción del gran hecho fundamental de la hermandad.»

 

   «El Maestro Djwal Khul o Maestro D. K., como se lo llama frecuentemente, es otro adepto del segundo rayo de Amor-Sabiduría, el último de los adeptos que pasaron la iniciación, pues recibió la quinta iniciación en 1875; conserva el mismo cuerpo de entonces; la mayoría de los Maestros la recibieron en cuerpos anteriores, su cuerpo de origen tibetano no es joven. Está dedicado al Maestro K. H. y vive en una casita cercana a la de este Maestro. Por Su disposición a servir y a hacer cuanto sea necesario, ha sido llamado ‹el Mensajero de los Maestros›. Es muy culto y tiene más conocimiento acerca de los rayos y de las Jerarquías planetarias del sistema solar, que ningún otro Maestro. Trabaja con quienes se dedican a la curación, y coopera en los grandes laboratorios del mundo en forma desconocida e invisible, con los buscadores de la verdad, con todos los que tratan definidamente de curar y aliviar al mundo y con los grandes movimientos filantrópicos mundiales, tales como la Cruz Roja. Se ocupa de los discípulos de los distintos Maestros, que pueden aprovechar su instrucción, y en los últimos diez años ha aliviado, en gran parte, el trabajo de enseñanza de los Maestros M. y K. H., tomando a Su cargo, por determinado tiempo, algunos de Sus aspirantes y discípulos. También trabaja mucho con ciertos grupos de devas del éter, que son devas sanadores y colaboran así con Él en el trabajo de remediar algunos males físicos de la humanidad. Dictó gran parte de la monumental obra La Doctrina Secreta, y le hizo ver a H.P. Blavatsky muchas ilustraciones y datos que aparecen en ese libro.»

 

   «Estar alerta y vigilar el corazón. Es muy dolorosa la trasferencia del fuego del centro plexo solar al centro cardíaco. No es fácil amar como lo hacen los Grandes Seres, con amor puro, que no exige recompensa; con amor impersonal, que se regocija cuando hay respuesta, pero no la espera, y ama constante, silenciosa y profundamente, a través de las aparentes divergencias, con la seguridad de, que cuando todos hayan encontrado el camino hacia el hogar, comprenderán que ese hogar es el lugar de unificación.»

 

   «Al reflexionar sobre el tema de la realización de los hijos de los hombres, debe reconocerse que el género humano completa una unificación tras otra; los ‹Hombres celestiales› son integrados en los niveles intuitivos y espirituales, y a su vez constituyen los centros de los grandes ‹Hombres celestiales› en el sistema solar. Estos siete Hombres celestiales en cuyos cuerpos encuentran su lugar cada mónada humana y deva, forman los siete centros del cuerpo del Logos, el cual a su vez constituye el centro cardíaco (porque Dios es amor) de una entidad aún superior. La consumación para quienes pertenecen a este sistema solar, ocurrirá cuando el Logos reciba Su quinta iniciación. Cuando los hijos de los hombres alcancen la quinta iniciación, Él llegará a Su meta. Éste es para nosotros un incomprensible y gran misterio.»

 

   «Como esfera de fuego radiante, vinculada con el iniciado que está ante ella, por el hilo de fuego magnético que pasa a través de todos sus cuerpos y termina en el centro del cerebro físico. Este ‹hilo de plata› (como se lo llama inexactamente en La Biblia, al describir su liberación del cuerpo físico y la subsiguiente abstracción) emana del centro cardíaco del Ángel solar, vinculando así corazón y cerebro –esa gran dualidad que manifiesta amor e inteligencia en este sistema solar–. La esfera ígnea está análogamente vinculada del mismo modo, con. muchas otras que pertenecen al mismo grupo y rayo. Este hecho concreto demuestra que todos somos uno en los planos superiores. Una sola vida palpita y circula a través de todo, mediante hilos ígneos y es parte de la revelación que el hombre recibe, ante la ‹Presencia›, con sus ojos ocultamente abiertos.»

 

   «Otra manera de recalcar la misma verdad, consiste en considerar al cuerpo egoico como un centro de fuerza, una rueda de energía o un loto, imaginándolo como un loto de nueve pétalos, que oculta dentro de ellos una unidad central de tres pétalos, los cuales a su vez ocultan la vida o ‹joya en el loto›. A medida que prosigue la evolución, estos tres círculos de tres pétalos se despliegan gradualmente, produciendo un efecto simultáneo sobre uno de los tres centrales. A estos tres círculos se los denomina respectivamente pétalos del Sacrificio, del Amor y del Conocimiento. En la iniciación, el Cetro se aplica a los pétalos en forma científica y regulada, según el rayo y la tendencia, lo cual determina la eclosión del capullo central, la revelación de la joya, la extracción de esa joya del estuche en el que estuvo tanto tiempo resguardada y su trasferencia a "la corona", como se dice ocultamente, lo que significa su retorno a la mónada de la cual originó.»

 

   «Sabemos, como hecho general, que antes de hollar los siete senderos, el hombre debe llegar a ser un Maestro de Sabiduría, un Hermano de Compasión, capaz de aplicar la Ley con inteligencia y amor. Lo que ahora nos corresponde es adaptarnos, a fin de hollar el sendero de iniciación, mediante la disciplina del sendero de probación, la cuidadosa orientación de la vida, la obediencia a la ley, según se la comprenda, y el servicio a la raza. Cuando alcancemos la liberación, entonces estos senderos se extenderán ante nosotros y veremos claramente cuál debemos seguir. Todo actúa en este sistema bajo la gran ley de atracción, y de nuestra vibración, color y tono, dependerá muy probablemente la elección. El mayor libre albedrío del sistema cósmico está limitado como lo está el libre albedrío del sistema del cual somos parte y el libre albedrío del hombre mismo. De la cualidad innata dependerá la dirección de nuestro futuro progreso.»

 

   «Regla Uno. Que el discípulo investigue dentro de la profunda caverna del corazón. Si allí arde intensamente el fuego, dando calor a su hermano, pero no a sí mismo, ha llegado el momento de solicitar autorización para presentarse ante el portal. Cuando el amor a todos los seres, sin tener en cuenta quienes son, comienza a ser una realidad en el corazón del discípulo y, al mismo tiempo, el amor a sí mismo no existe, indica que se está acercando al Portal de la Iniciación y puede prestar los juramentos preliminares necesarios, antes de que su Maestro entregue su nombre como solicitante de la iniciación. Si no le importa el sufrimiento y el dolor del yo inferior, si le resulta indiferente ser feliz o no, si el único propósito de su vida es servir y salvar al mundo y si las necesidades del prójimo son para él de mayor importancia que las propias, recién entonces el fuego del amor irradia de su ser y el mundo podrá sentirse confortado ante sus pies. Este amor debe ser una manifestación probada y práctica y no sólo una teoría ni simplemente un ideal impracticable y un sentimiento grato, sino algo surgido de las experiencias y pruebas de la vida, de tal modo que el primer impulso de la vida sea el autosacrificio y la inmolación de la naturaleza inferior.»

 

   «Que el discípulo transfiera el fuego desde el triángulo inferior al superior y preserve aquello que es creado por el fuego en el punto medio. Esto literalmente significa que el iniciado controle lo que se entiende generalmente por impulso sexual y la trasferencia del fuego que ahora vitaliza normalmente los órganos genitales, al centro laríngeo, llegando a la creación en el plano mental, por medio de la mente. Aquello que se ha de crear, debe ser nutrido y mantenido por la energía amor de la naturaleza, emanada del centro cardíaco. El triángulo inferior mencionado es: 1. El plexo solar. 2. La base de la columna vertebral. 3. Los órganos genitales. Mientras que el superior, como se ha señalado, es: 1. La cabeza. 2. La garganta. 3. El corazón […] Esto puede ser interpretado por el lector superficial como el mandato de ser célibe, y la promesa, por el solicitante, de que se abstendrá de toda manifestación física del impulso sexual. Pero no es así. Muchos iniciados han logrado su objetivo cuando, correcta e inteligentemente, participaron en la relación matrimonial. El iniciado cultiva una peculiar actitud mental, donde reconoce que todas las formas de manifestación son divinas, y que el plano físico es una forma de expresión divina como cualquiera de los planos superiores. Se da cuenta que la manifestación más íntima de la divinidad debe estar bajo el control consciente de la divinidad interna, y que todo acto debe ser regido por el esfuerzo de cumplir todos los deberes y obligaciones, supervisar toda acción y actuación y utilizar el vehículo físico, de modo que el grupo pueda ser beneficiado por ello y ayudado en su progreso espiritual, en la ley perfectamente cumplida […] No se puede negar que en ciertas etapas es aconsejable que el hombre logre perfecto control, en determinado sentido, por medio de una temporaria abstención, pero esto es un medio para un fin, que será seguido por etapas, cuando obtenido el control el hombre demuestre los atributos de la divinidad a través del cuerpo físico, y cada centro se use normal e inteligentemente para desarrollar los propósitos de la raza.»

 

   «Los Iniciados y Maestros contraen matrimonio en muchos casos, y normalmente cumplen con sus deberes conyugales y domésticos como esposos y esposas, pero se controlan y regulan por el propósito y la intención, y ninguno se deja llevar por la pasión ni el deseo. En el hombre perfecto, en el plano físico, todos los centros están completamente controlados, siendo su energía utilizada legítimamente. La voluntad espiritual del divino Dios interno es el factor principal; así habrá manifiesta unidad de esfuerzo en cada plano, por medio de todos los centros, para el mayor bien de un mayor número».

 

   «He tratado estos temas porque muchos estudiantes se confunden y adoptan una actitud mental que atrofia completamente la naturaleza física normal, o bien se entregan al libertinaje bajo el pretexto de ‹estimular los centros› y acrecentar el desenvolvimiento astral. El verdadero iniciado debe ser conocido por su prudente y santificada normalidad, por su constante conformidad con lo que es para bien del grupo, según las leyes del respectivo país, por el control y abstención de todo tipo de excesos y por el ejemplo de vida espiritual y rectitud moral que da a sus asociados, juntamente con la disciplina de su vida.»

 

   «Hay siete leyes que rigen la manifestación de nuestro Logos solar. a. La Ley de Vibración. b. La Ley de Cohesión. c. La Ley de Desintegración. d. La Ley del Control Magnético. e. La Ley de Fijación. f. La Ley del Amor. g. La Ley del Sacrificio y de la Muerte. 4. Cada una de estas Leyes se manifiesta particularmente en cualquiera de los siete planos del sistema solar.»

 

   «En el séptimo decimocuarto eón, Los Hijos de la Mente y del Corazón, absorbidos por la llama infinita, se unirán a los Hijos de la Voluntad, durante la manifestación manvantárica. Tres veces girará la rueda. En el centro se encuentran los budas de actividad, ayudados por los señores del amor, y a continuación de su trabajo dual llegarán los radiantes señores del poder. Los budas de la creación han surgido del pasado. Los budas del amor ya se están reuniendo. Los budas de la voluntad, al finalizar la última vuelta de la tercera rueda mayor, vendrán al ser en una llamarada. Entonces se habrá consumado el fin.»

 

   «El Rayo de amor inteligente. Este rayo contiene la vibración más elevada que nuestro Logos o Deidad solar es capaz de producir en el actual sistema solar. Aún no vibra en forma adecuada ni tampoco ha logrado su máxima actividad. Es la base del movimiento cíclico en espiral del cuerpo logoico, y así como la Ley de Economía es la ley que rige los fuegos internos del sistema, así también la Ley cósmica de Atracción y Repulsión es la ley básica de este Rayo divino.»

 

   «Cuando el rayo primordial de actividad inteligente, el rayo divino de amor inteligente y el tercer rayo cósmico de voluntad inteligente se unan, mezclen, fusionen y resplandezcan, el Logos recibirá la quinta Iniciación, completando así uno de Sus ciclos.»

 

   «La combinación de los tres fuegos, la fusión de los tres rayos y la colaboración de los tres Logos, tienen por objetivo (en la actualidad y dentro de este sistema solar) el desarrollo de la Esencia del Señor Cósmico de Amor, la segunda Persona de la trinidad logoica. Al principio no fue así, en el futuro tampoco lo será, pero ahora lo es.»

 

   «Las mónadas de la cuarta Jerarquía creadora o mónadas humanas, se clasifican en tres grupos principales: a. Las Mónadas de Voluntad. b. Las Mónadas de Amor. c. Las Mónadas de Actividad.»

 

   «Los latidos del corazón del Logos (si se puede expresar en forma tan inadecuada) son la fuente de toda la evolución cíclica; de allí la importancia que se le atribuye a ese aspecto del desarrollo, denominado del ‹corazón› o del ‹amor›, y el interés que despierta el estudio del ritmo. Esto no sólo es verdad, cósmica y macrocósmicamente, sino también cuando se estudia al ente humano. Subyacentes en todas las sensaciones físicas producidas por el ritmo, la vibración, los ciclos y los latidos del corazón, se hallan las analogías subjetivas –amor, sentimiento, emoción, deseo, armonía, síntesis y orden consecutivo– y detrás de estas analogías se halla el origen de todo, la identidad de ese Supremo Ser.»

 

   «El Segundo Logos. El segundo Logos, Vishnu, el Rayo divino de Sabiduría, el gran principio Budi, trata de fusionarse con el principio Inteligencia y está caracterizado por el Amor. Podríamos denominar su movimiento, cíclico-espiral. Aprovechando el movimiento de rotación de los átomos agrega a éste Su propia forma de movimiento, movimiento periódico en espiral, y circulando en órbita o sendero esferoidal (que gira alrededor de un foco central, ascendiendo siempre en espiral) obtiene dos resultados: a. Agrupa los átomos en formas. b. Mediante dichas formas, establece el contacto necesario y desarrolla plena conciencia en los cinco planos del desarrollo humano, sutilizando y refinando gradualmente las formas a medida que el Espíritu de Amor o Llama divina, asciende siempre en espiral hacia su meta –meta que es también la fuente de donde procede.»

 

   «A tres de estos centros se los denomina mayores, porque personifican los tres aspectos de la triple Mónada -Voluntad, Amor e Inteligencia: 1. El centro coronario La Mónada. Voluntad o Poder. 2. El centro cardíaco El Ego. Amor y Sabiduría. 3. El centro laríngeo La Personalidad Actividad o Inteligencia.»

 

   «La respuesta sería que el rayo egoico puede ser uno de los siete; pero se ha de recordar que en este sistema solar astral-búdico, donde el amor y la sabiduría vienen a la objetividad, la mayoría de las mónadas están en el Rayo de Amor-Sabiduría. El hecho de que éste constituya el rayo sintético tiene vasto significado. Es el sistema del HIJO, CUYO nombre es Amor, la divina encarnación de Vishnu. El Dragón de la sabiduría se halla en manifestación y trae a la encarnación esas Entidades cósmicas que en esencia son idénticas a EL. Después de la tercera Iniciación todo ser humano encuentra que su rayo monádico pertenece a uno de los tres rayos mayores.»

 

   «Del mismo modo que la fuerza espiritual o aspecto voluntad construyó el sistema solar, así se construye en el hombre el cuerpo causal. Al ponerse en contacto Espíritu y materia (Padre-Madre) en el macrocosmos y al unirse por un acto de voluntad, vino a la existencia el Hijo, el sistema solar objetivo: ese Hijo del deseo, cuya característica es Amor y cuya naturaleza es budi o sabiduría espiritual. Por la unión (en el microcosmos) del Espíritu y la materia y su coherencia por medio de la fuerza o la voluntad espiritual, se produce ese sistema objetivo, el cuerpo causal, producto del deseo transmutado, cuya característica (una vez manifestada plenamente) será el amor, que con el tiempo expresará a budi en el plano físico. El cuerpo causal es sólo la envoltura del Ego. El sistema solar es la envoltura del Hijo. En los sistemas mayor y menor existen centros de fuerza que producen la objetividad. Los centros del Ser humano son el reflejo, en los tres mundos, de esos centros superiores de fuerza.»

 

   «La línea del Bodhisattva es Amor-Sabiduría y la detallada ciencia del Alma; la línea de enseñanza y el sendero en el cual todos entraremos con el tiempo.»

 

   «Los siete Hombres celestiales, los siete Manasaputras divinos, o los siete tipos de amor-sabiduría.»

 

   «El Hombre celestial contiene en Sí tres principios mayores (voluntad, amor-sabiduría, inteligencia), que se manifiestan por medio de los siete principios tan frecuentemente tratados en la literatura ocultista, constituyendo los diez de Su final perfección, pues los siete se resuelven en los tres y los tres en el uno.»

 

   «En el segundo caso, el principio búdico tiene como cualidad característica el amor, y se manifiesta como sabiduría que actúa por medio del amor y produce: 1. Unidad entre todos los Yoes. 2. Conciencia grupal. 3. Cualidades características que se hallan en la línea que denominamos Amor. 4. Trabajo efectivo, en relación con la evolución, o los fundamentos del trabajo jerárquico.»

 

   «Desde que se efectuó la gran división de la cuarta raza raíz, el reino animal se ha ocupado primordialmente de estimular y desarrollar el deseo, kama, este es el fundamento del esfuerzo que realiza la Fraternidad, ayudada por el hombre, para intensificar el instinto emocional (el aspecto amor embrionario), mediante la segregación de los animales domésticos y la consecuente acción del magnetismo o energía radiante humana sobre la tercera espirilla de los átomos animales. La totalidad de animales domésticos –las unidades animales que están en más íntimo contacto con el hombre– forman el centro cardíaco del cuerpo de esa gran Entidad, que constituye la vida del reino animal. Del corazón fluyen todas las influencias que con el tiempo compenetrarán todo el cuerpo. Dichas unidades finalmente se separarán del alma grupal al reabrirse en la próxima ronda la puerta del reino humano.»

 

   «Segundo. La meta de la humanidad consiste en llegar a ser Maestro de Sabiduría, o entes conscientes dentro del Cuerpo del Dragón de Sabiduría o de Amor. El hombre lo logra cuando puede actuar conscientemente en el vehículo búdico o cuando el átomo astral permanente es reemplazado por el átomo búdico permanente. […] Cuando esta fuerza está bien controlada y correctamente dirigida constituye un gran agente transmutador que oportunamente convertirá al ente humano en un Maestro de Sabiduría, un Señor de Amor, un Dragón de Sabiduría de grado inferior.»

 

  «El Pétalo de Amor en el plano físico. Se abre por medio de las relaciones físicas y el desarrollo gradual del amor, desde el amor al yo hasta el amor a los demás […] Los tres pétalos inferiores vibran y comienzan a abrirse hasta desarrollarse completamente b. Segundo Grupo de Pétalos: Pétalos de Amor: 1. El Pétalo de Conocimiento en el plano astral. Su desarrollo se realiza por el equilibrio consciente de los pares de opuestos y el empleo gradual de la Ley de Atracción y Repulsión. El hombre deja el Aula de la Ignorancia donde, desde el punto de vista egoico, trabaja ciegamente, comienza a apreciar los efectos de su vida en el plano físico, y por la comprensión de su dualidad esencial empieza a darse cuenta de las causas. 2. El Pétalo de Amor en el plano astral. Se abre por el proceso de transmutar gradualmente el amor a la naturaleza subjetiva o Yo interno. Esto tiene un efecto dual y se desarrolla en el plano físico durante muchas vidas de dificultades, esfuerzos y fracasos, a medida que el hombre lucha por enfocar su atención en el amor a lo Real. 3. El Pétalo de Sacrificio en el plano astral. Se abre por la actitud del hombre cuando se esfuerza conscientemente por abandonar sus propios deseos en bien de su grupo. Su móvil es aún confuso y está coloreado por el deseo de recuperar lo que él da y el amor de aquellos que trata de servir, pero es de orden mucho más elevado que el sacrificio ciego al cual se halla impulsado el hombre por las circunstancias, como en el caso del desarrollo anterior. A medida que prosigue esta triple iluminación o desenvolvimiento, observa nuevamente un resultado dual: El átomo astral permanente entra en plena actividad y brillantez, es decir cinco de sus espirillas y los dos átomos, el del plano físico y el del astral, vibran en forma análoga».

 

   «El Pétalo de Amor en el plano mental se desenvuelve por la constante aplicación consciente de todos los poderes del alma al servicio de la humanidad, sin esperar ni desear recompensa por el inmenso sacrificio implicado.»

 

   «La Ley del Amor es la ley del plano astral. Su objetivo es transmutar la naturaleza de deseo, vinculándola con el magnetismo superior del aspecto amor en el plano búdico.»

 

   «El objetivo de la evolución para nosotros es el amor dominado por la inteligencia –o la inteligencia dominada por el amor–, pues la interacción será total.»

 

   «En el plano búdico se manifiesta como ley de control magnético. Se demuestra como el aspecto amor-sabiduría, que irradia del ego y, oportunamente, reúne en si la esencia de toda la experiencia adquirida por medio del Ego, a través de las vidas de la personalidad, y controlada completamente desde el plano búdico. El magnetismo y la capacidad de demostrar amor son esotéricamente expresiones sinónimas.»

 

   «Como ya se sabe, existe un canal directo entre los subplanos atómicos de cada plano. Esto es más o menos aplicable a cada subplano y al subplano superior que numéricamente le corresponde, por lo tanto, hay un canal directo y muy amplio entre el segundo subplano de cada plano, capacitando a las Mónadas de amor a vincularse con facilidad peculiar con todos sus vehículos cuando están compuestos de materia del segundo subplano. Después de la iniciación, el cuerpo causal se encuentra en el segundo subplano del plano mental y entonces comienza el control monádico.»

 

   «En lo que se refiere a la evolución humana, esta cuarta ley es de primordial importancia en la actualidad. El objetivo del esfuerzo humano es dual, consistiendo en ser controlado por esta ley y también en manejarla para prestar servicio. Debido a esta ley la expresión sexual, tal como la conocemos, es transmutada y elevada; el sexo solamente es una demostración, en el plano físico, de la Ley de Atracción, y también la actuación de dicha ley en el reino humano y en todos los reinos inferiores. El amor hacia todo lo que respira y la atracción demostrada como servicio es semejante a lo expresado en la Tríada. La expresión del sexo, dos que se unen, se transmuta cuando los muchos se unen para prestar servicio, engendrando nuevos ideales y una nueva raza, la espiritual.»

 

   «La Ley del Amor. En este breve resumen no es fácil encarar el tremendo problema que el amor desempeña en el esquema evolutivo de las cosas tal como lo comprende el hombre tridimensional. Podría escribirse un tratado sobre esto sin agotar el tema. Mucha luz se obtendrá si podemos meditar profundamente sobre las tres expresiones del Amor: el Amor expresado por la Personalidad, por el Ego y por la Mónada. La Personalidad desarrolla el amor gradualmente por medio de las etapas del amor al yo, pura, simple y totalmente egoísta, el amor a la familia y a los amigos, a los hombres y mujeres, hasta llegar a la etapa del amor a la humanidad o a la conciencia del amor grupal, característica predominante del Ego. Un Maestro de Compasión ama, sufre y permanece con los de su clase y sus allegados. El Ego desarrolla gradualmente el Amor a la humanidad hasta llegar al amor universal -no expresa solamente amor a la humanidad sino también a todas las envolturas dévicas y a todas las formas de manifestación divina. La personalidad expresa el amor en los tres mundos, el Ego expresa el amor en el sistema solar y todo su contenido; mientras que el amor expresado por la Mónada demuestra en alguna medida el amor cósmico, abarcando mucho de lo que se halla fuera de todo el sistema solar. El título ‹Ley del Amor› es, después de todo, una expresión demasiado genérica para ser aplicada a una ley que rige un plano, pero bastará por ahora, pues imparte el tipo de idea que se necesita para nuestra mente. En realidad, la Ley del Amor es sólo la Ley del sistema que se expresa en cada plano. El amor fue el motivo impulsor para la manifestación, y mantiene todo en secuencia ordenada; conduciéndolo hacia el sendero de retorno al seno del Padre y, oportunamente, perfecciona todo lo que existe. Construye las formas que acuna momentáneamente la vida interna oculta, siendo la causa de la desintegración de esas formas y su total destrucción a fin de que la vida pueda seguir progresando. El amor se manifiesta en cada plano como el apremio que impulsa a la Mónada evolucionante hacia su meta; es la llave del reino dévico y la razón de la fusión eventual de los dos reinos en el divino hermafrodita. Actúa a través de los rayos concretos en la construcción del sistema y en la erección de la estructura que alberga Espíritu, actuando por intermedio de los rayos abstractos para el desarrollo pleno y potente de esa divinidad inherente. Expresa, por medio de los rayos concretos, los aspectos de la divinidad y construye la persona que oculta al Yo uno; el amor se manifiesta por intermedio de los rayos abstractos desarrollando los atributos de la divinidad, desenvolviendo plenamente el reino de Dios interno. En los rayos concretos el amor conduce al sendero del ocultismo; en los rayos abstractos conduce al sendero del místico. Conforma las envolturas e inspira la vida; produce la vibración Logoica que impulsa a ir adelante, impeliendo a seguir su camino llevando todo a la manifestación perfecta. En el primer sistema, la nota fundamental fue Actividad, Deseo de Expresión e Impulso de Moverse. Esta actividad produjo ciertos resultados, ciertos efectos permanentes, formando el núcleo del sistema actual. La actividad ordenada constituye la base de este sistema de Amor ordenado, que conduce al tercer sistema, donde la Actividad ordenada, impulsada por el Amor ordenado, da por resultado el Poder amoroso ordenado. El sexto Rayo de devoción y la sexta ley de amor tienen una estrecha relación, produciéndose en el sexto plano la actuación poderosa de la Tríada inferior, la Personalidad, a Ley del Amor. En el plano astral, el hogar de los deseos, se originan esos sentimientos que llamamos amor personal, demostrado como pasión animal en el tipo más inferior del ser humano; a medida que la evolución prosigue, se muestra como expansión gradual de la facultad de amar, pasando por las etapas del amor al compañero, amor familiar, a los allegados, hasta el amor por el propio medio ambiente; más tarde el patriotismo es reemplazado por el amor a la humanidad, a menudo la humanidad lo personifica en uno de los Grandes Seres. En la actualidad el plano astral es el más im- portante para nosotros, pues en el deseo -no perfeccionado ni trasmutado- reside la 154 ) diferencia entre la conciencia personal y la del Ego.»

 

   «Los devas de sexto orden corresponden al plano astral y están muy ligados con las fuerzas que producen los fenómenos que llamamos amor, impulso sexual, instinto o anhelo, y móvil impulsor que se manifiestan luego en el plano físico como una actividad de- terminada. La vibración positiva, iniciada en el plano astral, produce resultados en el plano físico y es por eso que el Hermano Blanco, si acaso trabaja con los devas, lo hace sólo en el plano astral y con el aspecto positivo.»

 

   «Un grupo de devas estrechamente conectado con los misterios de la iniciación. Constituyen lo que se llama esotéricamente el ‹Sendero del Corazón› y son el puente entre los planos astral y búdico. De ninguna manera están vinculados con los átomos permanentes del cuerpo causal, pero están totalmente asociados con la hilera central de pétalos del loto egoico o con los ‹pétalos de amor›. Por una parte la fuerza interactúa entre los tres pétalos, y por otra sobre los devas que forman el ‹Sendero del Corazón› los cuales son el puente de materia astral- búdica por el cual los iniciados de cierto tipo místico realizan el ‹gran acercamiento›.»

 

 

NICOLÁS Y HELENA ROERICH

 

 Recopilación de Vladimir Antonov:

«El método más importante de la realización de la mayoría de estos principios éticos es el desarrollo del corazón espiritual (la energía del chakra anahata). La apertura de este centro emocional se vuelve el momento crucial, la base del Camino espiritual entero. Incluso, esto da la habilidad para meditar de forma correcta. Y es precisamente la meditación el medio principal para el desarrollo de la conciencia, la cognición práctica de Dios y la Unión con Él.»

 

 «Los de corazón limpio son invulnerables al contagio de la posesión, pero los corazones podridos pueden atraer a entidades horribles.»

«Entre las nociones de valentía, la más invencible es la valentía del corazón ardiente, cuando, con la resolución absoluta, con la comprensión completa de la hazaña, el guerrero conoce únicamente el camino de la ofensiva. Esta hazaña de valentía puede compararse sólo con el grado extremo de valentía que surge ante la desesperación. La desesperación huye del pasado (al igual) que la valentía del corazón ardiente supera el futuro. Así que, donde no está la valentía del corazón ardiente, ¡que haya allí la valentía de la desesperación! Sólo cuando la arremetida es fuerte pueden los guerreros obtener la victoria.»

 

«Shambala se conoce a través de la expansión del corazón espiritual hasta la suscepción de todos los mundos más sutiles, incluso el Mundo de Shambala Ardiente. La expansión subsiguiente del corazón permite llenar con éste la Infinidad.»

 

«Corazón El camino entero del perfeccionamiento psico-energético del hombre está determinado por el desarrollo del corazón espiritual, porque todos los logros espirituales más altos se obtienen con la energía de la conciencia extendida del chakra anahata.»

 

«…Que entiendan el corazón como la única… conexión entre el mundo visible e invisible […] Sólo el hilo del corazón puede llevar a la Infinidad […] La Unión con lo Supremo es correcta sólo a través del Fuego encendido del corazón»

 

«Para unir la cadena de los mundos (del espacio multidimensional), hay que prestar atención especial al corazón. Sólo así nos mantenemos dentro de los confines […] del crecimiento del espíritu (es decir, el crecimiento cuantitativo correcto de la conciencia).»

 

«Precisamente el corazón será el conectador de los mundos, y sólo éste puede responder al Corazón del Señor y de la Jerarquía entera […] La conciencia que no puede comprender esto, sólo logra farfullar palabras grandes, pero no puede ponerlas en la práctica de la vida. Pues, sólo el corazón saturado con la Grandeza de la Jerarquía puede com- prender la magnitud completa de la Ley Cósmica.»

 

«Está indicado correctamente que el amor es un principio esencial, creativo. Entonces, el amor debe ser consciente, dirigido (debidamente) y abnegado […] El corazón, lleno de amor, será activo, valiente y creciente hasta la suscepción (de Dios) […] El amor de hazaña no es severo para aquellos cuyos corazones llamean, pero es temible para aquellos que gustan de sus debilidades y que vacilan, abrazando su ‹yo› ilusorio. ‹El fuego creativo del corazón no yerra; pero se eleva precipitadamente por los escalones de la Jerarquía hasta la Luz Suprema›.»

 

«El amor es el principio esencial, creativo.»

 

«El amor se cultiva cuidando a otros seres encarnados, pertenecientes a los diferentes grupos humanos, a personas concretas e incluso a plantas y a animales, y también, intensificando hasta el máximo la pasión, el amor a Dios, así como nuestro servicio abnegado a Él«Sólo las energías sutiles pueden unirse con lo sutil; por eso, el corazón es el camino más rápido.»

 

 

FRANCISCO BRUALLA

 

El Sentimiento Religioso y su Expresión:

«Así el verdadero sentimiento religioso no puede expresarse en fórmulas religiosas en el sentido de dirigirse a una divinidad intangible. En el mejor de los casos, la fórmula religiosa no puede hacer más que avivarlo; pero su expresión, es decir, sus efectos deben ponerse de manifiesto en los actos de nuestra vida. El artista lo expresará en su arte, el cientista en su laboratorio, el filósofo en sus escritos, el educador en sus enseñanzas, etc. Y aunque ninguno de ellos quiera admitir el carácter religioso de su actividad peculiar, cuando tal actividad esté ejercida desinteresadamente por puro amor al prójimo, es más religiosa y más aceptable a la Divinidad que una vida entera de oración y contemplación.»

 

«El sacrificio a que me refiero no es el sacrificio cruento de su cuerpo físico en la Cruz, sino el otro sacrificio más sublime y más completo, realizado unas horas antes en Su última cena con los Apóstoles; el acto en que instituyó la sagrada Eucaristía y que la cristiandad reproduce diariamente en miles de altares. Aquel sacrificio voluntario, gozoso y absoluto, ofrecido y realizado sin reservas, es el que está redimiendo al mundo. Es el ejemplo perenne que el Gran Maestro de la Sabiduría, Señor de Amor y de Compasión, quiso dejarnos a fin de que el hombre, siguiendo Sus pasos, pudiera llegar un día a reconocerse a sí mismo por quien es: un Hijo de Dios, un Alma, una chispa divina desprendida del Padre, al que volverá algún día.»

 

Cartas Discipulares:

«Le haré personalmente ahora una sugerencia. Al recibir esta instrucción, ¿quisiera dedicar un mes entero a establecer un contacto tan estrecho con su propia alma, que el amor, el entusiasmo, sabiduría y ciertos reconocimientos espirituales fundamentales que deben condicionar siempre la vida de un discípulo aceptado, inunden todo su ser? Día tras día únase con su alma; día tras día conságrese al trabajo que debe emprender; día tras día trate de relacionarse más profundamente conmigo, con mi Ashrama y con sus hermanos de grupo; día tras día analice el servicio prestado hasta la fecha, a la luz del alma, entonces, hermano mío, con mi ayuda y bendición, avance con nuestro reconocimiento de que es uno de nuestros haberes espirituales. Trabaje para llevar la luz del amor y de la orientación espiritual a quienes usted está llamado a servir –allí donde reside ahora y en el futuro–, en forma acrecentada, en el lugar donde sirvió anteriormente. Le recuerdo otra vez las palabras finales del segundo enunciado: Apóyese en su propia alma.»

 

«La razón por la cual insistí sobre la necesidad del apego en esta instrucción se debe a que el correcto apego libera el amor del alma, y sólo el amor consciente, inteligente y deliberadamente aplicado, puede contribuir al éxito del trabajo, tanto en Europa como en Sudamérica –sus dos campos reconocidos de servicio–. Sólo su personalidad de segundo rayo será capaz de revivir el contacto con los estudiantes de España o mantener firmes a quienes están ya trabajando en Sudamérica; mediante el conocimiento individual nuevamente descubierto, despertado e inspirado, el trabajo planeado y dispuesto por mí puede ser llevado adelante con éxito. Tal es su inmediata tarea. Sólo su personalidad de segundo rayo tiene la paciencia de ocuparse del conjunto, de los necesarios detalles y persistir ante el aparente fracaso.»

 

 

KRISHNAMURTI

 

A los Pies del Maestro:

«El Amor es la cualidad más importante, porque cuando es bastante fuerte en un hombre, lo estimula a revestirse de todas las demás, que sin ella nunca serían suficientes. Suele definirse el amor como un intenso deseo de unión con Dios y de liberación de la rueda de nacimientos y muertes. Pero este concepto del amor suena a egoísta e implica sólo una parte de su significado. El amor es más que deseo; es voluntad, resolución, determinación. Para producir este resultado, la resolución debe llenar vuestra naturaleza entera, hasta el punto de no dejar lugar para ningún otro sentimiento. Es, sin duda, la voluntad de ser uno con Dios, no para escapar del sufrimiento y de la fatiga, sino a fin de que, en razón de vuestro amor profundo hacia Él, podáis obrar con Él y como Él obra... Pues siendo Dios Amor, si queréis llegar a ser uno con Él, debéis también estar poseídos de amor y perfecto altruismo.

En la vida diaria, esto significa dos cosas: primera, que procuréis cuidadosamente no causar daño a ningún ser viviente; segunda, que siempre estéis alerta por si se presenta la oportunidad de ayudar.»

 

«Los hombres han cometido muchos crímenes en nombre del Dios de Amor, movidos por la pesadilla de la superstición; cuidad mucho de que no quede en vosotros ni el más leve vestigio de ella.»

 

«El que está en el Sendero no vive para sí mismo, sino para los demás; se olvida de él para poder servirlos. Es a manera de pluma en manos de Dios, por la que fluye Su pensamiento y tiene expresión aquí abajo, lo que no podría suceder sin ella. Es a manera de un canal de fuego viviente que derrama sobre el mundo el Divino Amor que llena su corazón.

La sabiduría que os capacita para ayudar, la voluntad que dirige la sabiduría, el amor que inspira la voluntad, éstas son vuestras cualidades.

Voluntad, Sabiduría y Amor son los tres aspectos del Logos; y vosotros, que deseáis alistaros para servirlo, debéis, hacer gala de ellos en el mundo.»

 

Recopilación de Daniel Barrantes:

«Lo que trato de decir es en realidad muy sencillo, usted tiene que hallar una nueva manera de vivir, de actuar, para poder descubrir lo que significa el amor. Y para descubrir eso, no puede usar los viejos instrumentos que tenemos. El intelecto, las emociones, la tradición, el conocimiento acumulado: esos son los viejos instrumentos. Los hemos utilizado de manera interminable, sin que hayan producido un mundo diferente, un estado mental distinto; son completamente inútiles.»

 

«Porque si no se es libre, no hay amor; hay celos, ansiedad, miedo, predominio, la búsqueda del placer sexual o de otra índole. Si no se es libre, no se puede ver claramente y no hay sentido de la belleza.»

 

«Esa libertad es amor; no es como cuando usted dice: ‹Tengo que aprender a amar, a practicar el amor›; ‹odio a la gente, pero voy a luchar, voy a tratar de amar›. Eso no es amor. La libertad es un estado mental en que el amor existe, y no es lo opuesto del odio, de los celos o de la agresión.»

 

«La libertad y la atención tienen que ir juntas. De ahí nace el amor, cualidad de atención en que no existe el observador.»

 

«Sería extraordinario que todos nosotros, los que estamos aquí, pudiéramos llegar a comprender esto no como idea, no como algo que se ha de alcanzar especulativamente- y desde hoy mismo saliéramos efectivamente a una dimensión distinta y viviéramos una vida completa, total, sagrada. Tal es la Vida religiosa, no hay otra vida, no hay otra religión. Una vida así resolverá todos los problemas, porque el amor es extraordinariamente inteligente y práctico. Y posee la más elevada forma de sensibilidad. Además, en él hay humildad. Esto es lo único importante en la vida: o uno está empapado de amor o no lo está.»

 

«El amor no es hábito, no puede cultivarse; los hábitos, sí pueden cultivarse, y para la mayoría de nosotros, el amor es algo que está muy lejos; nunca hemos conocido su cualidad, ni conocemos siquiera su naturaleza. Para dar con el amor, tiene que haber libertad. Cuando la mente está en completa calma, dentro de su propia libertad, entonces surge lo ‹imposible›, que es el amor.»

 

TORKOM SARAYDARIAM

 

Alegría y Curación:

«La Sabiduría Eterna en-seña que el amor y la alegría son géneros particulares de energías, las cuales cumplen tres tareas fundamentales en el reino humano: 1. Hacen que las formas vivas existan, creen y sobrevivan. 2. Ayudan a formar en el hombre el alma o la identidad. 3. Crean la atmósfera en la cual es posible la creatividad en su significado más elevado.»

 

 «Sólo percibimos que hay amor y alegría en los reinos vegetal, animal y humano; sin embargo, el amor y la alegría existen también en Reinos Superiores, en un estado más puro y con mayor fuerza. El amor y la alegría son los que unen a los astros para que sean una constelación. El Amor y la Alegría Cósmicos son los que orquestan la danza de las estrellas en la Sinfonía Cósmica.»

 

«Cómo incrementar nuestro amor y alegría. La ley es ésta: El amor aumenta cuando más amamos; la alegría aumenta cuando más alegría damos a los demás. La ley tiene siempre dos aspectos: el ‹promotor› y el restrictivo. Este último aspecto de la ley dice que, cuando las sustancias del amor y la alegría no penetran gradualmente en todos los ámbitos del ser humano, no nutren las tres tareas fundamentales de la vida y, en cambio, crean desequilibrio en el organismo humano.»

 

«Construimos el primer aparato (el cuerpo físico, astral y mental) cuando vencemos los hábitos y vivimos limpiamente, superamos todas las emociones negativas y dolorosas, y eliminamos de nuestra mente todos los pensamientos dañinos […] El segundo aparato (el centro del corazón) lo construimos, nutrimos y desarrollamos por medio de la energía del amor […] El tercer aparato (la Tríada Espiritual) lo construimos viviendo con alegría mientras servimos con abnegación.»

 

«En una ocasión le pregunté a mi Maestro: -¿Hay personas que viven más tiempo que las comunes y corrientes? –Sí –me contestó– he visto personas que tenían ciento veinticinco, ciento cincuenta y ciento setenta años de edad. Incluso supe de personas que viven cuatrocientos años, y de algunas que nunca mueren. –¿Qué comen? –Sus principales alimentos son el amor, la alegría y el arduo trabajo. En la medida en que eres más amor, más alegría y más trabajo, tú eres más vida. Piensa en eso. Todo lo que se opone a la vida, a la alegría y al trabajo acorta la vida. Todos los pensamientos, emociones, palabras y acciones perjudiciales que se acumulan año tras año, hacen que nuestra vida sea más corta, dolorosa y triste. El odio, el separatismo, la ira, los celos, la venganza, la maldad, la calumnia, el fanatismo y el egocentrismo germinan porque la alegría está ausente. La delincuencia es ausencia de alegría, amor y trabajo.»

 

«¿Cómo debemos proteger la personalidad para absorber amor y alegría, incrementar en nuestros vehículos la sustancia de la voluntad y hacer que sobrevivan en esta vida durante unos cien años y sigan sobreviviendo en otros planos? Podemos seguir tres reglas: 1. La eliminación del odio, los celos, la venganza, el temor y la codicia en todas sus expresiones. 2. La eliminación del separatismo, la vanidad y el egocentrismo en todas sus expresiones. 3. La eliminación de la crueldad y la nocividad en todas sus expresiones. Debemos valernos de estas tres reglas y dedicarnos a trabajar para cultivar: a) el perdón, el amor más profundo y la compasión (en-tendiendo que amar es compadecer); b) el contento y la gratitud; y c) la inclusividad.»

 

«Amar significa: a) poner de manifiesto el sentido de responsabilidad; b) señalar las debilidades que la gente tiene; c) lanzar a la gente un reto para que se empeñe en alcanzar algo; d) hacer que la gente trabaje sobre sus hábitos y otras debilidades, para eliminarlos; e) hacer que la gente aprenda a colaborar y vencer su egoísmo; f) hacer que la gente se comprometa a realizar una gran labor en favor de la humanidad, y g) enseñarle a vencer su vanidad.»

 

«¿Cómo podemos dar más alegría a los demás? a) haciéndoles ver los hechos; b) dándoles un ideal, una esperanza y un futuro; c) enseñándoles a resolver sus problemas; d) ayudándoles a tomar contacto con su Vigía Interior; e) ayudándoles a incrementar su creatividad; f) haciendo que sean agradecidos y generosos, dispuestos a compartir, y g) ayudándoles a dar alegría a los demás.»

 

«Cuando te convenzas de que estás sirviendo a la humanidad, la alegría de tu corazón será continua. Tu servicio se convierte en fuente de alegría, aunque la gente no te lo reconozca ni te lo pague. Cuando sirves a tu familia o nación, la alegría que sientes es temporal, pero la alegría permanente llega a tu corazón cuando empiezas a servir en nombre de la humanidad y en favor de la humanidad.»

 

La Gloria Oculta del Hombre Interior:

«Hay siete niveles de expresión del amor: l. La primera expresión del amor es el sexo, y puede traducirse como: atracción, cohesión, afinidad, comprensión o fusión en diferentes niveles. Puede ser sexo físico, en los reinos humano o inferior. Puede ser sexo emocional, algún género de afinidad que no es necesario que se relacione con el sexo físico. Amamos a alguien, amamos a nuestro país, grupo o nación, y en tal amor no hay sexo. En esta etapa, en vez de pensar sólo en el goce, pensamos en el goce de los demás. Luego, tenemos el sexo mental. Podemos amar una belleza, un talento, una persona creadora, e inspirarnos y crear muchos poemas u obras de arte. La ‹Divina Comedia›, de Dante es resultado del amor mental. Asimismo, podemos no tener siquiera interés físico o emocional por una persona pero amar sus ideas y sus ideales, y éstos producir actividades creativas en nuestra mente. A veces, para tener una expresión del amor de un nivel superior, tal vez incluso apaguemos nuestros amores físico y emocional. Muchos grandes ideales, ideas, proyectos y planes son crea- dos cuando dos o más personas ponen juntas sus mentes y se inspiran recíprocamente, como una actividad sexual de nivel mental. En todos estos casos, una persona actúa como polo positivo, otra persona actúa como polo negativo, y la fricción entre estos polos crea formas físicas, emocionales o mentales. El amor es sexo, y el sexo es amor. El sexo es la energía que relaciona a la materia con el espíritu, y cuando el espíritu y la / materia se juntan, tenemos al universo manifestado con todas su formas. Así, el amor está en un proceso de expresión, de· radiactividad, o en un proceso de revelación. El amor revela.»

 

«Cuanto más amamos, más nos convertimos en amor. Si amando le añadimos el amor emocional, llegamos a ser un veinte por ciento de amor. Cuando le sumamos el amor mental, somos un treinta por ciento de amor. Cuando amamos de verdad, somos amor acrecentadamente. Cuando avanzamos hacia niveles superiores del amor, nuestro campo de contacto y la intensidad de nuestra alegría aumentan. El hombre es una gota de amor ardiente caída en la materia. Nuestra responsabilidad es liberarnos y florecer en todas las dimensiones. Cuando somos más amor, entendemos mejor qué es el amor. Podemos escuchar muchas conferencias o leer libros sobre el amor, pero eso no nos ayuda hasta que empezamos a convertimos en el amor […] Toda manifestación del amor en cualquier plano es bella si sirve al Plan Divino.»

 

 «La segunda expresión del amor es la benevolencia.»

 

«Es nuestra transformación la que puede causar la transformación de los demás. Un hombre benévolo es un amor más grande, y este amor suscita amor en los demás, y los conduce hacia acciones benévolas.»

 

«La tercera expresión del amor en el reino humano es la relación humana correcta. […] Esta es la energía del amor que funciona en los planos mentales superiores, o en los niveles transpersonales. Cuando un hombre se relaciona como un alma con otra alma, crea una relación humana correcta […] La relación humana correcta es vivir de modo tal que dejemos que la belleza de los otros seres humanos brille. Primero, reconocemos su belleza, aunque esa belleza sea una joyita oculta bajo un montón de basura; luego, creamos las correctas condiciones para que esa joya brille con toda su belleza.»

 

«Cuando imponemos nuestra voluntad a los demás, imposibilitamos las relaciones humanas correctas. La relación humana correcta no es resultado de obedecer alguna voluntad que nos imponen, sino que es resultado de conocimiento personal, comprensión y consciencia del Alma. En la medida en que imponemos nuestra voluntad a los demás, retardamos el avance de nuestro desarrollo y obstaculizamos la posibilidad de las relaciones humanas correctas. Cuando le impedimos a alguien que llegue al nivel donde podrá ejercitar relaciones humanas correctas, demoramos su crecimiento y avance en el sendero de la energía del amor. La imposición de nuestra voluntad puede asumir muchas formas. Podemos imponemos mediante nuestra fuerza física, dinero, poder, posición, temor, cohecho, adulonería. De cualquier modo que tratemos de imponemos, nos oponemos a las  relaciones humanas correctas […] Esto también puede aplicarse a grupos y naciones. Para crear relaciones humanas correctas debemos dejar en libertad, a los demás grupos y naciones, en sus ideas religiosas y políticas, y no tratar de imponerles nuestros criterios. Si tenemos algo bello, no debemos forzar a los demás a que admitan su belleza, sino que debemos educar y elevar su consciencia de modo tal que vean la belleza a través de su propio esfuerzo. Entonces, podrán admitir esa belleza y disfrutarla. La imposición crea rechazo y fanatismo, y las relaciones humanas correctas no pueden establecerse en una condición en la que las personas rechazan, y en la que tratan de imponerse. La imposición crea esclavos, y los esclavos nunca entienden qué es la relación humana correcta, porque la esclavitud actúa sin un sentido de la proporción.»

 

«La relación humana correcta puede entenderse si observamos cómo funciona un cuerpo sano: todos los órganos y sistemas están en correcta relación recíproca. Cada uno de ellos trabaja para el bienestar del cuerpo del mejor modo que puede, porque su bienestar individual depende del bienestar del cuerpo entero. Si algún órgano o alguna glándula se rebelan repentinamente y dicen que quieren trabajar solamente para sí mismos y no para el cuerpo entero, tenemos un grave problema de salud.»

 

«La cuarta expresión del amor es servicio llevado a cabo en un gran proyecto humanitario. El gran Maestro Djwhal Khul dice que: ‹Un hombre […] en el servicio aprende el poder del amor en su significado oculto˝.»

 

«Adoramos a un hombre o a una mujer cuando ese hombre o esa mujer trabajan en favor de un gran proyecto humanitario, porque tal trabajo exige transformación, desinterés, cultura, nobleza e integridad espiritual. A medida que servimos, nos aproximamos recíprocamente a través de pruebas, sacrificios, peligros que se afrontan, y triunfos. Cuando una familia o un grupo trascienden su campo de actividad promedio y se consagran a un proyecto humanitario, será posible ver cómo los miembros de la familia o del grupo se vuelven inseparables por el poder del amor que los despierta y los funde.»

 

«El sexo necesita órganos. La benevolencia necesita corazón y mente. La relación humana correcta necesita un claro pensamiento con un amor más grande. El servicio para un proyecto humanitario necesita consciencia del Alma y sabiduría […] En esta etapa es donde el hombre entra en contacto con los amantes de la humanidad, con los Maestros de la Sabiduría. El Maestro Djwhal Khul dice: ‹Cuando El (Cristo) llegue al final de este siglo y haga sentir Su poder, vendrá como el Maestro del Amor y de la Unidad, y la nota clave que tocará será la regeneración a través del amor que afluirá en todos.»

 

«La sexta expresión del amor es el contacto con la Voluntad de Shamballa. En esta etapa es donde el amor nos revela el ideal del Propósito de la vida. Nos convertimos en un Señor de la Compasión.»

 

«La séptima expresión del amor es la etapa en la que somos la encarnación del Rayo del Amor Cósmico.»

 

«Un hombre que ama de verdad se convierte, a su tiempo, en una causa de transformaciones. A quienquiera que él toca, lo transforma. La gente cambia alrededor de él. La gente pierde su negatividad, su pesar, su inercia, y se vuelve positiva, alegre y rítmica.»

 

El amor tiene muchas dimensiones y se expresa en muchos niveles: 1. «La primera dimensión del verdadero amor es la generosidad Un hombre gusta de dar. Para él, el dar es una alegría y una gran satisfacción.»

 

«Una persona desapegada es la que puede ver las cosas como son en sus verdaderas relaciones. Cuando el número de personas desapegadas aumente en el mundo, veremos la eliminación de tal miseria y posesividad que llevó a nuestro planeta al abismo de la destrucción. Tal posesividad provoca corrupción múltiple, guerras, explotaciones y violaciones de los derechos humanos, y vacía el planeta de sus recursos. En postrer análisis, la contaminación del planeta es el resultado de la codicia y la posesividad humanas.»

 

«Todos los hombres pertenecen a una sola super-Alma.»

 

«Una persona que da no lo hace por sus propios intereses sino por los intereses de quienes reciben. Satisfacer las necesidades de los demás es construir un puente en nuestra consciencia y enriquecer el jardín de nuestro propio corazón.»

 

«La segunda dimensión del amor es una vida basada en la belleza. En esta dimensión, el hombre vive para la belleza; aboga por la belleza. El amor hace que todo sea bello. El amor hace que el hombre vea la belleza, admire la belleza y sea la belleza.»

 

«Admirar la belleza significa transformarse en ella.»

 

«Cuando una persona ama en el sentido más profundo y hace que su amor sea una belleza radiante, poco a poco se armoniza con la Sinfonía del Universo. La Sinfonía del Universo está compuesta por todas las leyes, principios, energías y manifestaciones que, en conjunto, expresan un Plan Cósmico y un Propósito Cósmico. A través del amor, una persona se armoniza con esta Sinfonía, y cuando, poco a poco, demuestra en su vida un amor más profundo, la Sinfonía Divina se derrama a través de todas sus expresiones y acciones como manifestaciones de la belleza.»

 

«La tercera dimensión del amor se expresa como un esfuerzo en favor de la unidad de la humanidad […] La unidad es el máximo desafío, y si se la logra, será la máxima recompensa para la humanidad. El espíritu de unidad nos abrirá las puertas de los tesoros del cosmos.»

 

«La cuarta dimensión del amor es la aptitud para cooperar con el Plan de la Jerarquía.»

 

«El fuego del amor purificará al hombre a tal punto que éste pueda ver el Plan y trabajar por él, en colaboración con todos los héroes del mundo. El amor más grande comienza a manifestarse entre las personas que pueden ver claramente el Plan y consagrar todas sus vidas al mismo.»

 

«La quinta dimensión del amor puede formularse como una vida vivida para la manifestación y el cumplimiento de la Voluntad o el Propósito del Gran Arquitecto […] Cuando el amor aumenta, penetramos más en los misterios de la creación. El Plan declara que la humanidad debe llegar a la perfección relativa, y este planeta debe convertirse en un planeta sagrado. Pero, ¿por qué? ¿Cuál es el Propósito que está detrás de esto? ¿Es porque este planeta va a representar un papel en la evolución del sistema solar, en la evolución de la galaxia...? […] Una persona de la quinta dimensión del amor es una colaboradora del Propósito del Arquitecto.»

 

«El amor de la sexta dimensión está más allá, es una vida vivida en el trabajo del sistema solar. Tal persona toma parte en el mayor trabajo consciente que continúa para la perfección del sistema solar.»

 

«La séptima dimensión del amor puede llamarse un esfuerzo hacia el llamado de la galaxia. Se nos ha dicho que son pocos quienes penetraron en tal tarea, y forman el vínculo entre nuestro sistema solar y la galaxia. Suministran el Amor cósmico a nuestro sistema solar que es distribuido por quienes trabajan en dimensiones inferiores, hasta que parcialmente llegue a la humanidad sobre este planeta. Hallamos unas pocas observaciones sobre tales realizaciones en el Bhagavad Gita, el Vishnu Purana y el Nuevo Testamento

 

«La gente habla de espacio e infinito. Ni el espacio ni el Infinito podrán ser cruzados por el poder del intelecto, sino que los podrá cruzar el Poder del Amor. El amor mismo es Infinito. Cuando nuestro amor aumenta, nos convertimos en Infinito.»

 

 «Quienes están en la séptima dimensión del amor son encarnaciones del Rayo Cósmico del Amor.»

 

«¿Cómo progresamos en el sendero del amor? La respuesta será: aumentar nuestro amor, dedicamos a actividades amorosas, y expresar el amor a través de nuestras emociones y nuestros sentimientos. Pensemos a través del amor. Amemos a nuestro prójimo como nos amamos a nosotros mismos. Hagamos cada día algo que se base en nuestra amorosa comprensión […] El amor debe manifestarse en acciones prácticas. La acción práctica es la que transforma .al amor en sabiduría del amor.»

 

«La mayor Fuente de amor se halla en nuestro Ángel Solar. Este es un término que se refiere al Yo transpersonal, al Yo superior, o al Guía Interior. Otra gran fuente del amor es la Triada Espiritual. La Triada Espiritual es la combinada esfera del amor, la luz y el poder dentro de los planos superiores del hombre. Encauza el fuego ardiente que proviene del Centro correspondiente del planeta.»

 

«El único modo de aprender el significado del amor es amar.»

 

«El amor es energía que lo abarca todo. Todos los átomos, todas las células están imbuidos de amor. En realidad, esta energía del amor es la que crea mecanismos cada vez mayores a través de los cuales se expresa en una belleza mayor.»

 

«Si reexaminamos la historia de la humanidad, vemos que un hombre llega a ser una familia; una familia llega a ser un grupo; un grupo se convierte en una nación; y las naciones se vuelven naciones unidas. Sabemos que, no importa qué ocurra, ese Gran Imán abrirá el camino hacia una sola humanidad cuando atraiga a los individuos, integrándolos en unidades más grandes, en totalidades mayores. A través de comunicación, respuestas, armonía y cooperación mayores entre las Chispas, entre las almas vivas, toda la creación llegará a ser, lentamente, una Sinfonía Integral, que desarrolla el Misterio del Amor.»

 

«Sólo hay una ciencia grande y esa ciencia es la Ciencia del Amor. El Amor no es sino Energía Eléctrica.»

 

«EL SENDERO DEL AMOR l. El amor debe ser progresivamente expansivo.»

 

«El propósito de la Energía del Amor es expresar a la Divinidad Misma, en todos los niveles.»

 

«Si nuestro amor es progresivo, nos convertimos en colaboradores del Gran Corazón Cósmico, del Gran Imán.»

 

«El amor verdadero comienza desde los niveles superiores, tal vez desde los niveles espirituales y desciende para cumplir un trabajo creativo, terapéutico y liberador a fin de crear unidad en los tres niveles inferiores, y luego volver a ascender hacia la Fuente desde donde se originó.»

 

«El amor también comienza desde los niveles inferiores. Por ejemplo: amo a una chica, pero sólo amo su cuerpo; no puedo pasar más allá de eso, de modo que mi amor se cristalizará. Ese amor será muy breve. Procuraré expandir ese amor hacia el corazón de ella, hacia la mente de ella, pero si me detengo allí, el amor se estancará nuevamente. Debo atravesar el nivel mental y entrar en el nivel espiritual; y si al hacerlo puedo elevar a esa muchacha y elevarme yo mismo con ella, mi amor está encontrando la consumación, el amor es expansivo y se vuelve creativo. Si en algún momento el amor cesa de expandirse, podemos esperar problemas de nuestros cuerpos físico, emocional y mental. Esa es la Ciencia del Amor.»

 

«Recordemos que la finalidad del amor es hacer que regresemos a la Unidad Divina, que ingresemos de nuevo en el Imán Cósmico. Cuando esto ocurre, cada acto de amor deberá ser un paso que nos lleve hacia el Hogar.»

 

«La naturaleza del amor es sacrificada. No hay amor sin sacrificio.»

 

«El egoísmo es un estado mental en el que el canal del amor está congestionado. La Energía del Amor no puede circular y comunicarse con la totalidad mayor.»

 

 «La verdadera Energía del Amor emana del Corazón del Sol.»

 

«El amor es el que ayuda a dar a luz la belleza […] Por ejemplo, una mujer recibe su energía amorosa superior en el momento de la concepción, y una cantidad adicional en el momento del parto. El padre recibe energía superior en el momento de la primera relación sexual con la que será madre, siempre que el acto sea sagrado, consciente y aceptado. El hijo lo recibe al ser amamantado y amado por su madre. En la pubertad, ambos sexos reciben otra cuota de amor superior.»

 

«Cuando somos amor, somos más fuertes, más magnéticos, más comprensivos, más poderosos e influyentes; y lenta, muy lentamente, otros verán que somos una belleza rica e irradiante. Los inspiramos; los llevamos desde el estado bajo en el que viven; destruimos su egocentrismo.»

 

 «La responsabilidad es una de las leyes de la ciencia del amor.»

 

«La no separatista naturaleza del amor: el hombre no ama realmente si no ama todo en la creación.»

 

«Hace cien años, en el mundo estábamos separados. ¿Y ahora qué tenemos? Tenemos los Estados Unidos, el Reino Unido, las Repúblicas Unidas, y ahora, las Naciones Unidas […] Entonces, ¿por qué no pensar que el próximo paso será la Humanidad Unida? Todas estas unidades son el resultado de la respuesta humana a la anuencia del Amor Solar.»

 

«No podemos tener amor real en nuestros corazones si amamos a una persona y odiamos a otra, a otra raza, a otra religión, a otra nación, a otra cultura; porque el amor es la Corriente de Energía que lleva hacia la unidad, hacia la Gran Síntesis.»

 

«La alegría es una característica del amor.»

 

«Irradiamos alegría, porque la alegría y el amor son la misma energía.»

 

«El verdadero amor es la energía magnética que se irradia desde la Chispa Divina existente en el hombre. El hombre es esencialmente una gota de la energía suprema, a la que llamamos ‹amor›.»

 

 

«Como este gráfico lo demuestra, el amor se extiende y desarrolla a medida que asciende. El punto más bajo es la muerte. El punto más alto es la vida; la vida aumenta en proporción al aumento del amor.»

 

«En el nivel espiritual, el amor se expresa como una revelación. El hombre es consciente de los corazones y los pensamientos de los demás a través de la unidad y la identificación. Ese hombre lee sus corazones y sus mentes, y nada queda oculto a sus ojos. Entretanto, irradia energía curativa a través de sus pensamientos, emociones y actividades. Sus ojos y palabras curan, elevan e introducen a los demás en la libertad de la vida. Bajo el influjo de ese hombre, se inicia en las vidas de los demás un proceso de transmutación. En el nivel divino, el hombre toma contacto con el amor eléctrico y magnético esencial. Se convierte en un transmisor de todas las energías curativas, unitivas, purificadoras e iluminadoras. Es un colaborador del Plan Divino.»

 

«Este es el sendero del amor, que empieza con afinidad química, y nos introduce en el océano de la unidad. Este es el sendero de la gloria que empieza con una Chispa y se convierte en un Sol. La escalera del amor es la escalera de la gloria, de la victoria, de la realización y de la divinidad. Em- pieza en el punto cero y termina en el Infinito. El número nuestro en el gráfico es la medida de nuestra realización. Cuanto más amamos, más somos, y más vida tenemos. Tenemos más gloria, más perfección, más realización, más júbilo y gozo. El valor de un hombre es determinado por el peldaño en que él está en la escalera del amor.»

 

«El amor es felicidad en los planos físico, emocional mental. Es un júbilo en el nivel del alma; es un gozo en el Plano espiritual.»

 

«El amor sólo es amor cuando se lo usa como una totalidad en pos del infinito. El Maestro Morya dice: ‹Se señala correctamente que el amor es un principio capital. Esto significa que el amor debe ser esfuerzo y abnegación conscientes; la creatividad exige estas condiciones›.»

 

«En la Biblia, el discípulo amado nos dice: ‹Quienes aman viven en la Luz›.»

 

«Quien odia no ve jamás lo bueno que existe en otro; sólo ve lo perverso, y al concentrar su fuerza sobre estas debilidades, aumenta en sí mismo la maldad y se convierte en una fuerza destructiva en el mundo de los hombres. Por esta razón, los conductores de la raza nos advierten frecuentemente que perdonemos y olvidemos, y tratemos de mantenernos indiferentes, porque el apego peor y más fuerte es el apego al odio. Inconscientemente, copiamos las cosas que odiamos. Perdonar y olvidar es un proceso a través del cual disipamos las fuerzas negativas, acumuladas, de rechazo, que están envenenando continuamente nuestro mecanismo psicológico y físico. A través del perdón y del olvido, liberamos estas fuerzas cristalizadas y las transformamos en energías del amor.»

 

«Por ejemplo, si en nuestra acción amorosa estamos armonizados solamente con el amor físico, nuestros hijos serán seres humanos de nivel bajo. Si en nuestro acto amoroso estamos armonizados con un nivel muy alto, introduciremos almas más grandes y seres más avanzados en nuestra esfera de vida. En la antigüedad, los Maestros de la Sabiduría dieron en los Upanishads meditaciones especiales, que debían efectuarse antes del acto amoroso para atraer e introducir en la encarnación a un ser más avanzado. En los textos místicos, a los niveles superiores de consciencia y cognición se los explica como un matrimonio espiritual entre la novia y el novio. El empleo de esta metáfora es muy adecuado, porque en el amor real y supremo, el hombre pierde su personalidad, se funde en el otro, y ambos son uno solo. Si la unidad es en niveles superiores, entonces el júbilo y el gozo son reales. Este júbilo de las captaciones superiores puede compararse solamente con el gozo que registramos con el amor que expresamos, con un amor que proviene de planos superiores.»

 

«Cuando dos personas avanzadas son atraídas por el verdadero amor, ocurre lo siguiente: l. Establecen líneas magnéticas de comunicación entre sus corazones. 2. Sus auras empiezan a fundirse. 3. Empieza el proceso de asimilación, y después la fusión, y cada una enriquece el aura de la otra con sus colores y vibraciones. 4. Los centros empiezan a dar las correspondientes señales de vibración, y de esta manera se pone en marcha la sublimación. 5. Se produce el despertar de nuevas energías, que hacen descender nueva inspiración y luz. 6, Sus niveles físico, emocional y mental se unen, y el estar im- buido de alma pasa a ser un hecho, en los grados más avanza- dos del amor.»

 

«San Francisco de Asís escribió bellas líneas sobre el amor. Dice en una parte: ‹Bendito quien ama de verdad, sin buscar amor a cambio. Bendito quien sirve, sin desear ser servido; Bendito quien obra bien con los demás, sin buscar que los demás obren bien con él›.»

 

«El amor proviene de nuestro Guía Interior, o de nuestro plano Intuitivo. Sin embargo, si nuestro plano astral no es puro, esta energía se usa para satisfacción personal […] Es por eso que los vehículos de un ser humano deben purificarse antes que la Energía Amorosa los libere.»

 

«La Energía Amorosa es eléctrica; y está siempre salvaguardada por la Sabiduría. Es por eso que el segundo rayo de mayor energía del universo se llama el Rayo de la Sabiduría del Amor.»

 

«La verdadera Energía Amorosa crea esfuerzo, empeño personal, grandes deseos y tendencia hacia la pureza y la cooperación con el Plan.»

 

«El amor es un deseo de organizar la vida del planeta según la Voluntad de Dios.»

 

«El amor, o lo que el hombre entiende como amor, tiene ocho fases, como se demuestra a continuación. Sin embargo, en el futuro, el hombre puede hallar diferentes palabras para explicar cada fase: 1) Amor por alimento y posesiones; 2) Amor por el sexo; 3) Amor por la familia; 4) Amor por la raza, por el grupo; 5) Amor por la nación; 6) Amor por la belleza, por la cultura, por los amigos, por el maestro y por el Maestro; 7) Amor por lo Divino en todas las formas, en cada hombre; y 8) Amor cósmico.»

 

«El amor es contacto y fusión. A través de cada fase, el alma humana se expande poco a poco y se funde con la Presencia Omnipotente en todas las formas, en los sistemas solares y en las galaxias.»

 

«La alegría combinada con el amor produce la energía de la curación, y la energía de la atracción. En presencia de una persona amorosa y alegre, las posibilidades creativas florecen en nuestro corazón. Nos volvemos magnéticos y atraemos a todos los que trabajarán en nuestro favor y en favor del triunfo de ellos mismos. Nuestro amor y nuestra alegría los inspiran, los cargan, y dan lo más que pueden para acrecentar la Fuente de su alegría y de su amor.»

 

«La energía del amor y la alegría: l. Cura 2. Armoniza 3. Expande 4. Crea magnetismo 5. Revela 6. Eleva, y 7. Fortalece.»

 

«l. El amor y la alegría curan. Curan heridas y enfermedades físicas, emocionales y mentales; alinean e integran los centros físico y etérico; y purifican el cuerpo astral construyendo el camino de la sublimación de los centros sacro y del plexo solar. El apego emocional, los bajos deseos, el hechizo y las emociones negativas son lavados lentamente por la creciente energía de la alegría y del amor. Si ejercitamos la alegría y el amor durante media hora por día, seremos hombres nuevos. La energía del amor y de la alegría tiene gran efecto sobre la salud mental. En una atmósfera amorosa y alegre, la mente se agudiza y se aclara, con creciente energía de intuición y previsión. El amor vincula al hombre con el reino de la intuición. La alegría construye el puente hacia la Voluntad Superior.»

 

«2. El amor y la alegría tienen gran efecto ·armonizador sobre nuestra naturaleza física, emocional y mental; crean armonía en los grupos y elevan su eficiencia; crean armonía en las naciones y la humanidad. El amor y la alegría vinculan a la humanidad con centros más grandes de sabiduría, luz y energía […] El amor y la alegría afectan al reino vegetal: árboles, arbustos y vegetales. Demos amor y alegría, y nuestra aura alimentará al reino vegetal, nuestros árboles darán más frutos, y nuestras flores serán más fragantes.»

 

«3. El amor y la alegría son energías que causan expansión. Expanden nuestra consciencia, nuestro horizonte, nuestra inclusividad. Expanden el campo de nuestra influencia espiritual.»

 

«4. El amor y la alegría cargan nuestros cuerpos etérico, astral y mental con magnetismo.»

 

«5. El amor y la alegría quitan los velos, muros y obstáculos entre las personas, y establecen contacto y comunión. El amor y la alegría crean gran confianza y nos permiten ver en la gente cosas que antes no habíamos visto.»

 

«6. La alegría y el amor elevan a la gente.»

 

«7. La alegría es un tónico para los nervios. El amor purifica la sangre y fortalece el corazón.»

 

«La alegría y el amor son grandes escudos contra ataques psíquicos, contra fuerzas oscuras. Las fuerzas negativas y oscuras odian la alegría, y no pueden respirar en la fragancia del amor. El amor y la alegría fortalecen a un grupo, a una sociedad y a una nación, y las hacen invencibles.»

 

«Antes de comer o beber, carguemos nuestro alimento o nuestra agua con amor y alegría y advertiremos una gran diferencia en nuestra salud. Antes de hablar, antes de tratar de servir, carguémonos con amor y alegría y veremos cómo la gente se eleva y fortalece.»

 

«El amor y la alegría son vehículos del Propósito Divino. ‹Dios es Amor›. Al amar, nos encontramos con Dios. Sin amor, jamás entenderemos el Plan ni el Propósito de Dios.»

 

«También es importante saber que cada ser humano tiene un espacio: una esfera alrededor de su cuerpo. Esta esfera puede expandirse o contraerse. Se expande si la sustancia que inyectamos en el espacio mayor es de la naturaleza del amor, de la alegría y de la belleza. Pero, si la sustancia que inyectamos es de la naturaleza del odio, de los pensamientos ruines, de los delitos, entonces poco a poco estrechamos nuestro espacio y nos sepultamos en nuestra propia sustancia negativa y mortal. Muchas enfermedades de la mente, del corazón y del cuerpo son resultado de una esfera que se estrecha alrededor de nosotros. Cuando nuestra esfera se expande a través de pensamientos rectos, acción recta y condiciones rectas, a través de alegría y amor, penetramos en un espacio mayor e introducimos energía viva mucho más depurada, luz, amor y energía en nuestro sistema. La sustancia de la alegría es un gran alimento, un gran tónico e inspiración para quienes se esfuerzan en el sendero del servicio, en el sendero de la iluminación, y en el sendero de la evolución cósmica. Nuestra aura, impregnada de alegría, es una colorida sinfonía con gran magnetismo. A menudo impregnamos nuestras habitaciones, nuestros jardines y oficinas con nuestras preocupaciones, con sentimientos negativos, con negativas formas de pensamiento de diversas clases. La esfera que rodea nuestra casa y· nuestros lugares de trabajo se contamina tanto con semejante polución que a nuestra alma le resulta difícil respirar y ser creativa. En lugar de tales sustancias negativas, podemos llenar nuestros hogares y oficinas con la sustancia de la alegría y del amor, y así aumentar nuestra vitalidad, creatividad y servicio en favor del mundo.»

 

«El amor y la alegría más grandes existen entre las personas que realmente sirven al Señor y a la Jerarquía. Su amor es permanente, y su alegría aumenta siempre.»

 

«El hombre se carga con energía cuando consagra su vida a un ideal.»

 

«El amor y la alegría son dos grandes columnas luminosas que llevan a la gente hacia la espiritualidad, hacia la universalidad, hacia los valores supremos de la vida. No pueden existir en una atmósfera contaminada con debilidades y vicios humanos.»

 

«La alegría y el amor crean un elemento en nuestro cuerpo etérico y precipitan un género de sustancia en nuestros canales nerviosos, la cual disuelve los venenos acumulados en nuestro organismo a través de la irritación, la aflicción, la depresión y otras emociones, pensamientos o acciones negativos.»

 

«El amor y la alegría expanden el campo de nuestro magnetismo dentro de nuestra aura, y recibimos Ja inspiración y las impresiones de los Reinos Superiores, de las Galaxias y de las Grandes Existencias.»

 

 

VICENTE BELTRÁN ANGLADA

 

Mis Experiencias Espirituales:

«Afirmar una vez más el sentido íntimo del Agni Yoga, o Yoga de Síntesis, mediante el cual el corazón adopta para el aspirante espiritual una importancia mayor en el devenir de esta Nueva Era, tan profundamente marcada por acontecimientos de carácter cósmico.»

 

 

Obras Completas:

«El Sendero que vincula el ser humano con todos los demás seres de la Naturaleza, y muy particularmente con los demás miembros de la gran familia humana. Este Sendero desarrolla el sentimiento de Amor en su corazón, el aspecto más profundo de la sensibilidad emocional. Constituye virtualmente el enlace del hombre con el presente y en su cálido misterio se halla la resolución de la interrogante... ¿QUIEN SOY?»

 

«Según el imperativo de tal ley o de tal principio, todos los seres vivientes están estrechamente vinculados por un potente y radiante magnetismo de AMOR, esencia de Vida en este Universo, el cual mantiene la cohesión del conjunto universal. Hay un hermoso canto oriental que expresa poéticamente esta infinita verdad oculta: ‹…No muere el más insignificante insecto sin que reciba la bendición del Señor del Mundo, ni se mueve la más humilde hoja del árbol sin que estremezca la Naturaleza entera, pues has de saber, ¡oh discípulo!, que el más leve pestañeo de tus ojos afecta la estrella más lejana›.»

 

«Podríamos decir que el Quinto Reino es una etapa más avanzada dentro de las líneas universales de la evolución y que la misión más definida de sus ciudadanos, de acuerdo con nuestros estudios esotéricos, es preparar a la humanidad para que pueda introducirse conscientemente en la esfera inmaculada de luz, amor y poder del Reino que representan.»

 

«¿Cómo funciona internamente dicha Jerarquía? Funciona internamente, y ahí se halla el más sagrado de los Misterios, según los imperativos del Amor, de la Verdad y de la Justicia. Cada uno de Sus miembros cumple una parte determinada o específica dentro del Plan sabiamente estructurado por la Divinidad planetaria y su ejercicio abarca la totalidad evolutiva del planeta Tierra con sus Reinos, Razas, Especies, Jerarquías dévicas y el incalculable número de criaturas que viven en las sutiles dimensiones del Espacio y llenan con sus pequeñas aunque importantes vidas las ideas creativas de la Divinidad, a partir del increíble universo de los elementos químicos y el complejo mundo de los átomos.»

 

«Hay un ‹Centro de Sensibilidad Cósmica› definida esotéricamente EL CORAZÓN DE DIOS, hacia el cual tienden o gravitan aparentemente las humanidades de todos los planetas dentro del Sistema Solar ‹en donde vivimos, nos movemos y tenemos el ser›, desde donde se proyectan las energías del AMOR, substancia creadora de nuestro Universo de Segundo Rayo. El motivo esencial de la vida de todo ser humano es este centro cósmico de Amor y la energía que del mismo dimana produce el fenómeno de la SENSIBILIDAD, el estímulo supremo de la evolución; pudiendo ser catalogadas todas las conciencias o almas en evolución dentro del Universo, o del planeta, por su grado de acercamiento a la Vida cósmica, o sea, por su grado de sensibilidad a lo más elevado.»

 

«En lo que al ser humano concretamente se refiere, la expansión de esta sensibilidad innata del corazón que se propaga o extiende a todo su equipo psicológico y a todos sus niveles de percepción y de contacto, se la define técnicamente como Fraternidad, siendo este sentimiento indescriptible de fraternidad la base misma de la Creación del Universo, es decir, que la Creación no es esencialmente mental en lo que a nuestro Sistema solar se refiere, aun cuando sea la Mente la que prepara y confecciona sus ocultos diseños y arquetipos, sino que es la vida del Corazón la que en un potentísimo e incomprensible impulso cósmico de Amor se introduce en la Mente y la capacita para crear. La imaginación creadora, sobre la cual tanto énfasis deposita el hombre intelectual, no es una cualidad de la Mente sino una función viva del Corazón. De la misma manera, SHAMBALLA, que a la percepción esotérica aparece como el máximo centro de actividad creadora en nuestro planeta y donde son manipuladas las energías ígneas del Primer Rayo no es sino la centralización del más elevado aspecto del Amor, expresándose como Voluntad o como Poder, es decir, el resultado de la recepción y proyección de la Sensibilidad cósmica, o del Amor universal. Igual analogía puede ser aplicada a todos los planetas del Universo, sea cual sea la corriente de energía de Rayo que caracteriza a su Logos regente y condiciona su evolución; el Amor del Corazón que surge de aquel infinito Centro de proyección magnética está en la base de todas sus creaciones, siendo cada uno de los siete Rayos, o corrientes vitales de energía cósmica, solo unas simples modificaciones o cualidades magnéticas que surgen de aquel indescriptible Corazón Logoico que late al impulso supremo del Segundo Rayo de Amor, de Sabiduría y de Sensibilidad.»

 

«El Servicio –tal como se nos ha explicado ocultamente– es ‹un instinto natural del Alma›, ya que la motivación principal de un Alma al tomar cualquier cuerpo de manifestación es la redención, es decir, un impulso de amor y de sacrificio en bien de las innumerables células que constituyen la estructura orgánica de dicho cuerpo. Todos los seres humanos que se sacrificaron por sus hermanos en no importa qué tiempo de la historia planetaria ni en qué tipo de sociedad humana a través de las edades, fueron discípulos de los Maestros, pertenecientes a alguno de los Ashramas de la Jerarquía en sus distintos Rayos y demostrando sensibilidad y acercamiento en sus vidas, es decir, servicio creador. En otro nivel, pero siguiendo siempre las leyes inmutables de acercamiento humano que rigen la evolución social de la humanidad, todos los seres humanos que de una u otra manera se esfuerzan, trabajan y luchan por los demás, olvidados de sí mismos en el gozo supremo de la acción social, demuestran sensibilidad al Alma y cumplen con su deber preparando el camino de su Iniciación como discípulos en el corazón del Maestro […] De ahí la confianza de la Jerarquía en el corazón sensible de la humanidad, de ahí sus solicitudes y desvelos en favor del gran ‹discípulo mundial› como un todo, el cual, pese a todas las aparentes contradicciones existentes y fracasos en el orden social, tiene un corazón sensible y trata de ser correcto en sus relaciones con los demás. En el fondo del ser humano subyace la gloria de la acción social y del acercamiento humano; su expresión correcta dependerá del grado de desarrollo de su sensibilidad natural por medio de la actividad del centro cardíaco. La sensibilidad humana es cosa del corazón, de la misma manera que la conciencia de las cosas es algo que pertenece a la mente a medida que ésta va evolucionando por medio de la actividad del centro del entrecejo. Ambos centros, en su mutua interdependencia, constituyen los motivos esenciales y espirituales del ser humano y a medida que ambos centros se unifican y coordinan mediante la impersonalidad, el servicio y la renuncia al ‹yo› separado y egoísta, se desarrolla en el individuo el Centro Coronario, abriéndose progresivamente cada uno de los Mil Pétalos que en el mismo se hallan contenidos.»

 

«La estructura de la conciencia humana se levanta pues sobre una base de sensibilidad, pudiendo señalarse así, de acuerdo con la enseñanza esotérica, que la sensibilidad a las cosas produce la luz de la mente y que la sensibilidad a los demás seres humanos determina la luz del corazón, aquel tipo de luz cósmica que es el fundamento del amor tal como se expresa en nuestro Universo. La conciencia humana podría expresarse simbólicamente como una esfera luminosa con tres tipos de luz: una demostrando la luz de la mente, otra demostrando la sensibilidad del corazón y la tercera, que emana del centro superior de la cabeza, cuya misión es unificar las dos luces anteriores de la mente y del corazón, creando una nueva modalidad de luz que sólo está al alcance del perfecto Iniciado. A partir de este punto estamos introduciéndonos ya en una zona de alta sensibilidad espiritual, estamos penetrando en los llamados ‹Misterios del Reino› y en la comprensión real del destino divino del hombre aquí en la Tierra.»

 

«Nada en verdad nos hará mas amorosamente comprensivos con respecto a los demás que el reconocimiento de las energías de los Rayos incidiendo sobre sus vidas y dotándoles de su peculiar singularidad y expresividad.»

 

«Al Segundo RAYO le corresponde la segunda Nota del Pentagrama, la Nota LA, el color AZUL intenso y su forma geométrica es el CÍRCULO con un punto en el centro. Su cualidad psicológica es el AMOR INCLUYENTE y su vibración descendida a los mundos inferiores produce el Reino vegetal y constituye la base creadora del vehículo emocional de los seres humanos.»

 

«En el Segundo Plano de la Naturaleza, el Plano Monádico, actúan las energías del Segundo Rayo, el Rayo del Amor unificante y atrayente de todo el contenido universal.»

 

«Al Sexto Plano, o Plano Emocional, se le denomina también Plano de los Idealismos Creadores. El Rayo que lo vivifica, el Sexto, encarna las altas cualidades de Devoción de la Divinidad con respecto a Su Obra de Creación Universal. En este Plano pueden ser observadas las Aspiraciones del Logos Solar y el infinito Amor que siente por todo lo creado. En el Segundo Plano, el Monádico, el Amor se expresa en su pura esencia productora de las cualidades magnéticas y atractivas que permiten la estabilidad y coherencia vital del Universo. En el Sexto Plano se observa esta misma coherencia, pero dentro de un Plan organizado de separación de formas y de conciencias que invita constantemente a la reunión de cada uno de los fragmentos de vida, aparentemente dispersos y sin cohesión, pero dotados de un anhelo infinito de reconstruirse dentro de la Unidad indestructible de que forman parte. Las conocidas frases místicas del Adorador y del Amado, del matrimonio sagrado del alma con el Cristo interno y la ardiente lucha del hombre en pos del ideal soñado o presentido en el corazón, son aspectos característicos del Sexto Rayo lo mismo que la extrema devoción hacia la conquista de alguna meta religiosa, científica, social o humana expresando Amor hacia aquello que se quiere alcanzar.»

 

«JERARQUÍAS SOLARES Y PLANETARIAS Desde el ángulo de vista esotérico aparecen las siguientes Jerarquías espirituales, dentro de nuestro Sistema Solar: a. La Entidad Psicológica creadora de este Universo, el inefable Ser a quien llamamos DIOS, dentro de la línea de actividad del Segundo Rayo Cósmico, de AMOR incluyente y de SABIDURÍA infinita. Según se nos ha explicado esotéricamente esta tremenda y exaltada Entidad Espiritual pertenece a la actividad del Segundo Rayo Cósmico de AMOR-SABIDURÍA, teniendo en cuenta, siempre de acuerdo con la Sabiduría oculta, que nuestro universo en su totalidad, es sólo el Plano Físico de un Sistema de Siete Universos que constituye la Vida expresiva de una todavía más trascendente ENTIDAD CÓSMICA, allende la visión de los más exaltados Adeptos planetarios. Podríamos decir, sin embargo, ya que tal detalle entra enteramente en la línea de nuestro estudio, que Aquel Supremo Logos Cósmico utiliza un Cuerpo Físico de Segundo Rayo (nuestro Universo), siendo Regente del mismo nuestro Logos Solar.»

 

«La relación del corazón humano con el Segundo Rayo de Amor Universal, con el planeta Júpiter 3 y con la esplendente estrella SIRIO fue tratada en conversaciones anteriores. Existen, no obstante, otras poderosas motivaciones que hacen del corazón el más importante Centro del ser humano en la presente Ronda planetaria. Esta motivación puede hallar una adecuada explicación en el significado místico de la composición de la Gran Fraternidad Crística con doce Apóstoles y un centro de irradiación solar, el propio Cristo, Quien, en nuestro corazón, ocupa el dorado centro denominado esotéricamente ‹la Joya e el Loto›, cuyo despertar se inicia con el pleno desarrollo de cada uno de los doce pétalos de esta sagrada Flor que es el chacra cardíaco. ¿Se dan ustedes cuenta de la maravillosa relación existente entre el Cristo y los doce Apóstoles, entre la Joya en el Loto y sus doce pétalos, entre el sol central del Universo y los doce planetas y entre estos planetas y cada una de las Constelaciones del Zodíaco?»

 

«Estas referencias a un Universo anterior a éste en donde vivimos, nos movemos y tenemos el ser tienen que ver naturalmente con la evolución de nuestro Logos Solar, QUIEN, según se nos dice esotéricamente, inició el desarrollo de Su esplendente VIDA psicológica en un Universo precedente y que actualmente está desarrollando el aspecto ALMA o Sensibilidad Cósmica en este presente Universo de Segundo Rayo en el que el AMOR es la cualidad más relevante. Hay que suponer pues, utilizando la analogía, ya que DIOS ES TRINO, que habrá un tercer Universo síntesis de los dos precedentes, en el que nuestro Logos Solar tendrá como Meta suprema de SU Vida el desarrollo de la Voluntad dinámica, una expresión del primer Rayo cuyas implicaciones y significados escapan a la más sagaz y penetrante comprensión humana.»

 

«Aunque la brevedad de esta conversación nos impide hacer un detallado estudio de la leyenda mitológica de PROMETEO, sí interesa conocer al menos la síntesis de su absoluto significado. Los Ángeles Solares, los PROMETEOS Cósmicos, contemplan desde el Olimpo (el Plano Mental Cósmico) como se debaten en la oscuridad de sus vidas los hombres-animales, base ancestral de la Raza humana, y apiadados de su ceguera (la ausencia de entendimiento racional) deciden dotarles de alma y de conciencia y ‹en un indescriptible acto de amor y de sacrificio› introducen la Luz de Sus Vidas Cósmicas en el cerebro instintivo de los hombres-animales y los convierten en seres humanos. Tal es el sentido simbólico de la leyenda de PROMETEO o EL HIJO DE LA MENTE, tal como lo definen también algunos tratados místicos. La explicación ha debido ser forzosamente breve, pero creo que nos ayudará a comprender el oculto significado de la obra de los Ángeles Solares con respecto a los seres humanos, ‹operando misteriosamente desde el centro de sus corazones› para que se autorreconozcan como parte integrante de la Divinidad, siendo la LUZ o el Fuego de Sus Vidas de ADEPTO el elemento universal que utilizan para que el Alma humana se considere progresivamente como mi Dios en potencia cuya Meta espiritual es la Liberación, es decir, la participación consciente en los Misterios del Reino.»

 

«Como se nos dice esotéricamente, los Ángeles Solares volverán quizás de nuevo para dotar a las humanidades del futuro de la SENSIBILIDAD necesaria para desarrollar en su máxima potencia la cualidad infinita del AMOR, sin la cual les sería imposible resistir la tremenda potencia de la VOLUNTAD DINÁMICA del Cosmos, la cual constituirá la Meta evolutiva de nuestro Logos Solar en aquel Universo de Primer RAYO […] Tendrán así una idea más completa acerca de las Leyes de Fraternidad que rigen nuestro Sistema Solar y las vinculaciones de Amor del Logos con el entero Sistema Universal. La Solidaridad de los Mundos y la armónica relación entre sí obedecen a aquellas Leyes, siendo la unidad espiritual y el sentimiento de cooperación y participación, los objetivos básicos de aquella Fraternidad Mística de la que surgen los mundos y los sistemas Solares en eterna y cíclica expansión.»

 

«Pregunta: Los Ángeles Solares... ¿pertenecen a nuestro Universo o son Entidades espirituales de otros Universos u otras Galaxias? Respuesta: Los Ángeles Solares a los cuales hacemos referencia pertenecen a nuestro Sistema Solar. Según se nos dice ocultamente su Cielo o su Nirvana se halla ubicado en ciertas misteriosas zonas dentro del Chacra Cardíaco de la Divinidad, constituyendo parte de la substancia que emana de sus pétalos de Amor y de Sacrificio. Y ahí se halla naturalmente un misterio actualmente indescifrable para nosotros. Pero, si nos atenemos a la analogía, deberemos admitir la existencia de Ángeles Solares, Dhyanes del Fuego o Hijos de la Mente en todos los demás Universos de segundo Rayo y Sistemas Cósmicos con la misión definida de ‹redimir la substancia material teñida de karma› e infundir alma individual a todas las unidades de conciencia que han llegado a cierto punto de integración espiritual.»

 

«Recuerde usted al efecto que desde los tiempos de Cristo se viene insistiendo mucho sobre el término AMOR, palabra que a fuerza de ser repetida sin su adecuado complemento de la acción ha quedado cristalizada en nuestra mente; no es por tanto una realidad objetiva sino una posibilidad muy lejana y remota.»

 

«Bien, de acuerdo con lo que vamos exponiendo, será lógico comprender que el hombre superior deberá poseer una mente muy aguda y tremendamente despierta para poder intuir ‹los signos de los Nuevos Tiempos› y hacerse eco de las infinitas resonancias cósmicas dentro de su corazón ya que el Bien cósmico queda localizado dentro de este santuario del amor universal, en tanto que la mente supremamente expectante da una clara noción del Mal que debe ser evitado.»

 

«CRISTO, [es] el Avatar del Amor en nuestro planeta.»

 

«La intervención de los Ángeles Solares, vivificando su rudimentario principio mental y ‹arropándolo con su manto de amor y de sacrificio durante una cantidad infinita de tiempo›, (JASH-26) produjo el gran milagro de la MENTE. Ésta se fue convirtiendo progresivamente en el centro de su razón y el hombre animal se convirtió en un ser pensante y autoconsciente.»

 

«Los Ángeles Solares. Por su misión de intermediarios entre el hombre-animal y el propio Dios representado por la Mónada, permanecen indistintamente con sus propias peculiaridades, facilitando con su glorioso pasado kármico, el Rayo de Amor del Señor del Universo. Durante siglos interminables cooperarán con la voluntad del Logos Planetario, ‹Quien en su elevado destino, ha contraído la más sacrificada y abnegada de las decisiones›: ‹No abandonar el planeta hasta que el último de los seres humanos capaces de responder a la Ley, no haya alcanzado la liberación›. Se le llama por tanto el Gran Sacrificio y es el vigilante silencioso que edad tras edad preside el destino de la Tierra y, muy concretamente, el cuarto reino, o reino humano, que a su vez tiene la misión de ‹elevar la sintonía› de los reinos inferiores o subhumanos, sirviendo así de intermediarios del Logos, de la misma manera que los Ángeles Solares son los que vinculan al hombre con el quinto Reino de la Naturaleza, que es la Jerarquía Planetaria o Reino de las Almas.»

 

«En todo el proceso de coparticipación o de Fraternidad de los Reinos, va implícito el Rayo de Amor de la Entidad Solar. Los Ángeles Solares son una emanación de su infinito Amor, incapaz de ser comprendido por nuestra pequeña mente humana.»

 

«En los momentos cumbres de nuestra vida, en el proceso mágico del nacimiento, cuando en el momento de la muerte dejamos el cuerpo físico o cuando afrontamos en la vida un verdadero y angustioso problema que nos sume en intenso dolor y profunda aflicción, la visión serena y el amor sin medida del Ángel Solar está más cerca que nunca de nosotros ‹arropándonos con su manto de amor y sacrificio›.»

 

«Cuando jerárquicamente hablando, nos referimos al Ángel Solar, lo hacemos en estos términos: ‹Es un Maestro de Compasión y Sabiduría, un Adepto de la Buena Ley, con lo cual no hacemos sino evidenciar la pureza infinita de su aura, la perfección de sus virtudes y el indescriptible poder de sus resoluciones de amor y sacrificio con respecto a nosotros›.»

 

«El vínculo principal de unión es siempre el Ángel Solar, llamado en términos esotéricos del Ashrama, ‹el Gran Intermediario Cósmico›. Es ÉL quien debe ‹unir Tierra y Cielo› con las leyes infinitas del Amor universal. Esta tarea iniciada hace millones de años, empieza a culminar en el corazón de muchos seres humanos. Lo que va a suceder de ahora en adelante a medida que la presión de Acuario se acentúe sobre el aura de la tierra, será una obra mágica de gigantescas proporciones para comprender, y nuestra mente deberá aumentar considerablemente su ritmo vibratorio.»

 

«Desde tiempos inmemoriales la cadena iniciática de los Agentes transmisores de LUZ ha sido unida por infinitos eslabones de servicio creador a la Raza. Una sola regla ha imperado, el Amor a los demás y el ardiente deseo de ayudarles en sus necesidades. La cadena cíclica de los tiempos en espirales cada vez más extensas y elevadas, ha penetrado en la conciencia de los hombres deparándoles una visión cada vez más profunda de su destino. Pero no todos han comprendido todavía que la consumación de este destino es AMOR, y que es el AMOR compartido el que debe salvar al hombre.»

 

«Shamballa, morada del Señor del Mundo, es, en Su elevada trascendencia, el Centro de la Voluntad de Dios, así como la Jerarquía planetaria constituye el Centro de su infinito Amor y la Humanidad, como un todo, el Centro a través del cual Dios expresa su energía mental, inteligente y creadora.»

 

«Deben ustedes tener presente una cosa muy importante al estudiar esotéricamente cuánto ocurre en el universo y a nuestro alrededor, y muy especialmente al tratar de estudiar las leyes del Karma y la acción de los Señores del Karma en lo que respecta a nuestra vida particular, y es que a través de la analogía hermética –clave de todo posible conocimiento y enlace entre lo conocido y lo desconocido– hay que considerar que un universo es realmente una familia, con un padre central, el Sol, y una madre, los éteres de sustancia eléctrica, que en su íntima unión de amor o de conjunción magnética, dan vida a unos hijos, los planetas, constituyendo así la representación universal de todo cuanto se refleja después en el mundo manifestado de los hombres, el reino humano.»

 

«Grandes poderes cósmicos gravitan hoy sobre la Tierra. Una de estas potentísimas energías, canalizadas por aquel Gran Ser que esotéricamente definimos como ‹El Avatar de Síntesis›, está actuando constantemente sobre el Centro planetario de Shamballa, el Centro en donde la Voluntad de Dios es conocida. Otra de estas grandes corrientes de energía, proveniente del Gran Sol SIRIO, está actuando preferentemente sobre la Jerarquía de Maestros e Iniciados, el Centro planetario del Amor de Dios, a través de una esplendente Entidad espiritual que en términos del Ashrama llamamos ‹El Espíritu de la Paz›. Otra corriente menor, aunque no menos importante, proveniente asimismo del gran impulso acuariano, enlaza Shamballa con la Humanidad, el Centro planetario donde Dios ejercita Su Inteligencia Creadora, vivificando el centro espiritual más elevado en muchos seres humanos y actuando definidamente en ciertos niveles específicos de la Naturaleza, despertando allí y poniendo en actividad ‹ciertas corrientes de vida dévica› relacionadas con el fuego creador que brota de las entrañas de la Naturaleza y que los esoteristas denominan ‹Fuego serpentino o de Kundalini›, que ha de desarrollar en muchos seres humanos los centros superiores de su constitución etérica, psíquica y espiritual y prepararles para el gran Misterio de la Iniciación. Esta nueva corriente de energía viene a nosotros por intercesión de aquel indescriptible Ser planetario que llamamos el ‹Señor Buddha›, constituyéndose así el tercer enlace o vinculación del Gran Señor de Acuario con el planeta Tierra.»

 

«Si se agudiza la percepción interna y la evolución espiritual lo permite, se ve que esta estrella fulgurante irradia del centro de un Triángulo de Protección de color amarillo, pero de una tonalidad indescriptible para los ojos mortales, que distingue para el esoterista entrenado y para los perfectos discípulos del plano búdico, el de la Unidad más elevada, del Amor más incluyente y de la más trascendente Sabiduría. Este triángulo está constituido místicamente y siguiendo un trazado o diseño cósmico, por los tres Grandes Seres anteriormente descritos: El Avatar de Síntesis, el Espíritu de la Paz y el Señor Buddha, los Cuales irradian a través de la estrella de Cristo las cualidades infinitas de sus respectivas Vidas y que son las que se destilan eternamente del Corazón del Logos Solar: la Voluntad de Ser, el Amor sin medida y la Inteligencia creadora.»

 

«Este Universo físico en el que vivimos inmersos ha sido creado y está siendo vivificado por una gloriosa Entidad Psicológica de Segundo Rayo, el Rayo Cósmico del Amor, del cual Cristo ha sido el máximo exponente en nuestro planeta. De ahí la importancia que se le asigna esotérica-mente al Drama del Nacimiento de este gran Avatar del Amor, por ser una expresión directa del verdadero Sendero de Unión y Redención.»

 

«BAKTI YOGA (MY-52) Conocido también bajo la denominación del Yoga de la Devoción o ‹Camino Místico›, constituye el segundo de los grandes Misterios del Cristianismo, el del Bautismo en el Jordán, siendo el elemento agua, símbolo de purificación, el que se halla estrechamente vinculado con el desarrollo de este tipo de Yoga, el cual, a su vez, es la representación de un estado de sensibilidad en creciente evolución dentro de la conciencia de la humanidad […] La consideración esotérica del Bakti Yoga nos revela ciertos aspectos muy definidos que nos ayudarán a clarificar concretamente nuestro estudio, partiendo de la base de que: a) Nuestro Universo es el Cuerpo físico de una entidad Psicológica del Segundo Rayo cuya expresión natural es el Amor. b) El Amor es una Cualidad de Vida que, en los seres humanos, se expresa por medio de la sensibilidad, de las emociones y de los sentimientos. c) Tales emociones y sentimientos y la sensibilidad que a través de ellos trata de manifestarse son asimismo las cualidades características del Plano emocional, siendo este Plano, en su totalidad, el Cuerpo emocional de la Propia Divinidad en donde el Alma o Yo Superior, plenamente sensible a la vida espiritual o Monádica, trata de expresar el sentimiento de Unidad que es inherente a esta Vida. d) Los deseos, las emociones y los sentimientos (tres aspectos de sensibilidad emocional) se gestan, desarrollan y llegan a una plena consumación, o augusto cumplimiento de Unidad, a través del cuerpo emocional que en el ser humano constituye el más poderoso vínculo de unión con la Divinidad creadora y con el aspecto Amor del Ángel Solar (el Alma en su propio plano, el causal). Teniendo en cuenta estas cuatro ideas que, como verán, son consustanciales, puede ser bosquejada ya, por analogía, la finalidad del Bakti Yoga en relación con el desarrollo y crecimiento del Árbol Psicológico de la Vida humana.»

 

«El Bakti Yoga puede ser considerado definitivamente como un ensayo del Creador para manifestar Amor a través de los seres humanos, reconociendo al propio tiempo que el Amor es la base fundamental o creadora de este Universo ‹en donde vivimos, nos movemos y tenemos el ser›, para llegar finalmente a la conclusión de que el cuerpo emocional, como contenedor de un Misterio de la Divinidad, es el más potentemente polarizado con el principio básico de este Universo durante el proceso de evolución de la humanidad, por su identificación natural con el espíritu de Amor que dio Vida al contenido universal. Desde el punto de vista esotérico es el Sendero de mínima resistencia en lo que se refiere al desarrollo psicológico del ser humano. El vehículo emocional sobre el cual se estructura todo el edificio del Yoga de la devoción mística, contiene en sí el espíritu de unidad y su línea de atracción natural o Sendero interno conduce al plano búdico, allí en donde el sentimiento de amor, de paz y de unidad impregnan los éteres sutiles e indescriptibles que lo constituyen. Podríamos decir que el éter, en este plano, es puro y radiante y no viene contaminado por ninguno de aquellos elementos nocivos y separativos inherentes al deseo de lo material que constituye la raíz del karma humano.»

 

«Como sabemos por el estudio esotérico del Yoga, el cuerpo físico se subdivide en dos aspectos bien definidos, el denso y el etérico; el cuerpo mental, en una correcta analogía, puede ser reconocido también en la línea de su progresión natural, bajo aspectos objetivos o concretos y subjetivos o abstractos. Solamente el cuerpo emocional, como receptáculo o vehículo del aspecto Amor de la Divinidad, tiene un carácter definidamente unitario y actúa constantemente como un sólido bloque, como un todo unido en sus incesantes intentos por reconstruir idéntica cualidad de amor dentro de su corazón que la de Aquel que le dio la Vida.»

 

«La aspiración constante ‹hacia adentro› siguiendo el camino del corazón, constituye la norma y disciplina del Bakti Yoga. Se busca intuitivamente el Amor a través de la devoción constante a un Ideal, tanto más puro cuanto menos contaminado por el deseo material de cosas y por el apego a las personas. Su línea natural de devoción a lo superior ha de hallar en el sentimiento de buena voluntad, en la bondad exquisita del corazón y en el sincero esfuerzo de adaptación a todas las cosas, a todos los seres y a todas las situaciones, el máximo y más definido cumplimiento, es decir, el reconocimiento místico de ser una parte constituyente de todo lo creado. Tal reconocimiento, el gozo que determina y la aspiración hacia todo factor positivo de vinculación constituyen las líneas de aproximación al sentimiento de unidad y fraternidad, que son las cualidades que proyecta incesantemente el Arquetipo emocional que, en dicho plano, es una expresión del Amor de Dios hacia todo lo creado.»

 

«La Línea de Actividad del Bakti Yoga. Como podrán observar, si dejan que la intuición penetre en ustedes, Bakti Yoga no es un Yoga de grandes esfuerzos ni de fuertes disciplinas, aunque así se lo reconozca en los tratados que se refieren al mismo. Paradójicamente, la única disciplina y el único esfuerzo consisten en dejarse guiar ‹libres de esfuerzos y de disciplinas› hacia el Ser interior que, desde siempre y a través del Silencio Místico, está clamando en el desierto de tantas y tan diversas incomprensiones Se trata de seguir en su más depurada fidelidad el sentido de las palabras crísticas, sobre las cuales se afirma la clave hermética de la analogía: ‹Sólo por el Amor será salvado y redimido el hombre›, las cuales justifican la importancia del cuerpo emocional, cuya sutilización constante a través de la gama infinita de deseos y sensaciones, lleva precisamente a la culminación del Amor y de la sensibilidad, o sea, al sentimiento de unidad tal como se expresa en los niveles búdicos del sistema solar. Todo Yoga, al hacerse conciente en el individuo, tiende a ejercitarse por el esfuerzo y la disciplina. Lo hemos observado al analizar la dramática lucha del hombre primitivo al tratar de adaptarse a situaciones extremas e indescriptiblemente hostiles de la Naturaleza, en su intento de crear un Cuerpo físico adecuado a las necesidades expresivas de la Mónada Espiritual. Veremos recrudecerse este proceso más adelante, cuando los esfuerzos del Pensador, hurgando en los destinos cíclicos del tiempo, se orienten definitivamente hacia la búsqueda de la Verdad y hacia la plena expansión de la mente, revelación del quinto gran principio cósmico de la naturaleza divina, tratando de responder adecuadamente a la eterna y lacerante pregunta ‹¿quién soy?, ¿de dónde procedo?, ¿a dónde voy?›.»

 

«Sin embargo, y por la ley de su propia y natural esencia de unidad, el único esfuerzo que le es permitido al cuerpo emocional, de acuerdo con las más acrisoladas virtudes del Yoga es ‹dejarse conducir sin esfuerzo› por aquel suave estímulo que procede de las entrañas de sí mismo y que debe culminar en el hallazgo del Paraíso Perdido, de aquel místico Edén, cuyo recuerdo intuitivo eternamente presente en el Sancta Sanctorum del corazón, permite la continuidad del proceso de la Vida. La única inquietud y el único cuidado de la naturaleza mística del sincero practicante del Bakti Yoga, es mantener constantemente encendida ‹una antorcha en el corazón›, lleno de fe y confiada esperanza en Algo o Alguien cuya búsqueda y hallazgo han de constituir necesariamente la suprema guía y esperanza de su alma en el Sendero. Bakti Yoga es, pues, el Yoga de todos aquellos que tratan de amar y hacen del Amor, como cualidad de vida, el objeto de la más elevada devoción y culto y el promotor de las más elevadas aspiraciones y resoluciones. Ya se trate del deseo por algo o de la más exquisita veneración por Alguien, Bakti Yoga opera desde lo profundo del corazón y desde allí, sin formularse pregunta alguna, sólo por el hecho de seguir serenamente expectante el movimiento místico del corazón, hallará siempre el sincero practicante la más adecuada y profunda de las respuestas.»

 

«La Identidad Mística de todos los Yogas. Aunque no todas las personas poseen un temperamento místico que las caracterice o capacite como genuinamente practicantes del Bakti Yoga, habría que señalar el hecho de que las grandes avenidas espirituales que recorrieron los santos e iniciados de todos los tiempos en su búsqueda del Amor Universal o de la Certeza absoluta, fueron una creación del espíritu inmortal del hombre en incesante proyección hacia las Alturas y una revelación progresiva del tesoro oculto de su naturaleza sensible, por lo cual tendremos que admitir que todo aspirante a la vida superior, cualesquiera que sean los motivos principales y su línea natural o específica de Yoga, deberá algún día emprender la búsqueda mística de los testimonios del Amor siguiendo la línea del Bakti Yoga, el camino supremo del corazón y del deseo redimido; de la misma manera que el alma más genuinamente mística deberá algún día, en justa reciprocidad y correspondencia, emprender mentalmente la búsqueda de la Verdad y consumar con el descubrimiento de la misma la Certeza Infinita de su alma y el testimonio trascendente de la Mónada espiritual, según las disciplinas del Raja Yoga.»

 

«Las raíces místicas del Bakti Yoga se hallan profundamente hendidas en aquella lejanísima etapa en la historia del planeta, de la segunda subraza de la segunda Raza, en que ‹ciertas potestades dévicas del Segundo Rayo› introdujeron en los éteres planetarios aquellas simientes, o recuerdos vivos de un proceso logóico anterior, contenidas en el ‹átomo permanente astral› del Logos planetario. Introducidas dichas simientes, o átomos permanentes astrales, en el interior del ser humano en evolución y dentro de la Vida de la Naturaleza, se produjeron los siguientes resultados: 1. Fueron incorporados al ritmo evolutivo de la Naturaleza planetaria, afectando profundamente al reino vegetal, ciertas Jerarquías dévicas especializadas procedentes de otros ‹lugares› del Sistema Solar, cuya misión definida era construir el cuerpo emocional, o astral, del ser humano y dotarle de naturaleza sensible. 2. Como consecuencia de la apertura de este principio de sensibilidad fue iniciada la era del deseo que, millones de años más tarde, se convertiría en el afecto sensible que guía los contactos entre sí de los seres humanos y que, finalmente, ha de converger en el perfecto Amor, en aquel indescriptible sentimiento de paz y de fraternidad que ha de ser la revelación del perfecto Arquetipo emocional de las nobles razas del futuro.»

 

«Es así, precisamente, que nos ha sido posible constatar la directa vinculación de los átomos permanentes astrales de los seres humanos con el Átomo Permanente Astral del Logos Planetario, así como la que existe en el vehículo astral del hombre, el Reino vegetal y el Cuerpo Astral del Señor de nuestro planeta. Es decir, que el proceso de redención mística del deseo humano y la técnica suprema y segura del Bakti Yoga, visto desde las elevadas zonas de percepción espiritual en donde actúa en su más acabada precisión y justeza el Principio de Analogía, aparece como un tremendo impacto sobre los éteres planetarios del aspecto sensible de la propia Divinidad, convirtiéndose por este hecho en la verdadera guía interna del hombre, la voz de su corazón o de la conciencia, que debe llevarle progresivamente a las más excelsas alturas de cumplimiento universal. Los Misterios del Yoga Llegamos también a la conclusión de que el desarrollo de la sensibilidad humana, desde sus inicios hace millones de años hasta el momento actual en que empieza a ser ejercitado el sentimiento creador y en donde la música, la literatura y la poesía, así como la ciencia mística de la contemplación, pueden ser percibidas como tesoros artísticos entresacados del alma sensible de la humanidad y como unas avanzadas del noble Arquetipo emocional de la Raza como un todo para épocas futuras, es sólo la expresión de grados de sensibilidad del propio sentimiento del Creador ejercitados por el ser humano a medida que va venciendo la inercia del deseo y de los múltiples apegos, a través de la línea segura del Bakti Yoga, para llegar finalmente a la conclusión de que reconocido el cuerpo emocional de la humanidad como un Arquetipo de unidad, no hay Yoga Alguno que se halle desprovisto de esta sensibilidad o atractibilidad hacia lo superior y que el término ‹Aspiración› que define constantemente el proceso del Yoga, cualesquiera que sean sus motivos y disciplinas, no es sino el aspecto sensible de Dios tratando de revelar Amor en todos y cada uno de los Planos del Sistema Solar y en cada Reino de la Naturaleza, en cada ser humano y en toda cosa creada.»

 

«Es debido a estas razones y a otras de todavía más alto significado que el esoterista le asigna al corazón la función más importante de la creación, desarrollo y culminación del Universo en donde vivimos inmersos. Habrá otros Universos o Sistemas Solares dentro del gran Sistema Cósmico al cual pertenecemos, en donde la energía condicionante arrancará quizás de otros desconocidos centros de irradiación vital, pero el nuestro, aquel ‹en donde vivimos, nos movemos y tenemos el ser›, tiene su concepción vital, sus líneas estructurales y todo el sistema de proyección de energías, de leyes y de principios en la cualidad magnética del Amor, que fluye incesantemente del centro más esotérico del Sol y se expande por medio de los siete centros, o planetas sagrados a todo el contenido universal.»

 

«Se puede comprender, así, que la actividad máxima de nuestro Logos en este Universo actual en donde está tratando de desarrollar la cualidad esencial del Amor de su Naturaleza Divina, es el proceso de Redención de aquella substancia material ‹teñida de karma› todavía, que heredó de Su Universo anterior y preparar al propio tiempo el Campo, el Escenario del Nuevo Universo o Cuerpo de Manifestación que utilizará en un lejanísimo futuro y en el que desarrollará hasta un máximo de perfección, Sus más elevadas Cualidades de Resolución Cósmicas, integrando el aspecto Voluntad o Vida, tal como puede percibir en Sus indescriptibles concepciones cuando orienta la Cualidad Infinita de Su Amor y las portentosas expresiones de Su inconcebible Inteligencia, hacia los grandes Arquetipos Cósmicos que vibran en el Seno de lo Absoluto.»

 

«Veamos primero el texto de La Gran Invocación, conocido seguramente por muchos de Uds.: Desde el punto de Luz en la Mente de Dios, Que afluya Luz a las mentes de los hombres. Que la Luz descienda a la Tierra. Desde el punto de Amor en el Corazón de Dios, Que afluya Amor a los corazones de los hombres. Que Cristo retome a la Tierra. Desde el Centro donde la voluntad de Dios es conocida, Que el Propósito guíe a las pequeñas voluntades de los hombres. El Propósito que los Maestros conocen y sirven. Desde el centro que llamamos la Raza de los hombres, Que se realice el Plan de Amor y de Luz y selle la puerta donde se halla el mal. Que la Luz, el Amor y el Poder restablezcan el Plan en la Tierra. Como Uds. se darán cuenta, en esta Invocación se tienen en cuenta tres absolutos factores o cualidades psicológicas: la Luz, el Amor y el Poder, es decir, la inteligencia, el sentimiento y la voluntad, y tres grandes Centros planetarios a través de los cuales tienen adecuada expresión: la Humanidad o Raza de los hombres, la Jerarquía, Centro planetario del Amor, con Cristo como inspiración y Guía y Shamballa, el Centro en donde la Voluntad de Dios es conocida. Vean, por favor, algunas de sus analogías planetarias: El amor de los hombres, la voz de su corazón, se pone asimismo en contacto con el Amor de Dios que fluye del Centro Solar conocido esotéricamente como ‹El Corazón del Sol›, a través de Cristo, punto de Amor Infinito y Centro de redención dentro de la Humanidad. Las pequeñas voluntades de los hombres desarrollan así progresivamente su propósito espiritual en virtud del poder que emana del Gran Centro de Shamballa, en donde Sanat Kumara, depositario del Gran Propósito de la Deidad Solar para nuestro mundo, va introduciendo lenta pero inexorablemente las energías dinámicas de la Voluntad de Dios dentro de aquellas pequeñas voluntades que se agitan en el seno de la humanidad.»

 

«Las cualidades principales de este Mántram, debido a la oportunidad de los tiempos y a las constelaciones dominantes, así como el estado evolutivo de la humanidad, debían desarrollar la conciencia individual y despertar en los seres humanos el sentido creativo del amor. La Gran Invocación a la que nos referimos (MY-146) en este estudio, recoge aquel sagrado legado histórico y le añade la conciencia de grupo y la cualidad de Síntesis que es el poder ígneo de la voluntad espiritual más elevada, ejercida con amor y aplicada con inteligencia. Con estas últimas palabras podemos introducirnos ya en el aspecto final de nuestro pequeño estudio acerca de La Gran Invocación.»

 

«Otro tipo de energías, procedentes de la gran estrella Sirio y que a través de una gloriosa Potestad cósmica, que en términos del Ashrama definimos como ‹El Espíritu de la Paz›, lleva a nosotros una corriente acuariana de Segundo Rayo, el Rayo del Amor, de la Comprensión y de la Sabiduría.»

 

«Trabajaremos así conjuntamente con tres colores que son sintónicos con el trabajo que vamos a realizar y con la Era de Acuario que muchas personas del mundo han empezado ya a vivir aunque no sean plenamente conscientes de ello: el dorado que es símbolo de la energía de vida que emana del Sol físico y halla su máxima expresión en los mundos etéricos; el amarillo claro, símbolo del plano búdico y transmisor de las energías superiores del mundo emocional, que allegan paz y equilibrio y el azul intenso, símbolo del Amor del Logos Solar, expresándose por medio de Cristo para infundir amor y sabiduría o comprensión amorosa, en todos los hombres y mujeres de buena voluntad, rectas intenciones y sincero deseo de servir a los demás.»

 

«Nosotros debemos operar siempre como ‹magos blancos›, como teúrgos de la buena ley, como lo fue Cristo, Avatar del Amor y Maestro de Maestros, de Ángeles y de hombres. No duden Uds. de que la obra que sometemos a la consideración de Uds. es parte de Su obra, la Obra del Avatar de la Nueva Era.»

 

«Evidentemente no puede hablarse de un verdadero equilibrio entre la razón y el amor, entre la mente y el corazón de un ser humano, sin el cual no puede existir el verdadero tipo de inteligencia para la cual ha sido programado el hombre desde las Alturas, si no ha realizado previamente un consciente y definido contacto con el mundo dévico en uno u otro nivel de su constitución psicológica.»

 

«El Espíritu de la Paz Tal como su denominación ashrámica lo indica, el Espíritu de la Paz es un Centro de Paz, equilibrio y armonía imposible de ser descrito. Su Vida de Amor Infinito irradia una energía que hace comprensible mentalmente el alcance de la Fraternidad Universal. Más allá de todo argumento posible, los hombres se aman y se comprenden. El Karma es el agente de este Amor y de esta Comprensión, distorsionados casi siempre por el factor egoísmo heredado de otras vidas y sustentado todavía como un centro de energía negativa dentro de la mente y corazón de los hombres. La actividad del Espíritu de la Paz es el resultado de la unión de tres potentísimas energías: las que fluyen del Corazón del Señor de Acuario, las que proceden de la Estrella Sirio.»

 

«Cuando hablamos de vinculaciones kármicas al referirnos a la relación existente entre los Grandes Logos que condicionan con sus esplendentes Vidas los mundos, los Universos y las Galaxias, no hacemos sino atenernos a la más simple y lógica de las apreciaciones que resultan de actualizar el principio hermético de analogía y de correspondencia entre lo superior y lo inferior, entre el Macrocosmos divino y el microcosmos humano. Actualmente y con ayuda de la gran agudeza y penetración mental que reserva el Señor de Urano para ‹aquellos› que decidan sinceramente comprender la raíz o esencia de las cosas, este dictado hermético permitirá elevar la conciencia de los seres humanos que así lo decidan, hacia la ‹nube de conocimientos arquetípicos› que condicionarán la mente de los hombres del futuro. Así, el campo de relaciones humanas condicionado a las vinculaciones kármicas de la Tierra con la Vida de otros mundos, se ampliará hasta extremos inconcebibles, abarcando con su divina expansión áreas o esferas celestes en donde el Karma, la Vinculación Fraternal de los Mundos y la Vida de los Grandes Logos Planetarios, Solares y Cósmicos, aparecen como la Misma cosa esencial: el dictado de una Ley Eterna que Emana de las Inmensidades del Cosmos Absoluto. No teman, pues, ampliar la mente y ensanchar el corazón por las inenarrables avenidas de estas ideas inmortales, antes bien procuren hacerlo, pues es la única manera posible de comprender nuestras vinculaciones espirituales más elevadas y sentir dentro de nuestra pequeña vida humana, la indescriptible armonía, equilibrio y seguridad que están eternamente manando de los Corazones amorosos del Cristo y del Espíritu de la Paz.»

 

«En nuestro Universo esta energía cualificada por la vida de Dios, o de nuestro Logos solar, se denomina técnicamente AMOR, siendo el Amor, por tanto, la fuerza cohesiva que desde un centro inmaculado de compensación de fuerzas dentro de cualquier campo gravitatorio, origina todas las cosas creadas.»

 

«El símbolo de Prometeo se fundamenta en el Amor y en la Amistad, así como en el reconocimiento del sacrificio de ciertos grandes Ángeles en favor de la humanidad durante el larguísimo y difícil proceso de la evolución de las Razas... ¿Por qué no transferir pues el símbolo de Prometeo al Cosmos absoluto y considerar desde este ángulo la participación kármica y objetiva del Logos solar y de un divino Arcángel en la gloria creativa de un Universo, teniendo en cuenta que todo Universo es kármico.»

 

«Busquemos al hombre ideal, de acuerdo con este claro sentido de valores angélicos, en el verdadero Artista, en el Artífice que debe objetivizar un Arquetipo en cualquier nivel dentro del orden social y en cualquier departamento de trabajo en la vida espiritual de La Jerarquía. Veámosle trabajar, idealizar, soñar y hasta sufrir intensamente, mientras trata de percibir en su mente y sentir en su corazón aquel cálido aliento angélico que le habla de mundos maravillosos de suprema e inenarrable Armonía […] Sí, hay que considerar el valor del Artista, del creador en el nuevo orden social, a menudo criticado, escarnecido y vilipendiado cuando no ferozmente perseguido por los factores sociales gastados o corrompidos que presiden las grandes estructuras planetarias, para comprender el infinito amor que sienten los grandes Ángeles hacia estos hijos de los hombres y el por qué de sus inefables cuidados, devoción y complacencia para con ellos, ya que en ellos reconocen al Artista que puede secundar creativamente su misión realizadora de los eximios Arquetipos de Belleza y Armonía que tanto necesita acoger en su corazón la doliente humanidad de nuestros días.»

 

«La Paz en la Tierra y el Reinado del Amor y de la Justicia solamente serán posibles a medida que los hijos de los hombres, cansados de retener en sus manos ‹tantas cosas ilusorias›, vayan dejando de acumularlas en el tiempo y decidan definitivamente abrir sus mentes y corazones al devenir de una vida más noble y fecunda y acojan la ley de fraternidad que ya existe en los mundos invisibles u ocultos de la Naturaleza como la obra común de toda la humanidad.»

 

«Esta realidad será difícil de ser aceptada por nuestra mente concreta, sujeta constantemente a la presión de las cosas objetivas y tangibles de la Naturaleza, pero cuando la vida psicológica del ser humano ha desarrollado en una cierta e importante medida ‹el amor de Dios›, muy distinto en verdad de lo que llamamos ‹amor humano›, la idea anteriormente expuesta empieza a tener un pleno y absoluto significado y se llega a la comprensión clara y concluyente de que las ‹meditaciones› y aun las llamadas ‹prácticas de silencio mental› sólo tendrán valor y eficacia reconocida si el corazón está libre y desapegado no sólo de las cosas del mundo, sino también de las ansias de crecimiento espiritual.»

 

«La sensibilidad es una radiación proveniente de aquel Centro de Vida Universal que llamamos esotéricamente ‹EL CORAZÓN DEL SOL› y que es a través de los éteres dinamizados del Espacio que estas energías del Amor de Dios se transmiten al Universo entero, constituyendo los anclajes permanentes de la Vida divina en el centro místico de todas las formas conocidas.»

 

«El ser humano posee también un centro de sensibilidad que le pone en comunicación, si así lo siente y desea, con el Centro de Amor divino. Nos referimos a su vehículo emocional mediante el cual le es posible acercarse a los demás seres de la Naturaleza en forma mucho mas directa y profunda que a través de los elementos de juicio mental, el cual, sujeto a la refracción de los sentidos internos, todavía en proceso de estructuración, distorsionan y falsean las cosas. El ser humano utiliza parte de esta sensibilidad como elemento embellecedor del deseo y como motivo de acercamiento al corazón de todo ser viviente, pero todavía no ha sido desarrollado en su aspecto más sublime: el del contacto con los Ángeles o los Devas, estos maravillosos centros de sensibilidad que desde los mundos invisibles están tratando de establecer un acercamiento cada vez más vivo y más profundo con los seres humanos. Hay una indudable relación entre los Ángeles del Equilibrio, en el Cuarto Subplano del plano Astral, el Reino Vegetal y el Vehículo Emocional de los seres humanos a través de la medida universal de la Sensibilidad Cósmica. No queremos indicar con ello que los demás Reinos de la Naturaleza carecen de Sensibilidad, sino que tratamos de explicar el porqué los Ángeles y los hombres hallan su más virtual zona de atracción mística en el Reino vegetal, pues el Señor Deva Regente del mismo está en más íntimo y directo contacto con la Divinidad debido a los vínculos de Amor establecidos en muy alejadas épocas de nuestra vida planetaria entre nuestro Logos solar y aquel exaltado Deva […] La necesidad que hace que los Ángeles y los hombres establezcan un mutuo y espiritual contacto en la vida de la Naturaleza es debida precisamente al hecho fundamental de que la sensibilidad de Dios se halla más particularmente centralizada, ya que ello forma parte de Su propia y exaltada Evolución, en la vida y actividades del poderosísimo Ángel Regente del Reino Vegetal, la más bella expresión del Amor de Dios en la vida de la Naturaleza, y en el corazón místico de la humanidad, el cual es un centro vivo de sensibilidad que constantemente trata de explayarse y fundirse en el Cosmos.»

 

«La SENSIBILIDAD emocional es aparentemente una ley en nuestro Universo de Segundo Rayo, pero podríamos hacer referencia a otros Universos dentro de nuestra misma Galaxia, en los cuales el AMOR, tal como humanamente lo conocemos, es prácticamente desconocido o, a lo sumo, constituye sólo un aspecto adicional dentro del Centro atractivo mayor que origina la Vida en aquellos Universos. Nuestra intención en este Tratado es abrir unos nuevos cauces de comprensión y entendimiento de la Vida de Dios en nuestro planeta, haciendo un énfasis especial sobre el espíritu vivificador de SENSIBILIDAD que se expresa a través de nuestro Sistema solar y sirve de vehículo de relación e intercomunicación de todos los seres vivientes, dioses, ángeles y hombres, constituyendo aquel supremo lazo de indefinible unidad espiritual que llamamos corrientemente ‹Fraternidad›, el sentimiento más elevado de integridad interna a que puede aspirar el ser humano aquí en la Tierra.»

 

«La Sensibilidad del Reino vegetal es notoria y las líneas de Fuerza que partiendo del Centro místico de las plantas convergen en la superficie del suelo son expresiones del mismo fuego de Kundalini, aunque convenientemente manipulado y dirigido –por cierto tipo de devas del agua y del aire–. Estos devas lo convierten en aquella substancia, base de la vida en el Reino vegetal que llamamos ‹SAVIA›. Podríamos decir, en forma muy esotérica, que la SAVIA es el Fuego de Kundalini, tal como es capaz de expresarlo el gran Arcángel VARUNA, el Señor de las Aguas y Regente del Plano astral en su totalidad, a través del poderoso Deva cuya misión es atender las necesidades del Reino vegetal. En este Reino, y utilizando la clarividencia mental, es posible apreciar el desarrollo de dos pétalos o de dos vías de distribución del Fuego de Kundalini, los cuales en su mutua interdependencia producen la infinita gama de delicadas formas en este suntuoso y bendito Reino. Es de notar al respecto la relación de analogía que existe entre el Reino vegetal, el segundo de la manifestación planetaria, los dos pétalos del Fuego de Kundalini desarrollados y el segundo Rayo de Amor y de Sabiduría, expresión esencial de la Vida de la Divinidad. Las líneas de fuerza que rigen la vida de las formas de las plantas es la obra de los Ángeles que ordenan el proceso de Construcción en este Reino y su misión es establecer una definida relación e intercomunicación entre estas líneas de fuerza con determinados centros de su estructura geométrica, así como con el sol, el aire y el agua, siendo vivificadas desde sus raíces por los ‹espíritus de la tierra›, una especie de gnomos expertos en el arte de extraer de las profundidades del suelo los elementos semietéricos que constituyen el alimento de todas las formas de vida del Reino vegetal, desde la minúscula hierba que cubre de verdor de los prados y los bosques hasta el más ingente y poderoso árbol.»

 

«El estudio de las cualidades humanas nos muestra una extensa gama de sentimientos, los cuales matizan el aura astral del mundo y lo cualifican para poder atraer de los grandes Señores de cada Subplano la correspondiente y adecuada respuesta a sus íntimas y más ocultas necesidades, pues es obvio que los Ángeles, que son los Custodios del Sentimiento creador de la Divinidad, no pueden ofrecer más de lo que los hombres sean capaces de recibir y de proyectar. Así, el cuadro astral de la humanidad, visto en cualquier momento histórico o cíclico del tiempo, aparecerá coloreado por el sentimiento que embarga a la mayoría de los seres humanos de acuerdo con la presión de los acontecimientos kármicos planetarios, los cuales alteran radicalmente a veces los hábitos establecidos en el pasado y dotan a la gran familia humana de nuevas oportunidades de vida con un enriquecimiento apreciable de sus cualidades emocionales de aproximación a la Vida. En general, las cualidades adquiridas se exteriorizan en forma de sentimientos, y cuando los sentimientos humanos son mantenidos o perpetuados en el tiempo se convierten en Entidades Astrales de gran envergadura espiritual y de gran poder inspirativo. Vemos, en consecuencia, que la cualidad de Paz, expresión de la Vida del Ángel Regente del primer subplano del Plano astral, desarrolla en los seres humanos el sentimiento de Unidad con todo lo creado. De ahí que la falta de Paz en los individuos y en los grupos degenere en el sentimiento de separatividad de los hombres entre sí y cree las semillas de todas las posibles discordias en los ambientes sociales del mundo.»

 

«La cualidad de Comprensión, tal como la expresa el Ángel Regente del tercer Subplano, será precisamente la que creará en los hombres aquella conciencia de integridad y participación que ha de convertirse un día en Fraternidad. Intelectualmente el ser humano sabe que forma parte de un conjunto de valores sociales, pero su corazón no está todavía lo suficientemente desarrollado como para COMPRENDER que él y todos los demás hombres de la Tierra participan de la misma esencia creadora y que son realmente hermanos, ya que su procedencia es divina y han surgido del mismo Centro Creador. La cualidad de Armonía es la Vida expresiva del Gran Señor AGNISURYA, Regente del cuarto Subplano del Plano Astral, y es la cualidad máxima que ha de desarrollar la humanidad en esta Cuarta Ronda planetaria para poder establecer un orden social recto y equilibrado, no sujeto a la condición de tantos errores y desaciertos cometidos en el pasado. Esotéricamente sabemos que el destino de la humanidad es la búsqueda de la Armonía a través del Conflicto, es decir, de la lucha contra todos los impedimentos situados entre ella y la meta deseada de equilibrio social, y que esta lucha adquiere caracteres de verdadera desolación y tragedia cuando las naciones se enfrentan entre sí, originando las monstruosas matanzas de la guerra, con sus inevitables genocidios y destrucciones de todas las clases imaginables... El quinto subplano del Plano Astral está definido por la cualidad del Entusiasmo, el que confiere la capacidad intima de investigación de todas las cosas de la Vida, idealizándolas y ennobleciéndolas dentro de un sentido justo de valores causales, reconociéndolas como formando parte del gran conjunto creador y considerándolas unas piezas necesarias e imprescindibles para el desenvolvimiento de la Obra universal. De ahí que el sentimiento que despierta en el corazón humano sea el de Participación en esta obra singular de incorporación de energías a la Obra mística de la Creación. La cualidad característica del Ángel Regente del Sexto Subplano Astral es la de Devoción infinita a la obra de la Divinidad, a la que idealiza hasta extremos insospechables, más allá de nuestra comprensión. Todas las aspiraciones humanas de orden superior, sus grandes imaginaciones e ideales y el amor por la obra mística de la Naturaleza son expresiones infinitas de este glorioso Ángel, protector oculto de todas las grandes religiones del mundo y responsable directo de toda forma de liturgia religiosa amparada en el ejercicio del Bien Divino y en el contacto con la obra misteriosa de los Ángeles que en toda ceremonia y liturgia tratan de expresarse. La cualidad infinita de Serenidad opera en los seres humanos grandes transformaciones internas en el orden individual, ya que le presta al hombre valor y confianza en cada una de las empresas que intenta llevar a cabo. Confiere audacia en los intentos y marca el rumbo de los acontecimientos sociales que tienen lugar en el mundo y elimina el Miedo, cualidad nefasta, extremadamente negativa, que se introduce en el corazón humano y le impide reaccionar en forma valiente y razonable frente a los hechos y a las dificultades de carácter kármico. El valor, la serenidad y la resolución frente a la adversidad son las aportaciones del Ángel Regente del Séptimo Subplano Astral al mundo de los sentimientos humanos; una garantía del irreversible cumplimiento en el orden social y en la esfera de las relaciones humanas.»

 

«La Forma del Gran Arcángel VARUNA es ACUOSA, si tenemos en cuenta su participación activa en todas las manifestaciones liquidas del Universo. Se le llama esotéricamente "el Señor de las Aguas" y cada uno de los Ángeles Regentes de los Siete Subplanos del Plano Astral son expresiones de una u otra de las cualidades acuosas del Señor Varuna, actuando sintónicamente con ellas y transformándolas en cualidades y sentimientos según las necesidades de los Reinos y de las especies que realizan su evolución en el dilatado seno de la Naturaleza. Todos los Signos de Agua estudiados en la Astrología científica son emanaciones intimas del Señor VARUNA, ya que Éste recibe mayormente las energías de las Constelaciones de CÁNCER, ESCORPIO y PISCIS, y utiliza como un aspecto de Su Vida al Logos planetario de NEPTUNO, de la misma manera que YAMA, o KSHITI, el Arcángel del Plano Físico, utiliza a SATURNO como Agente principal de su expresión en la Vida física de la Naturaleza Solar. El aura etérica del Señor VARUNA abarca la totalidad del Plano Astral pudiendo ser considerado en su aspecto esotérico como el Cuerpo Psíquico o Sensible del Logos Solar. Las dificultades para la percepción de tan elevado Arcángel son derivadas de la escasa evolución astral de los seres humanos y de su capacidad manifiesta de atraer al campo de sus relaciones individuales y sociales substancia sensible de los Subplanos superiores del Plano Astral. Podríamos referirnos aquí, utilizando la clave de la analogía, al aura magnética de tan glorioso MAHADEVA del Plano Astral, cuya substancia personal o psicológica dota de cualidades sensibles a todos los seres de la Naturaleza, incluidas todas las Jerarquías Angélicas y todos los Logos planetarios, así como también a las repercusiones cósmicas de su actividad sobre todos los cuerpos celestes dentro de nuestro Sistema Solar, sujetos a la influencia del Sexto Rayo, como, por ejemplo, MARTE, aunque influenciando también poderosamente las energías psíquicas procedentes de la LUNA y de algunos astros todavía no descubiertos, pero que serán perceptibles en la próxima Ronda planetaria. Actúa preponderantemente asimismo en la evolución del Reino Vegetal y en los devas que confeccionan el vehículo emocional de los seres humanos. Está muy directamente vinculado con la obra que realiza Su gran Hermano INDRA, el Arcángel Regente del Plano Búdico y con aquellas otras esplendentes Entidades cuya misión es ‹transportar› las energías de la Constelación de CÁNCER procedentes del Plano Astral Cósmico, El Cuerpo Astral de Aquella poderosísima Conciencia, de la Cual nada puede decirse, Creadora del Sistema Cósmico del cual nuestro Sistema Solar en su vasta totalidad es solamente el Cuerpo Físico. En el presente estadio de la evolución planetaria sólo pueden establecer contacto consciente con el Señor VARUNA las excelsas Entidades de nuestro planeta que han alcanzado o rebasado el proceso místico de la Sexta Iniciación.»

 

«El frente de la Jerarquía, o Gran Fraternidad Blanca, se halla aquel excelso SER que en los estudios esotéricos es denominado EL BODHISATTWA o Instructor Espiritual del Mundo. En nuestro mundo occidental, tan gloriosa Entidad es reconocida bajo el nombre de CRISTO, la sublime Personalidad Humana cuyo  infinito AMOR por la humanidad lo ha llevado a reencarnar cíclicamente como AVATAR o SALVADOR DEL MUNDO, a través de las edades. Está asistido en Su vasto Plan de Perfección planetaria por un escogido grupo de Seres humanos perfectos, llamados ADEPTOS o Maestros de Compasión y de Sabiduría, así como por una inmensa pléyade de Ángeles superiores y Devas constructores en todos los niveles de evolución de la humanidad. Por tal motivo, en los tratados ocultos se considera a CRISTO como ‹MAESTRO DE MAESTROS, DE ÁNGELES Y DE HOMBRES›.»

 

OMRAAM MIKHAËL AÏVANHOV

 

Los Misterios de Yesod:

«El verdadero poder no consiste en mandar, en golpear a la gente o en hacerla morir. El verdadero poder consiste en darles calor, en ofrecerles tanto calor que no puedan resistir más y se vean obligados a desnudarse ... i Esto es! Desnudaos ... En eso consiste el poder, y únicamente el sol lo posee. Dice: «¡Ah! ¿Te resistes a mí?» ¡Te he dicho que te quites el abrigo !–¡Pero yo no quiero! –¿Qué no quieres? ¡Vas a ver!» Y empieza a calentarle, y lo que no habían conseguido ni la lluvia, ni la tempestad, ni la nieve, el sol lo consigue. Pero no comprendéis mi lenguaje... Esto quiere decir que si queréis que la gente se despoje de sus debilidades, de sus miserias, de sus enfermedades y de su maldad, tenéis que calentarla con vuestro amor; no existe otro secreto. Todos buscan otros medios, pero no es inteligente violentar a alguien o pegarle en la cabeza para forzarle, porque se obstina.»

 

El Esplendor de Thipheret:

Capítulo VIII: ¡Amad como el Sol!

Desde hace millones de años, los hombres viven en la Tierra y han comprendido que es necesario y más ventajoso trabajar juntos y ayudarse mutuamente, porque gracias a la solidaridad, a la cultura y a la civilización pueden progresar. Antaño, cuando se producía un accidente, un incendio, por ejemplo, todos los aldeanos se apresuraban para ayudar a las víctimas y ¡con qué amor trabajaban para reconstruirles una casa! Todavía hoy se ve esta solidaridad, pero se diría que con el progreso técnico los hombres se han vuelto más personales, más egoístas, más indiferentes. En casos excepcionales es cuando se organizan ayudas con toda clase de aparatos: paracaídas, helicópteros... para salvar a los que se han extraviado en la montaña, a las víctimas de un naufragio o de un accidente de avión. Por lo tanto, aunque uno se queje de que en nuestros días los hombres se han vuelto más egoístas, en realidad no han perdido el sentido de la bondad, de la generosidad.

Pero si se compara el amor de los humanos con el del Sol, todo palidece. Incluso el amor de los Iniciados que superan a todo el mundo en abnegación y sacrificio, sí… hasta el amor de los Iniciados palidece al lado del amor del Sol. Se cuenta que tal santo dio todos sus bienes a los pobres, que tal benefactor legó grandes sumas de dinero para construir hospitales, orfanatos, institutos de investigación... Evidentemente, esto está muy bien, pero ¿se los puede comparar con el Sol? Diréis: «Pero ¿qué hace el Sol?» Sois exactamente como Nastradine Hodja que, cuando sus alumnos le preguntaron: «¿Quién es más importante, el Sol o la Luna?», respondió: «La Luna, claro, porque ¿qué hace el Sol durante el día? ¡No sirve para nada! Mientras que la Luna, al menos, es muy útil: es la que nos aclara por la noche».

Los Iniciados siempre buscan los modelos más elevados y por lo tanto se fijaron en el Sol. Observaron que desde los millones de años que los hombres están en la Tierra, el Sol, que ya estaba ahí mucho antes que ellos, vierte sin cesar una tal cantidad de luz y de calor que nadie, ni siquiera un computador, la puede evaluar. El Sol es el símbolo del amor divino. Sea cual sea el amor de los humanos, incluso el de los Iniciados, quienes nos aconsejan que amemos a nuestros enemigos o perdonemos cuando nos den una bofetada y tendamos la otra mejilla, todo eso no es nada en comparación con el amor del Sol. Si comparáis vuestro amor con el amor de otros hombres, vuestra generosidad con la de otros hombres, no llegaréis a encontrar un modelo lo suficientemente elevado para desencadenar en vosotros los engranajes y los centros más divinos. Mientras que si os concentráis en el Sol y lo tomáis como modelo, pues bien, veréis los resultados.

El Sol ilumina, vivifica, garantiza la vida y el calor a todas las criaturas sin discriminación, lo mismo a los criminales que a los santos y a los justos: ¿cómo es eso? Sí, ¿cómo explicarlo? ¿Acaso es ciego y no ve los crímenes?, ¿acaso no es más que una máquina sin inteligencia ni discernimiento a la que poco importan la bondad o la maldad, la rectitud o la deshonestidad? No, el Sol ve las faltas y los crímenes de los humanos mucho mejor que cualquiera, pero para él todo eso son detalles minúsculos comparados con la inmensidad de su luz y de su calor. Todo aquello que nos parece monstruoso y terrible, para él sólo son pequeños errores, pequeñas destrucciones, pequeñas manchas. Los lava, los repara, los borra y sigue ayudando a los humanos con una paciencia ilimitada hasta que alcancen la perfección.

Entonces, os preguntaréis: «Pero ¿qué razón tiene esta generosidad? ¿Qué filosofía puede tener el Sol en su cabeza?». Pues bien, justamente, vais a ver. El Sol tiene una infalible concepción del género humano, ve la eternidad y la inmortalidad del alma humana, sabe muy bien que la humanidad es un fruto que todavía está verde, áspero, duro y ácido. Entonces, como él sabe hacer madurar los frutos de los árboles, llenarlos poco a poco de azúcar y de perfume hasta volverlos deliciosos, también quiere hacer madurar a la humanidad. Pero comprendió que se necesita más tiempo para la humanidad que para los árboles y los frutos, y decidió tener paciencia. Sabe que, calentando incluso a un criminal, éste acabará un día por estar tan cansado y tan asqueado de sí mismo que se abandonará a la influencia benéfica de sus rayos... y se convertirá en un ser adorable, delicado, en un poeta, en un músico, en un benefactor de la humanidad.

El Sol no abandona a los hombres porque sabe que si los abandona, su evolución será fallida, ya no habrá frutos maduros, ya no habrá santos, profetas, divinidades en la Tierra. El Sol sigue calentando e iluminando a los hombres porque conoce las causas y las consecuencias, el principio y el fin, conoce el camino de la evolución... si no, estaría furioso, se cerraría, se oscurecería, ¡y se habría acabado el género humano! El hecho de que siga brillando prueba que conoce la meta de su trabajo, la finalidad de la creación, y continúa ayudando a los humanos hasta su madurez con una paciencia, con una generosidad y un amor formidables.

El Sol es el único que no se cansa nunca. Todos los demás se fatigan, cierran la tienda y desaparecen de la circulación: ¡Enterrados! Pero el Sol está siempre ahí, triunfante, radiante. Dice: «Venid, abrevaos, tomad... ¿Habéis hecho tonterías? No estoy enfadado con vosotros. Los humanos son egoístas, malvados, vengativos, y si os ponen la mano encima, no respondo de vosotros. Pero yo no os haré ningún daño, venid, exponeos a mis rayos... ¡os daré más todavía!» Y así, el discípulo que toma al Sol como modelo se vuelve mejor y encuentra también el valor para olvidarse de todas las dificultades, de todas las decepciones que encuentra con los humanos, y nunca pierde la paciencia. Todos los demás capitulan y al cabo de algún tiempo dicen: «¡Váyase! ¡No quiero verlo más! He hecho todo lo que podía por usted y ahora estoy cansado. ¡Fuera de aquí!» Pero el Sol nunca se cansa... Ahora comprendéis por qué os llevo hacia el Sol: porque es el único que puede inspiraros sentimientos nobles y divinos.

Así pues, debéis pensar en el Sol, ir hacia él y preguntarle: «Mi querido Sol, ¿cómo consigues ser lo que eres? Explícamelo, quiero parecerme a ti, pero no sé cómo hacerlo. He leído a filósofos, a sabios, pero todos tienen unas medidas ridículas, tan pequeñas, ¡tan mezquinas! Sólo tú posees las verdaderas medidas: la inmensidad, la abundancia, la riqueza, el esplendor. Dime, ¿cómo lo has conseguido?» Y el Sol os responderá: «Porque he bebido el elixir de la vida inmortal. –¿Y dónde se puede encontrar este elixir?– ¡Conmigo!» Así pues, para vivir la misma vida que el Sol, hay que ir a buscar el elixir de la vida inmortal que él difunde sin cesar en la atmósfera. Y no os cuento historias, es una verdad verdaderamente verídica.

Si queréis empezar a comprender y a descifrar el sentido de la vida, si queréis liberaros y lanzaros a unas realizaciones cada vez más bellas y gloriosas, debéis tomar al Sol como modelo. Procurad ver todo a través del Sol, medir todo con las medidas del Sol, sentir como el Sol, y veréis la pequeñez, la insignificancia, la mediocridad de muchas cosas que hasta ahora creíais importantes. Os llevo a un dominio en el que las medidas superan a todas las que se han utilizado hasta el presente. Esto no quiere decir que vayáis a ser inmediatamente tan ricos, tan pacientes y tan generosos como el Sol, ni que vayáis a vivir miles de millones de años como él; no, pero tomándolo como modelo, ya iréis mucho más lejos. Por supuesto, cuando digo «vivir miles de millones de años», no hablo de vuestro espíritu para el que miles de millones de años no son nada, porque vive eternamente; hablo de vuestro cuerpo físico. El Sol vive miles de millones de años en su cuerpo físico porque es puro.

Y ahora, preguntémosle al Sol: «¿Por qué eres tan puro? –Porque la pureza es la base de todo,1 y la mantengo, la refuerzo sin cesar. –¿Y por qué eres tan generoso, tan bueno? –Ah... porque sé que mi bondad y mi generosidad van a desencadenar buenas cosas en los humanos, y que un buen día ellos volverán de nuevo a mí con alabanzas, cantos y música. Y me complace ver que algunos ya vuelven a mí, ello prueba que son inteligentes y que están llenos de amor».

Así es como el Sol me habla a mí, pues continuamente le hago preguntas. Y cuando le digo: «¿Por qué eres tan brillante, tan vivo?», responde: «Porque tengo mucho amor. El amor comunica a todas mis partículas un movimiento tan rápido que ningún aparato puede medirlo. –Ah, digo, ¡procuraré hacer lo mismo! –No lo conseguirás, pero tienes razón, inténtalo de todas formas, es un ejercicio magnífico porque te empuja a sobrepasar los límites humanos». Y aún le hago otra pregunta: «¿Acaso puede un hombre llegar a ser luminoso hasta el punto de iluminar la noche con su luz? –Sí, responde, es posible. Por supuesto, hace falta mucho trabajo porque la materia es opaca, pesada y lenta. Pero si el hombre llega a sutilizar las partículas de su cuerpo físico, a imprimirles un movimiento muy rápido, entonces puede llegar a ser como una lámpara e iluminar al mundo entero».

Le pregunté aún muchas otras cosas, pero no es el momento de hablaros de ellas. Le pregunté: «La fuerza que tú posees, la luz que envías a la Tierra, ¿se encuentra también en alguna parte del ser humano?» Y me respondió que sí, indicándome exactamente dónde se encuentra esta energía y cómo emana a través de ciertos lugares del cuerpo de los hombres y de las mujeres... Sí, es una energía de la misma naturaleza que la energía solar.

Entonces, mis queridos hermanos hermanas, pensad día y noche en el Sol, porque al pensar en él, os unís a un mundo poderoso, puro y luminoso. Al pensar en el Sol os eleváis, os ennoblecéis, os volvéis más abiertos, más indulgentes, más generosos. El Sol da, refuerza, vivifica sin cesar, y nosotros debemos imitarlo.

Evidentemente, mientras el discípulo tenga demasiados problemas personales que resolver, no puede abrirse mucho, no puede ensanchar su consciencia, no puede pensar en otra cosa más que en sí mismo: está demasiado preocupado. Pero en cuanto llega a resolver sus problemas, a ver las cosas claras, a ser un poco más libre, empieza a ocuparse de toda la humanidad, y se vuelve como el Sol. Y aunque se encuentre delante de veinte, cincuenta, cien personas, es muy poco para él, vive en una tal libertad que tiene necesidad de ensanchar el campo de su amor y de sus pensamientos a todo el género humano, se lo imagina como si fuese una sola persona y le envía la sobreabundancia de amor que desborda de su corazón, vierte sobre él rayos de todos los colores. Cuando ha llegado a este grado, siente una felicidad y una plenitud indescriptibles... Mientras el hombre sólo piense en sí mismo, en su mujer, en sus hijos, en sus amigos, no puede conocer esta felicidad. Pero el discípulo que empieza a enviar a los humanos todo su amor y su luz sin preocuparse de cuántos son, ni dónde están, como si se tratase de una sola persona, se vuelve como un sol. He ahí en qué sentido es posible para los humanos llegar a ser como soles.

Cuando estéis en la Roca, o incluso en otra parte, y tengáis un momento libre, decíos, por ejemplo: «¡Hoy tengo ganas de volar con las alas del amor, quiero ser más indulgente, más generoso, perdonaré todo el mal que me han hecho!» Y el Sol os ofrecerá un modelo formidable de olvido de las ofensas y de perdón. Entonces os sentiréis tan ligeros, tan felices que tendréis ganas de cantar, y al acordaros en qué estado lamentable os encontrabais cuando pensabais sin cesar en las injusticias y vejaciones que habíais padecido, lamentaréis el no haber perdonado antes. ¿Por qué mantener y alimentar siempre sentimientos negativos? El Sol dice: «¡Vamos, hombre, desembarázate de todo eso lo antes posible! ¿Acaso pienso yo en todos los crímenes, las guerras y exterminios que ha habido en la Tierra? Pasa la esponja, bórralo todo, y harás mucho mejor tu trabajo que si estás siempre recordando y refunfuñando. Haz como yo, ¡continúa enviando tu amor y tu luz!»

Cuando tengáis un problema, una dificultad, dirigíos amablemente al Sol como si hablaseis con una persona y decidle: «Querido Sol, si estuvieses en mi lugar, ¿qué harías?» Sonreirá (ya sabéis que los niños lo dibujan siempre con una amplia sonrisa) y os responderá: «¿Si estuviese en tu lugar? ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay…! ¡Ya me habría suicidado! Pero si tú te pones en mi lugar, la cosa irá mejor. Sí, ¿por qué debo yo ponerme en tu lugar? No puedo hacerlo. Eres tú el que debe ponerse en el mío. Entonces, si te pones en mi lugar, harás esto y aquello...». Y os dará soluciones.

Bonfin, 6 de agosto de 1967.

 

La Pedagogía Iniciática II

Capítulo III: El amor, un estado de conciencia I:

Desde el descubrimiento del láser, la ciencia se ha visto obligada a admitir que no hay fuerza mayor que la de la luz. Pero, desgraciadamente. esta fuerza también puede ser utilizada tanto para el bien como para el mal. Una vez más, todo depende del hombre. Las civilizaciones que precedieron a la nuestra ya habían logrado realizaciones increíbles gracias a la luz. Los atlantes hablan descubierto el láser y también sabían utilizar la luz del Sol para hacer funcionar los ingenios muy perfeccionados que poseían. Todo funcionaba con la luz. Sólo que pusieron su poder al servicio del mal, lo que causó su desgracia.

Es una tendencia innata de la naturaleza humana la de utilizarlo todo para satisfacer sus instintos más inferiores: la codicia, la voluntad de dominación, la pereza… Todos los técnicos, que dan lo mejor de sí mismos para la investigación de nuevos inventos y descubrimientos, no hacen otra cosa, en realidad, que suministrarles a los humanos los medios para ser aún más egoístas, más sensuales y más malvados. Si no hay a la cabeza de la humanidad seres razonables e iluminados, capaces de mantener el equilibrio entre la técnica y la moral, se producirán grandes catástrofes como aquéllas que causaron el hundimiento de la Atlántida.

Esta necesidad de dominación es tan fuerte que vemos ahora a los sabios más materialistas ponerse a explorar los dominios de la parapsicología: la telepatía, la clarividencia, la clariaudiencia, la radiestesia, la psicometría... Aceptan unas teorías que hasta ahora encontraban insensatas, ya que les parecen útiles para poder llegar a ejercer su dominación sobre los demás y esclavizarles. Así pues, aceptan todos los conocimientos de la Ciencia Iniciática que puedan servir para sus fines, y rechazan aquéllos otros que no pueden darles ningún poder. Mientras que los verdaderos espiritualistas, que son honestos. desinteresados, que no quieren dominar el mundo sino dominarse a sí mismos y perfeccionarse, no experimentan ninguna necesidad de ocuparse de parapsicología, ni siquiera les interesa.

Todos estos sabios creen justificarse, claro, declarando que, puesto que trabajan para el bien de su país, cumplen así un deber de la más alta moralidad. Sí, pero la Ciencia Iniciática, en cambio, se niega a limitarse al bien de un solo país. Es una ciencia universal que no tiene en cuenta las fronteras y que se encuentra por encima de todas las formas de limitación. Enseña lo que es verdaderamente bueno o malo, moral o Inmoral para el mundo entero. Si nos dirigimos, pues, a esta Ciencia para pedirle su opinión, se pronunciará claramente y nunca justificará los procedimientos que son sólo buenos para un país y malos para todos los demás.

Tomar las verdades ocultas, iniciáticas, espirituales, como un medio para dominar a los demás es algo de la mayor inmoralidad. Para la Inteligencia cósmica, lo esencial es siempre el objetivo para el que trabajamos, cómo utilizamos todos los dones, los talentos, las energías que ella nos ha dado: si empleamos nuestras energías, nuestras riquezas, e incluso nuestro cuerpo, con sus aparatos y sus órganos, para la luz, para la purificación, para la liberación, o para lo contrario. Aquél que moviliza todo en él para el Reino de Dios es siempre, haga lo que haga, aprobado, aceptado y glorificado arriba.

Cuando un hombre y una mujer se unen, alguien que les viese podría decir: «¿Pero qué hacen ahí́ desnudos? ¡Qué horror!» Pero la Inteligencia cósmica, en cambio, quizá tenga otra opinión. Supongamos que estos dos seres tengan sentimientos sagrados, pensamientos luminosos, eso es lo que verá la inteligencia cósmica, la intención, la idea, el objetivo. La tradición tibetana considera justamente estas cosas de una manera diferente que los europeos. No volveré sobre lo que ya os dije con respecto al Tantra-yoga, salvo para insistir sobre el hecho de que la fuerza sexual puede, justamente, ser utilizada para hacer porquerías o para realizaciones divinas.

Actualmente, los humanos, ignorantes de todos estos conocimientos iniciáticos, han perdido el sentido de la sublimación del amor (sobre todo en Occidente). En cuanto sienten una atracción, un deseo, quieren satisfacerlo inmediatamente, y así pierden este dominio, este control de sí mismos que habría hecho de ellos unos seres superiores capaces de realizar milagros. Al poner a punto la píldora, la ciencia ha creído que prestaría un enorme servicio a la humanidad, puesto que la píldora permitiría a los hombres y a las mujeres ceder a sus tendencias sin sufrirlas consecuencias. Pueden, pues, entregarse impunemente a todos los excesos. ser débiles, sensuales, etc. Este es el bien que la ciencia le ha hecho a la humanidad. Antes de la píldora los chicos y las chicas al menos estaban obligados a reflexionar, a dominarse un poco, mientras que ahora ya no merece la pena controlarse, pueden dejarse Ir.

Pero cuando un chico y una chica se sienten atraídos el uno por el otro, ¿por qué no deberían aprender a dominarse y a utilizar el impulso que sienten para desencadenar dentro de sí mismos unas fuerzas de una naturaleza más sutil, meditar, maravillarse, y hasta mejorarse? Sí, mejorarse, porque lo que sienten es un impulso muy benéfico, sólo que deben aprender a utilizarlo. Cuando un chico y una chica se miran y sienten una atracción mutua, que se contenten con maravillarse el uno del otro, que estén agradecidos por esta belleza, por este esplendor de la Madre divina y del Padre celestial, que contemplen juntos estas riquezas del Cielo, sin ir más lejos. Si consiguen hacerlo, conocerán unos estados de conciencia extraordinarios.

Hay que ejercitarse sin cesar, aprovechar las menores circunstancias que la vida nos presenta para triunfar de todo, para salir siempre victoriosos. Este es el ideal. Pero, para lograrlo, hay que tener luz, ser conscientes, y, lo repito, hay que ejercitarse continuamente. A veces, en el mundo, somos sorprendidos por palabras, por imágenes, por circunstancias inesperadas que nos presentan una tentación. Pero no porque seamos tentados debemos sucumbir sobre la marcha. Tenemos que acordarnos inmediatamente de que disponemos de una maravillosa ocasión para dar una salida hacia arriba a esta fuerza formidable que se despierta, porque podemos, gracias a ella, hacer un trabajo gigantesco. ¿Por qué no pensáis nunca que hay otros caminos previstos para la fuerza sexual? Todo el mundo conoce el camino hacia abajo, pero esta fuerza puede también tomar el camino hacia arriba. Es de esta fuerza de la que Hermes Trismegisto decía: «Sube de la Tierra y desciende del Cielo, penetra toda cosa sutil y toda cosa sólida».

La Enseñanza de la Gran Fraternidad Blanca Universal nos da los métodos que nos permiten utilizar la fuerza sexual para llegar a ser poderosos, dueños de nosotros mismos, para desencadenar en el mundo entero corrientes luminosas, a fin de que el Reino de Dios venga a la Tierra. Siempre se comprende el amor como un placer, de ahora en adelante hay que comprenderlo como un trabajo.

¿Por qué la Madre divina ha dado tantos encantos a las mujeres; sus cabellos, su piel, su voz...? 1º para causar la desgracia de los hombres? No, para inspirarles, para darles un impulso, para empujarles a actuar, para mejorarse. Sin este impulso no harían nada. Y a los hombres también, la inteligencia cósmica ha pensado en hacerles fuertes, voluntariosos, poderosos, para que las mujeres los buscasen y no pudieran pasar sin ellos, es evidente. Detrás de esta atracción mutua hay, pues, una inteligencia, y sobre esta profundidad, este esplendor y esta inteligencia hay que detenerse y meditar.

¡Debéis maravillaros y dar gracias cada día de que existan en la Tierra millones de mujeres bonitas que todavía no habéis tenido la felicidad de conocer y de contemplar, y millones de hombres inteligentes y fuertes que todavía no habéis tenido la ocasión de encontrar! Debéis pensar en eso y alegraros... Alegraros sólo con su existencia y con la idea de que un día podréis verles, hablarles, admirarles. Estáis asombrados, ¿verdad que no estáis habituados a alegraros con ideas semejantes? Es cierto, ésta es una forma de pensar muy poco habitual, ¡pero tan eficaz! Aceptadla y veréis los resultados. Aprended a alegraros de que todos los hombres y todas las mujeres existan, porque, si no, estaréis atormentándoos continuamente por no poder conservar a aquél o a aquélla que poseéis.

Diréis· «Sí, pero lo que usted me predica aquí va en contra de todas las reglas de la moral. Si todos los hombres deben amar a todas las mujeres, y recíprocamente, ya no habrá familia». Sí, pero habrá una gran familia, ¿y acaso es esto tan malo? Comprendedme bien, cuando digo que los hombres deben amar a todas las mujeres y las mujeres a todos los hombres, eso no significa que el marido deba ser infiel a su mujer ni la mujer a su marido. No, hay que ser fieles, pero saber que un sólo hombre, una sola mujer, nunca podré daros todo, y que vosotros mismos tampoco podréis dar todo a vuestro marido o a vuestra mujer. Por eso hay que vivir juntos, trabajar juntos, pero amar al mundo entero, sonreír al mundo entero, y dejar también al otro libre de hacerlo. Sí, amarse, estar juntos, no separarse, pero ampliar nuestra concepción del amor, porque sólo de esta manera el amor puede durar. Mientras los hombres y las mujeres vivan su amor de forma demasiado limitada no pueden hacer otra cosa que exterminarse mutuamente.

Sólo los franceses han encontrado la solución. ¿Os extraña? Hace años asistí a una representación de teatro muy curiosa, Se levanta el telón y aparece una pareja rusa: una mujer y su amante vestidos con trajes típicos rusos y diciéndose palabras de amor en ruso «la tiebia lioubliou». Pero de repente entra el marido, también vestido a la rusa y con bigotes... ¡Tarass Boulbal! Ve a su mujer que está abrazando a su amante, desenfunda su sable y los mata a los dos. Cae el telón, pero se levanta inmediatamente, y aparece una pareja de alemanes: Hans, o Fritz... y Grete... vestidos a la manera alemana y diciéndose palabras de amor en alemán: «lch liebe dich»... De nuevo, el marido les sorprende, y de nuevo dos muertos. Después son ingleses, turcos, españoles, italianos, y cada vez la misma historia: el marido sorprende a los amantes y les mata a los dos. Finalmente, nos encontramos en Francia: un hombre y una mujer se están declarando su amor en un francés magnífico, y se abrazan conforme a los usos franceses. El marido entra, ve la escena, se vuelve hacia el amante y le dice: «¿La has tenido, verdad? –Sí. -Pues bien, quédatela, ¡es tuya!». Y sale. Ahí tenéis la mejor solución, sin asesinatos, sin sangre. ¡Yo estaba maravillado de este marido francés!

Algunos dirán, claro que prefieren poseer una mujer, o un marido, para ellos sólo. Sí, pero una mujer no puede reunir en sí misma todas las cualidades de todas las mujeres. y entonces el marido estará un poco decepcionado. Y tampoco ningún hombre posee todas las cualidades de todos los hombres. Sólo cuando penséis en todos los hombres y en todas las mujeres descubriréis todas las maravillas a las cuales aspiráis. Debéis aprender a contentaros con estos gozos tan sutiles. Sí preferís lo que es espeso, lo que podéis tocar, comer, tenéis que saber que, desgraciadamente, no es ahí donde la naturaleza ha puesto la mayor pureza.

La mayoría de los humanos tienen siempre tendencia a buscar lo que necesitan en el plano físico. Pero, como en esta región nada es verdaderamente perfecto, nunca se sienten satisfechos. Por eso debéis aprender a entrar en contacto con las regiones del espíritu, a encontrar vuestros placeres en este mundo divino que todos lleváis en vosotros mismos. Allí podréis florecer y encontrar la plenitud. Sólo los gozos sutiles son gozos duraderos. ¿Por qué querer malgastarlos descendiendo demasiado abajo en la materia?

No olvidéis nunca que existe en vosotros una naturaleza superior que debéis desarrollar para poder manteneros en este mundo ideal, permanecer por encima de las fuerzas que provocan desórdenes, saqueos, tempestades, y vivir en un ambiente celestial. ¿Por qué aceptar aquello que os mantiene en la debilidad y la ignorancia? ¡Ah!, pero queréis aventuras, queréis saborearlos placeres, tenéis prisa para hacer experiencias. Yo comprendo la importancia que el amor puede tener en la vida de los seres. Quizá no haya nadie que comprenda tan bien como yo la profundidad, la inmensidad del amor. Sólo que, ¿por qué no buscar este amor más arriba, en la pureza, en la luz, allí donde se encuentra el verdadero gozo?

Yo conozco los métodos del Tantra-yoga, pero he ido más lejos. Yo no encuentro necesario, para sublimar la fuerza sexual y obtener un perfecto dominio de sí, hacer todas las experiencias descritas en las obras del tantrismo hindú o tibetano. Existe otro Tantra-yoga, del que yo soy partidario, que supera el de los tibetanos y que no requiere hacer experiencias en el plano físico. Uno delos métodos de este tantrismo es aprender a amar sin esperar ser amados.

Cuando amáis sin esperar ser amados sois libres y podéis hacer mucho con esta libertad. Desgraciadamente, a los humanos no les interesa mucho esta libertad, no la buscan. Al contrario, buscan encadenarse, la libertad les pesa, les aburre, no saben qué hacer con ella. Mientras que con las obligaciones. Incluso con los golpes, por lo menos tienen de qué ocuparse: sí, de sufrir, de llorar... Únicamente los Iniciados han resuelto el problema. Dicen: «Pero ¿quién me impide seguir amando, amando día y noche a todas las criaturas, como el Sol?». No les interesa saber a quién puede llegar este amor (a nadie y a todo el mundo). Lo que les Interesa es que esta energía divina pase a través de ellos para así sentirse dilatados. maravillados, inspirados, eso es lo único que cuenta.

Muchos han venido a presentarme este problema: amaban a un hombre, o a una mujer, los cuales, de una manera o de otra se alejaron del buen camino: ¿deberían acaso seguir amándoles? Desde luego, el amor que tenemos por un ser produce siempre ciertos efectos benéficos en las regiones sutiles, y amarle es, pues, una forma de ayudarle. Pero, por otro lado, no es muy aconsejable seguir amándole en estas condiciones. porque consagrar tanto tiempo y energías a alguien que no vale la pena es un gasto inútil. Lo único importante es amar, y, si no es a tal hombre o a tal mujer, que sea a otras personas, al mundo entero, para que la fuente siga manando. Lo importante no es sobre quién mane, debe manar, eso es todo.

Así es cómo los Iniciados han llegado a resolver este problema del amor, porque ellos también, a veces, deben reflexionar para no malgastar inútilmente sus energías con quien no vale la pena. Lo esencial es no parar de amar, porque, si no, uno se hace daño a sí mismo, ya no está inspirado, las alas han sido cortadas. Para amar de nuevo no hay que esperar a encontrar otra carita atractiva, porque, si no, es el principio del fin.

Pero para comprender lo que digo hay que saber que el amor, el verdadero amor, es un estado de conciencia, está por encima de la atracción sexual y hasta del sentimiento. La atracción es un fenómeno que no puede producirse con respecto a todas las criaturas, porque se trata de una cuestión de longitudes de onda, de vibraciones, de ruidos, y depende, por tanto, de elementos puramente físicos. El sentimiento ya es superior a la atracción, porque puede estar inspirado por factores de orden moral, intelectual, espiritual. Pero el sentimiento también es variable: un día amamos, y al día siguiente ya no amamos. ¡Id a ver si son estables los sentimientos de los humanos con respecto a sus maridos, a sus mujeres, a sus hijos, a sus amantes o a sus amigos! Mientras que el amor vivido como un estado de conciencia está más allá de las circunstancias y de las personas. Es el estado de un ser que se ha purificado tanto, que ha desarrollado tanto su voluntad que ha logrado elevarse hasta las regiones sublimes del amor divino, y, entonces, haga to que haga, tanto si come, como si se pasea, trabaja, o se encuentra con seres humanos, siente este amor en él y dispone de él para ayudar a todas las criaturas,

Pero es muy difícil para vosotros comprenderme, porque para comprender estos estados de conciencia hay que vivirlos. Para llegar a este estado de conciencia hay que aprender a dominarse, para que nada se pueda hacer fuera de vuestra decisión, de vuestra voluntad. Queréis abrazar a una chica... pues bien, sí, podéis hacerlo, pero solamente cuando seáis vosotros mismos quienes lo decidáis, y no tenéis derecho a decidirlo antes de haberos purificado durante muchos años, para no dejar mancha alguna sobre ella, porque, sino, el mundo invisible, que os juzga, os condenará. Sólo tenéis derecho a abrazar a alguien, a tener intercambios físicos con él, si habéis llegado a este grado de elevación en el que sólo le dejáis vida, luz, unos elementos que deben seguir actuando en él para su bien.

El día en que lleguéis a sentir el amor como un estado de conciencia, vuestro amor será inmutable. ¡Pero ésta es una idea todavía tan alejada de vosotros! La humanidad entera vive en lo variable; aman, y después ya no aman; y esto no sólo es cierto para las criaturas, sino también para los objetos, para las ocupaciones. La estabilidad no es la cualidad más extendida entre los humanos.

Esto sirve incluso para vosotros. Venís, por ejemplo, a la salida del Sol: los primeros días estáis exaltados, maravillados, pero pasado algún tiempo todo se vuelve automático, habéis perdido vuestro primer amor. Para evitar que eso se produzca tenéis que habituaros siempre a hacer todas las cosas como si fuese la primera vez: Ir cada mañana al encuentro del Sol como si fuese la primera vez... ver cada día a vuestra mujer, o a vuestro marido, como si fuese la primera vez, e incluso después de cincuenta años sentirse maravillados como el primer día. Diréis que esto no es posible. Sí, es posible; sí hemos llegado a vivir el amor como un estado de conciencia, es posible: siempre que ya no sintamos el amor como un sentimiento o como una atracción, sino que lo vivamos como un estado de conciencia, eso es posible.

Muchos artistas buscaron voluntariamente multiplicar sus experiencias amorosas, porque se daban cuenta de que el amor mantenía su inspiración. Desgraciadamente, este amor tan humano, tan sensual, tan cambiante, que era la fuente de algunas inspiraciones, es verdad, era también, sobre todo, la fuente de los mayores desórdenes. El amor es como el vino, os emborracha, pero la borrachera que se ha ido a buscar a las regiones inferiores produce la misma ruina física y moral que el abuso del alcohol. Y, sin embargo, saber amar es la cosa más grandiosa.

El verdadero amor no os agota, al contrario, os embellece, os ilumina, gracias a él hacéis el bien a todas las criaturas, y, sobre todo, sois felices. La sabiduría no os dará la felicidad, os dará la luz, la dirección a seguir, pero no la felicidad. Y el poder tampoco: con el poder quizá seáis invencibles, pero no más felices. Para ser felices hay que conectarse con el amor. Es el amor el que nos hace felices, pero no el amor que se va a buscar a las regiones inferiores. Durante unos minutos, quizá os haga felices, pero después podréis decir como la canción: " «Placer de amor solo dura un momento, pena de amor dura toda la vida.»

El amor es una cuestión que estará vigente eternamente en la humanidad. La única diferencia estará en la forma de comprenderlo y de manifestarlo. En el futuro los humanos aprenderán a amar a todas las mujeres, a todos los hombres, a la inmensidad, a llenar su corazón y su alma con este esplendor del Cielo; ya no habrá sitio para ningún elemento egoísta, personal, limitado, sino solamente para lo más hermoso que existe, para lo más grandioso. Amarán y estarán siempre dilatados, maravillados, en la plenitud. Porque este amor desinteresado, purificado de todo elemento inferior, aporta todas las bendiciones al ser que sabe amar de esta manera; le vuelve más inteligente, más fuerte, más luminoso. Es este amor el que aporta la vida eterna, el que es el corazón del universo.

Videlinata (Suiza), 23 de febrero de 1978.

 

 

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